Financiacion del agua

Financiación del agua

Mejorar el acceso al saneamiento y al agua potable de las personas conlleva grandes beneficios para el desarrollo de los países y tiene claros beneficios para la salud y la economía.

El impacto de la diarrea sobre los niños es mayor que el impacto combinado del síndrome de inmunodeficiencia adquirida SIDA, la tuberculosis y la malaria juntos; también sabemos que un suministro mejorado de saneamiento y agua potable podría reducir la diarrea en casi un 90%. Las últimas estimaciones indican que las mejoras en saneamiento y agua potable podrían reducir en 2,2 millones el número de niños que mueren cada año. Al mismo tiempo, puede apreciarse un enorme ahorro en costes sanitarios y un aumento de los días productivos con solo mejorar el acceso al agua limpia y a un saneamiento básico.

A pesar de los claros beneficios para el desarrollo humano, todavía muchos países destinan recursos insuficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia de agua y saneamiento. Cuando se compara con otros sectores, en particular con aquéllos de más calado social como la educación y la salud, el saneamiento y el agua potable reciben una prioridad relativamente baja si consideramos tanto las partidas de Cooperación Oficial al Desarrollo como las asignaciones a nivel nacional.

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Un análisis histórico de los datos muestra que el saneamiento y el agua potable disfrutaban de un 8% del total de las aportaciones de Cooperación Oficial al Desarrollo en 1997, al tiempo que otros sectores sociales como la salud, la educación, la población o la salud reproductiva recibían ayuda en menor proporción. Sin embargo, durante los 11 años siguientes, a partir de 1997, el porcentaje de las ayudas al desarrollo destinadas a agua y saneamiento caen de un 8% a un 5 %, mientras que las destinadas a salud se incrementan de un 7% a un 11,5 % y las de educación se mantienen fijas alrededor del 7%.

Financiación del Agua

Hasta hace poco considerar los aspectos financieros en la planificación de la gestión de los recursos hídricos era poco común. Los planes eran generalmente ambiciosos y obviaban considerar aspectos importantes como de dónde vendría el dinero, cómo se financiarían las diferentes acciones y quién pagaría por ellas. Esta situación está cambiando, la financiación es ahora un tema esencial en los círculos de gestión del agua.

La financiación del agua es un aspecto estratégico en los procesos de planificación de la GIRH (gestión integrada de recursos hídricos). Estos planes deben incorporar un análisis detallado de los déficits en financiamiento y su relación con las oportunidades existentes a fin de desarrollar estrategias financieras  que permitan la ejecución de programas destinados a asegurar la seguridad hídrica. A pesar del avance logrado durante los últimos 20 años, en términos de asignación de presupuesto gubernamental a la gestión del recurso hídrico, las necesidades de inversión para el apoyo el ciclo de gestión del agua siguen siendo de gran importancia y merecen mayor consideración. Los principales desafíos enfrentados para mejorar el nivel de financiación del sector hídrico son: el pobre entendimiento sobre las implicaciones económicas del cambio climático y la fragmentación de la gestión del agua. La falta de conocimiento sobre cómo superar la afectación que el uso de agua de unos usuarios tiene sobre otros, con el fin de facilitar la interacción intersectorial con enfoque GIRH. Por ejemplo, inversiones en los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua pueden tener un impacto positivo sobre la economía nacional debido a la mejora en las condiciones de salud, por consiguiente la reducción del presupuesto nacional en salud pública. Otro ejemplo es la inversión en sistemas de alerta temprana para predecir y tomar acciones adecuadas frente a inundaciones y sequías; el costo de estos desastres podría obstaculizar de manera significativa al desarrollo económico del país.

Gobernanza del agua a nivel nacional. Para aumentar la financiación por parte del gobierno, bancos y donantes, reformas institucionales y un marco legal sólido son prerrequisitos. El uso de mecanismos como la implementación de tarifas adecuadas que cubran costos de operación y mantenimiento, subvenciones cruzadas transparentes para reducir dificultades ente poblaciones vulnerables, con instituciones que adopten roles de  regulación, implementación y supervisión.  Debe entenderse que existe una estrecha relación entre la buena gobernanza y la capacidad de atraer organismos de financiamiento con el fin de concentrarse en mejorar la gobernanza del agua.

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