Galletas especiales para personas especiales
Enviado por Nazario Cisneros • 5 de Diciembre de 2015 • Documentos de Investigación • 3.072 Palabras (13 Páginas) • 126 Visitas
Galletas especiales, para personas especiales
Título del trabajo
Kiwicha
Pseudónimo de integrantes
Ciencias de la salud Área | Local Categoría | Diseño innovador Modalidad |
5326025
Folio de Inscripción
Galletas especiales, para personas especiales
Resumen
Cuando nos alimentamos, aportamos diferentes compuestos (carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales) que, en porciones adecuadas, mantienen en óptimas condiciones nuestras funciones corporales, además de proporcionarnos la energía para el desarrollo de diversas actividades.
Sin embargo hay muchos padecimientos y enfermedades en los que la alimentación tiene que ser especial. Por ejemplo, en las personas con diabetes, es fundamental que tengan cuidado en la cantidad de azúcares en su dieta, o en las personas con hipertensión, deben prestar atención a la ingesta de sal, para no alterar sus niveles de presión arterial.
Una de esos padecimientos es la enfermedad celíaca, que es un desorden autoinmune intestinal, cuyos síntomas se exacerban al ingerir gluten, una proteína común en el trigo, la cebada y el centeno.
El cuadro clínico de esta enfermedad está clasificado según el “iceberg celíaco”, de tal forma que en la punta están los casos sintomáticos y que presentan lesiones de moderadas a graves en la mucosa intestinal; en la zona intermedia, los casos con sintomatología menor o ausente; y la forma latente incluye aquellas situaciones en donde los individuos tienen los genes de la enfermedad, pero sin síntomas o aquellos que fueron diagnosticados en la niñez pero que no han desarrollado lesiones intestinales.
De esta manera, este trabajo tiene la intención de generar una propuesta de alimentación para las personas con la enfermedad celíaca, desarrollando tres tipos de galletas, para las tres clasificaciones de la enfermedad, incorporando al kiwi y sustituyendo las harinas de trigo por harinas de amaranto, alimentos que destacan por su alto valor nutricional y ausencia de gluten.
Introducción
No cabe duda que comer es un placer, de tal manera que hasta en el folclor mexicano ha quedado plasmado en dichos como al hombre se le retiene por el estómago, ya que el estómago es la antesala del corazón. Sin embargo, tras el placer que nos genera comer, está una función vital: alimentarnos.
Si bien los alimentos de una dieta normal deben cubrir necesidades como asegurar el crecimiento normal, mantener óptimas las funciones corporales, renovar los tejidos deteriorados y proveer la energía para realizar las actividades cotidianas, su consumo tiene como objetivo principal dejar de sentir hambre, ser un elemento gratificador y de socialización.
Marco teórico
La composición de los alimentos
Los alimentos están formados de tres grandes grupos de compuestos químicos: los carbohidratos, las proteínas y las grasas o lípidos; sin olvidar a los minerales, las vitaminas, los pigmentos y los sabores.
En el grupo de los carbohidratos o hidratos de carbono se encuentran los azúcares, las dextrinas, los almidones, las celulosas, las pectinas y ciertas gomas, los cuales constituyen la principal fuente de energía de la dieta occidental.
Desde el punto de vista químico, los carbohidratos solamente están formados por carbono, hidrógeno y oxígeno, integrando un grupo sacárido. De esta manera, se clasifican de acuerdo con el número de sacáridos que contienen: monosacáridos, disacáridos y polisacáridos.
Los monosacáridos son las formas químicas más simples de los azúcares. La glucosa, la fructosa y la galactosa, son los monosacáridos más importantes en la nutrición humana.
Los disacáridos, como su nombre lo dice, contiene dos moléculas de sacáridos. La sacarosa (azúcar de la caña), la lactosa (azúcar de la leche) y la maltosa (presente en lácteos) están presentes en la dieta.
Los polisacáridos se forman por muchas unidades de monosacáridos; los más importantes para la nutrición humana son los almidones (presentes en los cereales, las leguminosas, los granos, la papa y el plátano), el glucógeno (representa la forma química bajo la cual los animales almacenamos carbohidratos) y la celulosa (abundante en frutas, vegetales y cereales, pero no utilizable bioquímicamente por el ser humano).
Por otra parte, tanto las grasas como los aceites que empleamos en la elaboración de alimentos están formados por una molécula de glicerol, combinado con ácidos grasos (saturados, sin dobles enlaces en las cadenas de carbono, o insaturados, con dobles enlaces en las cadenas de carbono) dando a lugar un éster conocido como triglicérido.
Los ácidos grasos que son indispensables para el organismo son conocidos como ácidos grasos esenciales, y entre ellos están el ácido araquidónico, linoleico y linolénico.
Por último, las proteínas son compuestos químicos básicos en la composición de los seres vivos. Son la principal fuente de nitrógeno, sin embargo su incorporación al organismo depende del tipo y la cantidad de aminoácidos que contengan.
Para la síntesis de proteínas resulta imprescindible que el hombre consuma alimentos que contengan aminoácidos esenciales, de lo contrario, el organismo tendrá que disponer de sus propias reservas de nitrógeno, para sintetizar de forma endógena las proteínas esenciales para la vida.
De los veinte aminoácidos que comúnmente se encuentran en las proteínas contenidas en los alimentos, nueve de ellos se consideran indispensables en la dieta: lisina, metionina, valina, leucina, isoleucina, triptófano, fenilalanina, treonina e histidina. La ausencia en la dieta de un solo aminoácido esencial puede dar lugar a que el organismo interrumpa la síntesis de proteínas, al mismo tiempo que se genera un desbalance en el nitrógeno.
Una súper fruta: El kiwi
El kiwi es una de las frutas más completa, de acuerdo con un estudio destinado a evaluar el valor nutricional de 27 frutas diferentes.
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