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Grupos Raciales


Enviado por   •  8 de Julio de 2014  •  2.977 Palabras (12 Páginas)  •  443 Visitas

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una cultura es “ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad” (“La cultura primitiva”, 1871); de dicha definición se deduce que la cultura es compartida, aprendida, simbólica, pautada, globalizadora y adaptante (o mal-adaptante).

Si bien el término “grupo étnico” es sinónimo de cultura, se usa para señalar a una cultura particular en un país o región en el que hay otras. Debido a la emigración, la conquista y el colonialismo, la mayoría de las naciones-estado no son “étnicamente homogéneas”. Por ello, la etnicidad supone el análisis de las semejanzas (entre los miembros de un grupo) y las diferencias (respecto a otros grupos) a partir de la lengua, religión, historia, geografía, parentesco o raza. Sin embargo, antes de abordar con profundidad el tema de la raza en el Tema 5, es importante señalar que el término “raza” define a aquel grupo que posee una base biológica (genética), mientras que la “etnicidad” se basa en la existencia de tradiciones culturales comunes y no básicamente en los rasgos biológicos; es decir que, en ciertos casos, un grupo étnico puede incluir personas de diversas razas (p. e., el grupo étnico latino incluye a blancos, negros, mulatos, mestizos…).

Al igual que cualquier cultura, los miembros de un grupo étnico comparten ciertas creencias, valores, hábitos, costumbres y normas debido a su sustrato común, definiéndose a sí mismos como diferentes debido a características culturales como el lenguaje, la religión, la experiencia histórica, el aislamiento geográfico, el parentesco o la raza. En ese sentido, la “etnicidad”, el “sentimiento étnico” o la “identidad étnica” implican identificación y sentirse parte de un grupo étnico y la exclusión de otros, pudiendo variar en importancia e intensidad a raíz de cambios políticos o a lo largo del ciclo de vida individual.

Aunque con frecuencia los grupos étnicos suelen ser “minorías”, en ocasiones las minorías no suponen un menor número de miembros que el grupo mayoritario; ejemplo de ello son las mujeres en los EEUU y los negros en África, donde son mayoría numérica pero minorías en términos de ingresos, autoridad y poder.

El concepto de los niveles de la cultura (nacional, internacional y subculturas), señala que las personas pueden tener más de una identidad grupal (barrio, colegio, región, nación, religión, grupo étnico, grupo de interés, partido político…), presentándose unas veces como una cosa y otras veces como otra. El status o “identidad social” se define como las diferentes posiciones que pueden ocupar las personas en una sociedad: padre, profesor, sindicalista, creyente, vecino… Por tanto, las personas poseen un “status múltiple”, pudiendo tratarse de “status adscritos”, si tienen nula o escasa capacidad de elección (edad, raza, etnicidad), o de “status adquiridos”, si se obtienen por decisión personal mediante tratos, talentos, esfuerzos, actividades y logros (padre, profesor, senador, sindicalista). Así, se denomina “negociación situacional de la identidad social” a la posibilidad de emplear un status en ciertos contextos y otro distinto en otros contextos: papá en casa, profesor en la escuela, vecino en una reunión de la comunidad… Un ejemplo lo ofrecen muchos norteamericanos al proclamar su etnicidad hispana en ciertos contextos y cambiar a una identidad norteamericana en otros.

Cada raza e incluso cada grupo étnico tiene su propia estructura clínica. ... evolución y comportamiento

Si “sociedad” se define como la vida organizada en grupos, debemos aceptar que tanto el hombre como muchas especies animales viven en “sociedades”; sin embargo, sólo los grupos humanos poseen una tradición cultural común, la cual se transmite mediante el aprendizaje y constituye la razón del éxito de la adaptabilidad humana.

Convencido de que el comportamiento y el pensamiento del ser humano no son aleatorios sino que responden a leyes naturales, fue el antropólogo británico Edward B. Tylor (1832-1917) quien, ya en 1871, ofreció una de las definiciones de cultura que aún cuenta con más aceptación: es “ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad” (“La cultura primitiva”, 1871).

De entre los elementos fundamentales que encierra el concepto de cultura, podemos destacar los siguientes:

• La cultura es aprendida. Se denomina enculturación (≈ socialización) al proceso por el cual se aprende e interioriza la cultura de una sociedad. Puede ser aprendizaje: (1) situacional (por la propia experiencia), (2) social (los padres -agentes enculturadores- enseñan a los hijos), (3) inconsciente (a través de la observación o la conversación) o (4) cultural, que es exclusivo de los seres humanos, y consiste en la capacidad humana de aprender y utilizar símbolos (signos sin una conexión necesaria ni natural con aquello a lo que representan).

En definitiva, la cultura es un conjunto de “mecanismos de control” para regir la conducta que son aprendidos por las personas a través de la enculturación, haciendo suyo gradualmente un sistema previamente establecido de significados y de símbolos que utilizarán para definir su mundo y guiar sus comportamientos y percepciones a lo largo de sus vidas. Es importante destacar la unidad psíquica del hombre, en el sentido de que todas las poblaciones humanas tienen capacidades equivalentes para la cultura, y en que cualquier ser humano es capaz de aprender cualquier tradición cultural (igualdad biopsicológica).

• La cultura es compartida. La cultura no es un atributo de los individuos per se, sino en cuanto miembros de grupos, pudiéndose afirmar que la enculturación unifica a las personas al proporcionarles experiencias comunes. Poco de lo que se piensa es original o único, pues compartimos nuestras opiniones y creencias con muchas otras personas; incluso el individualismo, tan arraigado en la cultura norteamericana, no deja de ser un valor distintivo compartido de su cultura que se transmite durante la vida cotidiana. Además, todas las personas se convierten en agentes enculturadores de sus hijos y allegados del mismo modo que sus padres lo fueron para ellos. Un ejemplo del poder del contexto cultural compartido es el hecho de que las personas del mismo origen (chinos, latinos, ingleses) tienden a entablar relaciones entre ellos cuando se encuentran lejos de su tierra.

La cultura está pautada e integrada. Las culturas no son colecciones fortuitas de costumbres y creencias, sino sistemas

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