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Guidens: el capitalismo y la moderna teoría social.


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2018  •  Síntesis  •  3.275 Palabras (14 Páginas)  •  146 Visitas

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Guidens: el capitalismo y la moderna teoría social.

Los orígenes del espíritu capitalista.

Los protestantes participaban con el porcentaje más elevado, por relación a la población total, en la posesión del capital, en la dirección y en los más altos puestos del trabajo especializado, y más aun entre el personal técnico y comercial mejor preparado de las empresas modernas (un hecho histórico).

El movimiento hacia el protestantismo significó aceptar un nivel mucho más elevado de reglamentación de la conducta, que el que exigía el catolicismo. El protestantismo adopta una actitud resueltamente estricta frente a la relajación y la diversión; fenómeno especialmente notorio en el calvinismo.

El protestantismo era un reflejo ideológico de los cambios económicos en que se incurrió con el incipiente desarrollo del capitalismo.

El trabajador tradicionalista no piensa en aumentar al máximo su jornal diario, sino que más bien considera solamente cuanto trabajo tiene que realizar para satisfacer sus necesidades básicas.

El capitalismo aventurero busca la ganancia por medio de la conquista militar y la piratería, ha existido siempre, pero sin embargo es distinto del capitalismo moderno, el cual se funda en la búsqueda legítima de ganancias personales y concibe al trabajo como un deber.

Weber identifica a los principales rasgos del espíritu capitalista de la siguiente manera: la adquisición incesante de más y más dinero, evitando cuidadosamente todo goce inmoderado. La ganancia no es un medio, sino que más bien el hombre debe producirla porque es el fin de su vida. (Como se ve coincide con el ascetismo del protestantismo).

El espíritu del capitalismo moderno viene así caracterizado por una singular combinación de la dedicación a la ganancia de dinero por medio de una actividad económica legítima, junto con el prescindir del uso de estos ingresos para gustos personales. Esto empalma con la creencia en el valor de la realización eficiente, como un deber y una virtud, de la vocación profesional escogida.

El espíritu del capitalismo es una racionalización en base del más estricto calculo, se halla ordenado, con plan de austeridad, al logro del éxito económico aspirado; en oposición al estilo de vida del campesino que vive el día al día, al privilegiado tradicionalismo del artesano gremial, y en oposición también al capitalismo aventurero, que tiende más bien a la explotación de oportunidades y a la especulación irracional.

La influencia del protestantismo ascético.

La vocación profesional del individuo consiste en cumplir su deber para con dios por medio de la gestión moral de su vida cada día.

El estudio que hace weber del protestantismo ascético se interesa solamente por aquellos elementos de sus doctrinas que afectan en forma más directa y significativa la conducta práctica de los individuos en su actividad económica.

Hay tres principios básicos que weber considera del calvinismo: la doctrina de que el universo ha sido creado para aumentar la gloria de dios y de que solamente tiene sentido en relación con los propósitos divinos; el principio de que los motivos de dios están más allá de la comprensión humana; y la creencia en la predestinación, en donde desde la salvación de las personas ya está decidida y solo un número reducido de hombres son escogidos para conseguir la gracia eterna.

Cada hombre está solo, y nadie puede interceder ante dios para conseguir la salvación. Esta erradicación de la posibilidad de una salvación por medio de la iglesia y los sacramentos es la diferencia más radical con el catolicismo, puesto que determina que ahora las personas solo se pueden salvar haciendo obras para dios, esas obras se deben hacer de forma ascética, de ese modo se agrada a dios.

El calvinismo provocó la conclusión final del gradual proceso de desencantamiento del mundo, puesto que de alguna manera instituyó la secularización de la propia conciencia, ahora la confesión es privada de cada uno, cada uno está solo, y cada quien para salvarse debe comportarte por sí mismo de manera ascética. Esto provocó grandes estímulos a emprendimientos personales y también trabajadores muy predispuestos para las empresas.

La doctrina de Calvino de que no hay diferencias extremas entre los elegidos y los reprobados, provocó que el individuo debía obligadamente creerse uno de los elegidos y que la intensa actividad en el mundo es el medio más apropiado para desarrollar u mantener esta necesaria confianza en sí mismo. Así la realización de obras buenas llego a considerarse signo de elección.

La pereza y la dilapidación del tiempo son los principales pecados. El tiempo es infinitamente valioso, ya que toda hora perdida, es una hora que se roba a la gloria de dios.

El trabajo en el mundo material goza para el calvinista de la más alta valoración ética positiva. La acumulación de riqueza se condena moralmente solo en la medida en que constituye una incitación al lujo y la pereza. Cuando las ganancias materiales se adquieren por medio del cumplimiento ascético del deber profesional, no solamente son toleradas, sino recomendadas de hecho moralmente.

Weber sugiere que puede haber una relación histórica entre el origen del espíritu capitalista, las formas de comportamiento ascético del protestantismo y los estratos sociales de los diferentes niveles de la economía capitalista.

La ética protestante demuestra que hay una afinidad electiva entre el calvinismo y la ética económica de la actividad capitalista moderna.

El método de weber.

Weber considera que las Ciencias Sociales se preocupan necesariamente de los fenómenos espirituales o ideales, que son características propiamente humanas que no existen el objeto considerado por las ciencias naturales. Pero esta diferenciación necesaria de sujeto y objeto no implica el sacrificio de la objetividad de las ciencias sociales.

La misma existencia de la ciencia presupone la existencia de valores que determinen por qué el mismo análisis científico es una actividad deseable o valorable. La misma ciencia se apoya en ideales que no pueden validarse científicamente.

Cualquier forma de análisis científico, cualquier cuerpo de conocimientos científicos, sea el que fuere, tanto de las ciencias naturales como en las sociales, implica una selección dentro de la infinidad de la realidad.

El hecho de que la selección e identificación de los objetivos que interesan a la ciencia social sea algo necesariamente subjetivo, que implica la selección de problemas que son interesantes porque tienen una importancia cultural concreta, no significa que no pueda realizarse un análisis causal objetivamente válido, porque es lo mismo que ocurre en la selección del objeto de la ciencia natural.

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