Génesis Y Ascensión Del Punto De Vista Mecanicista
Enviado por arualnaht • 29 de Octubre de 2012 • 1.328 Palabras (6 Páginas) • 1.139 Visitas
Génesis y ascensión del punto de
vista mecanicista
EL GRAN MISTERIO
Imaginemos una novela de misterio perfecta. Este tipo de relato presenta todos los datos
y pistas esenciales y nos impulsa a descifrar el misterio por nuestra cuenta. Siguiendo la
trama cuidadosamente, podremos aclararlo nosotros mismos un momento antes de que
el autor nos dé la solución al final de la obra. Esta solución, contrariamente a los finales
de las novelas baratas, nos resulta perfectamente lógica; más aún, aparece en el preciso
momento en que es esperada.
¿Podemos comparar al lector de semejante libro con los hombres de ciencia, quienes
generación tras generación continúan buscando soluciones a los misterios del gran’ libro
de la naturaleza? Sólo en parte y superficialmente. En realidad esta comparación no es
válida y tendrá que abandonarse luego.
El gran misterio permanece aún sin explicación. Ni siquiera podemos estar seguros de
que tenga una solución final. La lectura nos ha hecho progresar mucho; nos ha enseñado
los rudimentos del lenguaje de la naturaleza; nos ha capacitado para interpretar muchas
claves y ha sido una fuente de gozo y satisfacción en el avance menudo doloroso de la
ciencia. A pesar del gran número de volúmenes leídos e interpretados, tenemos
conciencia de estar lejos de haber alcanzado una solución completa, si en realidad
existe.
En cada etapa tratamos de encontrar una interpretación que tenga coherencia con
las claves ya resueltas. Provisionalmente se han aceptado teorías que han explicado
muchos hechos, -pero no se
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LA EVOLUCIÓN DE LA FÍSICA
ha encontrado aún una solución general compatible con todas las claves conocidas. Muy
a menudo una teoría que parecía perfecta resultó, más adelante, inadecuada a la luz de
nuevos e inexplicables hechos. Cuanto más leemos, tanto más apreciamos la perfecta
realización del libro, aun cuando la solución completa parece alejarse a medida que
avanzamos hacia ella.
En casi todas las novelas policíacas, desde la aparición de Conan Doyle, existe
un momento en el cual el investigador ha reunido todos los datos que cree necesarios
para resolver al menos una fase de su problema. Estos datos parecen, a menudo,
completamente extraños, incoherentes y sin relación alguna entre sí. Pero el gran
detective se da cuenta, sin embargo, de que no necesita por el momento acumular más
datos y de que llegará a su correlación con pensar, y sólo pensar, sobre la investigación
que le preocupa.
Por lo tanto, se pone a tocar su violín o se recuesta en un sillón para gozar de una buena
pipa; y repentinamente, “!por Júpiter!”, exclama: “!ya está!” Es decir, que ahora ve
claramente la relación entre los distintos hechos, antes incoherentes, y los ve vinculados
además a otros que no conocía pero que deben de haberse producido necesariamente;
tan seguro está nuestro investigador de su teoría del caso, que, cuando lo desee, saldrá a
reunir los datos previstos, los cuales aparecerán como él los previó.
El hombre de ciencia, leyendo el libro de la naturaleza, si se nos permite repetir
esta trillada frase, debe encontrar la solución él mismo, porque no puede, como suelen
hacer ciertos lectores impacientes, saltar hacia el final del libro. En nuestro caso, el
lector es al mismo tiempo el investigador, que trata de explicar, por lo menos en parte,
los numerosos hechos conocidos. Para tener tan sólo una solución parcial, el hombre de
ciencia debe reunir los desordenados datos disponibles y hacerlos comprensibles y
coherentes por medio del pensamiento creador. En las páginas siguientes nos
proponemos describir a grandes rasgos la labor de los físicos que corresponde a la
meditación pura del investigador. Nos ocuparemos principalmente del papel de los
pensamientos e ideas en la búsqueda aventurada del conocimiento del mundo físico.
LA PRIMERA CLAVE
Las tentativas de leer el grande y misterioso libro de la naturaleza son tan antiguas como
el propio pensamiento humano.
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GÉNESIS Y ASCENSIÓN DEL PUNTO DE VISTA MECANICISTA
Sin embargo, hace sólo unos tres siglos que los hombres de ciencia han comenzado a
entender su lenguaje. Su lectura ha progresado rápidamente desde entonces, es decir,
desde Galileo y Newton; nuevas técnicas y métodos sistemáticos de investigación se
han desarrollado; ciertas claves han sido resueltas, aun cuando muchas soluciones
resultaron temporales y superficiales a la luz de investigaciones posteriores.
El problema del movimiento, uno de los más fundamentales ha sido oscurecido
durante
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