HABILIDADES DE COMUNICACIÓN ENTRE
Enviado por patopatito • 11 de Febrero de 2013 • Tesis • 758 Palabras (4 Páginas) • 320 Visitas
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN ENTRE
PADRES E HIJOS
(Escuela de padres. Tema 5)
Uno podría pensar que la familia es el lugar idóneo para que surjan el
diálogo y la comunicación. Sin embargo no siempre es así. El diálogo entre
padres e hijos muchas veces se rompe o no existe. ¿Por qué? Pues porque
en ninguna otra estructura social hay diferencias tan notables entre sus
componentes. En ella pueden convivir distintas generaciones desde bebés a
ancianos, cuyas realidades son muy diferentes. Eso que en otras épocas se
vivía como enriquecedor, ahora puede ser motivo de desencuentro.
También la falta de tiempo; el no tener programadas actividades conjuntas;
la enorme cantidad de estímulos a los que estamos expuestos (teléfonos,
televisión, ordenadores, videojuegos, etc.); el trabajo fuera y dentro de
casa; el tiempo de ocio, etc. con días que siguen teniendo 24 horas, hace
que cada vez haya menos tiempo común. Pero es en la familia donde nace y
crece el mundo de la afectividad y para ello son necesarios tiempo y
comunicación. También comunicarnos es necesario a la hora de transmitir
mensajes que consideramos relevantes y valores que nos parece que
nuestros hijos deberían desarrollar. Como vemos, la comunicación es una
habilidad imprescindible para relacionarnos, por ello vamos a intentar
resumir algunos conceptos importantes. La buena comunicación es
imprescindible para educar.
La forma de comunicarnos va a ser diferente según la edad de los niños.
Como es imposible resumir las técnicas según la edad, daremos
inicialmente unas premisas que son válidas a todas las edades:
• La fundamental amenaza a la comunicación es la falta de tiempo o el
hacerlo en momentos poco adecuados (cansancio, enfado, estrés,
prisa, etc.).
• Hay que tener mucha capacidad de escucha; los niños tienen que
sentir que se les presta atención y lo que tienen que decirnos es
importante.
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• Hay que favorecer espacios para la reflexión, respetando turnos,
evitando el insulto o la imposición de normas sin dar razones (esto
dependerá, claro, de la edad del niño, pero se consigue un buen
desarrollo del respeto si suele ser la tónica desde que el niño tiene
capacidad de empatía, es decir a los 5-6 años)
• Las normas deben ser sencillas, justas y mantenerse. Debe de haber
coherencia entre padre y madre (a los niños les confunde mucho
que cada uno diga una cosa diferente).
• Lo que sentimos y lo que decimos tiene también que ser coherente.
Se aprende más de un padre moderadamente expresivo que de otro
que siempre es dulce, razonable y contenido. Es importante
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