HACIA EL DERECHO PENAL DE LA POSTMODERNIDAD?
Enviado por salim141986 • 17 de Mayo de 2013 • Práctica o problema • 3.203 Palabras (13 Páginas) • 373 Visitas
¿HACIA EL DERECHO PENAL DE LA POSTMODERNIDAD?
Bernardo del Rosal Blasco
Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Alicante
El objetivo de este trabajo es señalar cuáles han sido, o están siendo, los rasgos fundamentales que definen la mayor parte de las reformas legales que se han implementado, o se están implementando, en los sistemas penales contemporáneos desde los años 80 del pasado siglo hasta el presente, y cuál la filosofía que las inspira.
La consagración de un nuevo punitivismo; en la utilización de la pena con unos fines preferentemente inocuizadores, en parte, como consecuencia del derrumbe del modelo del ideal rehabilitador.
Puesta en marcha de estrategias actuariales de control del riesgo; y, finalmente, en el ejercicio del populismo penal.
Aproximadamente, a finales de los años 80 y comienzos de los 90 del pasado siglo, las legislaciones penales de la mayoría de los países occidentales están experimentando una serie de transformaciones a los principios sobre los que parecen inspirarse, que han hecho que las doctrinas penal, penológica y criminológica, tanto foránea como española hayan centrado de forma muy llamativa su atención, sobre el delito, la pena, el delincuente y la víctima, esta preocupación alcanza unos niveles de generalidad y prioridad antes desconocidos existen algunas coincidencias en los análisis que merece la pena señalar.
La primera de ellas son gobiernos conservadores que les corresponde adoptar un tipo de decisiones de política criminal, de orientación obviamente conservadora, y a gobiernos de izquierda de contenido progresista, los estudiosos del tema manifiestan, su descontento sobre todo de los gobiernos progresistas, han tomado en los países occidentales en los finales del siglo XX y comienzos del XXI, porque la evolución del derecho penal había tomado el rumbo de la racionalidad y de la definitiva humanización, a finales del siglo XX los análisis contemporáneos están destinados a comprender porque, en sociedades modernas están organizadas políticamente con sistemas democráticos avanzados y consolidados, se están produciendo un derecho penal de características muy regresivas y por que gobiernos de izquierda han abrazado sin pudor discursos y esquemas ideológicos, en materia de política criminal.
La segunda son los modelos político-criminales que se están diseñando e implementando, aparentemente, con un amplio respaldo o consenso social y, especialmente, con un mayoritario apoyo de sectores sociales tradicionalmente opuestos a este tipo de endurecimientos de la legislación penal; ello es así porque lo demandan esos sectores sociales, que no han dudado en unirse a los sectores que tradicionalmente las demandaban.
El patrón social de soporte de esas decisiones también se ha visto alterado, porque ya no se puede mantener que las políticas conservadoras sean sólo apoyadas por sectores sociales, ya que también sectores sociales tradicionalmente progresistas y sectores sociales desfavorecidos se han sumado a esos apoyos.
Ese nuevo modelo alternativo debería de atender, satisfactoriamente, a esa nueva sensibilidad social o a esas nuevas demandas sociales para, recuperar nuestra capacidad de ser escuchados y de que nuestros planteamientos sean atendidos, lograríamos la implantación de un modelo racional de Derecho penal que ponga coto a una tendencia político-criminal.
Otros, sin embargo, no dudan en señalar que los nuevos cambios difieren radicalmente de cualquier modelo hasta ahora ensayado y explicado.
Se pretenden exponer los rasgos comunes, de las reformas penales de los países de nuestro entorno cultural y político y de nuestro propio país, todos ellos tienden a poner en evidencia una determinada visión del delincuente y del fenómeno criminal.
ALGUNOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LAS REFORMAS PENALES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Pat O'Malley "desconcertante serie de desarrollos", "muchos de los cuales se nos muestran como mutuamente incoherentes o contradictorios", de forma que "obediencia disciplinaria versus autonomía emprendedora, inocuización y almacenamiento versus reforma correccional, castigo y estigma versus reinserción, criminalización formal versus acuerdos informales entre víctima y delincuente.
si se analizan los cambios habidos, desde los años 80 del pasado siglo hasta el presente no le falte razón a este agudo autor australiano, pero en lo que a España se refiere, la ausencia de un modelo político-criminal claro y coherente ha sido una constante, las contradicciones internas del modelo legislativo y de las prácticas penales y penitenciarias son endémicas, por ello, nos hemos acostumbrado a vivir con una legislación penal en la que disposiciones de clara orientación autoritaria conviven con otras más propias del Derecho penal de un estado social y democrático de Derecho.
Lo que ha permitido afirmar a algún autor 11, sin equivocarse, que en los veinte años que transcurren desde la instauración de la Democracia hasta la entrada en vigor del Código Penal de 1995, el sistema de penas "por más que en su exposición de motivos se postula como reformador total del hasta entonces vigente sistema de penas, lleva a cabo en términos materiales una moderada renovación del sistema de pena"
España y en países de nuestro entorno cultural o político, han estado marcando una tendencia en cuanto al modelo político-criminal que las inspira porque se basan en una, también muy determinada, concepción sobre el delito, la pena, la víctima y el delincuente y, por lo mismo, del hombre y de su posición en el entramado social.
En los EE.UU., la tendencia desde los comienzos de los años 90 del pasado siglo, fundamentalmente consecuencia de las fortísimas presiones económicas coyunturales y de la crisis fiscal, por un creciente movimiento de opinión pública que preconiza que las autoridades sean smart on crime (inteligentes con el delito) en lugar de tough of crime (duro con el delito), para aligerar el coste social y económico del delito y de las encarcelaciones masivas.
El nuevo punitivismo
Las políticas penales han experimentado un giro punitivo que ha puesto fin a una supuesta "era de indulgencia" que bordean los límites del derecho penal.
En España la expansión del Derecho penal se concretan en la definición de nuevas categorías de bienes jurídico-penales, en la ampliación de los espacios de riesgo jurídico-penalmente relevantes, en la flexibilización de las reglas de imputación y, finalmente, en la relativización de los principios político-criminales
...