HIJOS DE LA MALINCHE -OCTAVIO PAZ
Enviado por VictorVillanueva • 6 de Mayo de 2013 • 527 Palabras (3 Páginas) • 1.700 Visitas
Los Hijos de la Malinche
Introducción:
Los mexicanos, definidos por Octavio Paz en 1950 como hijos de la Malinche, tenemos un carácter peculiar que nos ha distinguido ante el resto del mundo; no obstante, algunas de estas características se han modificado en los últimos años creando una renovada cosmovisión para el mexicano. El lenguaje, la religión, la sexualidad, la política y especialmente, la inserción de México en el plano mundial, son pilares fundamentales en el comportamiento de la población contemporánea del país.
Desarrollo:
Para mi los mexicanos somos imprevisibles, nadie que provenga de otro país puede comprender la forma en la que reaccionamos, ya que muchas veces ante la misma situación nos comportamos de manera muy distinta. A la sociedad le atrae lo que se encuentra alejado de ella, pero no tiene el mínimo interés por los problemas reales del campo.
Las cosas ordinarias no son interesantes. Es más, son totalmente aburridas.
Los obreros no son entretenidos, ya que se pierden entre la multitud, no sobresalen, se quedan en lo ordinario, desaparecen porque no tienen una identidad propia, algo que los diferencia de los demás, son sólo un número, un grano de arena en la playa, no tienen personalidad ni el encanto de lo único.
Los técnicos parecen ser más que un obrero, pero tampoco tienen sentido, lo hacen todo por inercia, simplemente siguen órdenes, mecanizan el trabajo, no lo piensan, no lo razonan, no saben porqué lo hacen, no tienen una meta ni un objetivo que no sea cumplir con su trabajo.
Dejan de lado la creatividad, la emoción y las transforman en perfeccionismo, y aunque esto signifique una mejora en el producto final, implica pagar un precio demasiado alto: tienden a convertir todo en números, deshumanizarse, transformarse en en seres mecanizados, políticos intentan controlar a las masas. Quieren obtener el poder no importa lo que cueste y si alguien se interpone en su camino lo persiguen. Pero a la sociedad no le interesa, cree que persiguen a los”otros”, sin entender que tarde o temprano a él también lo perseguirá.
Los mexicanos no somos “útiles” , pensamos y usamos nuestra creatividad. Seguimos realizando trabajos artesanales a mano, pintando cada detalle como si fuera el único en vez de dejar a las máquinas su trabajo. Los extranjeros no comprenden lo aleatorio, lo que tiene voluntad propia, están demasiado acostumbrados a lo “robotizado”, tanto que hasta quizás ya no comprenden lo real, lo humano.
Pero los mexicanos tenemos un problema; a pesar de toda esa creatividad, tenemos lo que se llama “moral de siervos” ese complejo que nos hace sonreírle a la autoridad pero hablar pestes de ella en cuanto se voltea, una mentalidad hipócrita que teme al gobernante y no se atreve a actuar como realmente es, con miedo a que cualquiera lo traicione ante “el jefe”.
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