HISTORIA CONSTITUCIONAL DE MEXICO. EN LA RUTA DE APATZINGAN

UNIVERSIDAD DEL GOLFO DE MÉXICO

U. G. M.

NALLELY SIFUENTES VARGAS

DERECHO 301

DERECHO CONSTITUCIONAL

LIC. CARLOS LANDERO

HISTORIA CONSTITUCIONAL DE MEXICO

INTRODUCCION

Tres han sido las etapas históricas fundamentales que ha condicionado la evolución de nuestro país, y que han dado lugar a la agitada y paulatina formación de las nacionalidad mexicana: Independencia, Reforma y  Revolución, a las cuales les corresponde las tres cartas constitucionales, que, entre nosotros han tenido realidad y vigencia.

Nuestro pueblo es esencia el resultante del violento choque de dos mundos totalmente distintos, de dos pueblos y dos culturas en muy diverso grado de evolución y de cuya dramática unión, México y los mexicanos descendemos. Este encuentro habría de dar lugar a la formación misma del pueblo mexicano y no podemos dejar de contemplarlo, por ende, como el antecedente obvio y obligado del desenvolvimiento total de nuestro pueblo.

EN LA RUTA DE APATZINGAN

La invasión napoleónica en España, puede decirse, constituye el punto de arranque de nuestro pueblo hacia su vida constitucional.

La independencia de México se vería favorecida, por la tardía actitud que España adoptara hacia sus colonias, y que evidenciara en el tono mismo de la convocatoria para participar en las Cortes de Cádiz, de 1° de enero de 1810.

Dicha actitud de España hacia sus colonias de ultramar, al reconocer a los habitantes de estas los mismos derechos que  a los peninsulares, constituía, un tanto una especia de invitación hecha aquellos para insurreccionarse.

Y así sucedió, precedido por dos importantes conspiraciones: la de Valladolid y la de Querétaro, en las que, al mismo tiempo que se fatigaba al régimen virreinal, se planeaba la forma de intentar un cambio, es como a las primeras horas del domingo 16 de septiembre de 1810.

El día 5 de diciembre de 1810, el cura de Dolores expedía, desde la ciudad de Guadalajara, un bando que parece ser el punto de partida de todo nuestro movimiento agrario.

Presente se hallaba, en este bando, ese sentimiento de indignación, que la explotación y el abuso del que fueron victimas sus compatriotas durante los tres largos siglos de coloniaje provocaran en el cura de Caracuaro y que le llevaran, poco mas adelante, a redactar un vasto Proyecto para la confiscación de intereses de europeos y americanos adictos al gobierno español. El documento que nos ocupa antecede a los Sentimientos de la Nación; plataforma constitucional de México, en la que don José Maria hubo de exponer en 23 puntos el ideario fundamental de la patria pronta a constituirse.

El día 14 de septiembre de 1813, iniciaba sus labores el primer congreso constituyente de nuestra historia. El congreso del anahuac, que comenzaría sus labores con el nombramiento de quien, bajo titulo de generalísimo, debería asumir el poder ejecutivo como jefe supremo de la insurgencia, de acuerdo con el propio reglamento para la reunión del Congreso. El 22 de octubre del mismo año se expide el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, mejor conocido como Constitución de Apatzingán, por haber sido precisamente este el lugar donde sanciono y promulgo el referido decreto.

El Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, resulto uno de los documentos liberales mas avanzados de su época. Sobre la indudable influencia de la carta de Cádiz, los hombres que elaboraron la de Apatzingan, parecieron recoger de la Francia revolucionaria, directamente, los principios y disposiciones fundamentales que la integran. Nació cuando el país se encontraba todavía bajo la tutela española; y no habiendo podido aun, triunfar militarmente la fracción que la expidió, no llegaría a tener, la vigencia deseable. No deja de ser, un intento por unificar políticamente al nuevo país que esta por surgir a la vida internacional; pero no pasaría de ser solamente eso: una simple tentativa. Recordemos, que las constituciones escritas y rígidas, como lo fue la que nos ocupa, son ante todo proyectos político-sociales; normas ideales para la vida publica, que responden al deseo de los ciudadanos de asegurar sus derechos cuando los ven amenazados, o al de limitar un tanto al poder que deberá hacerlos efectivos, o ambos a la vez; y además, en el caso particular del decreto de 1814 se trataba de declarar en el todos aquellos principios que apuntalaran la tan ansiada independencia.

En efecto el hecho de haber promulgado la constitución antes del triunfo material llevo a los insurgentes a dar mayor énfasis, en ella a los ideales políticos que perseguía el movimiento. Y, así mismo, la eficación de la constitución de Apatzingan, al no depender sino de la victoria de las armas independistas se hallo circunscrita a los propios insurgentes y a los territorios por ellos ocupados. Ello es suficiente, no obstante para afirmar su validez y vigencia en la historia de México, como nuestra primea carta fundamental.

La duración de la constitución de Apatzingan, estaba condicionada al triunfo mismo de la insurgencia; su carácter no era permanente. Era esta representación nacional que, sintetizando finalmente el contenido todo del decreto, daba a este un marcadísimo carácter democrático: denominador común a la carta de  1814.

La ley suprema de Apatzingan se halla dividida en las dos grandes partes que corresponden, genéricamente a la dogmática y a la orgánica constitucionales, y en amabas, pero sobre todo en la primera de ellas, el tono democrático alcanzo una de sus manifestaciones mas elevadas.

El decreto de Apatzingan no puedo recoger, todos aquellos principios sociales que motivaron a las actuaciones de Hidalgo y Morelos, y aunque este ultimo mencionado fuera su promotor, su avanzadísimo pensamiento social se vio precisado a ir cediendo ante su propia fe democrática. Quienes con el colaboraban mas sabios aunque menos visionarios, fueron dejando al margen de la carta fundamental que elaboraban, lo que una rigurosa técnica constitucional aconsejaba no incorporar a ella. Los primeros pasos del naciente Estado se encaminarían, necesariamente, por el sendero político, y la muerte sorprendería a un Morelos anhelante de ver cumplidas todas sus ansias de justicia social, mediante disposiciones que el mismo habría promovido de no haberle sido truncada la existencia.

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