Habilidad verbal ENTRELÍNEAS.
Enviado por Luis Retana • 13 de Febrero de 2016 • Examen • 935 Palabras (4 Páginas) • 1.287 Visitas
Habilidad verbal
ENTRELÍNEAS
Yo soy la tía. En todo cuento que se respete una tía es alguien indispensable; puede ser la mala, la rica, la solterona, o la alcahueta, y yo no soy la excepción. Tengo bigote, me visto de negro y soy solterona; todo lo veo, todo lo oigo, y sin mí no podrían vivir América, Agamenón y Rosendo. Ellos son mis gatos, por supuesto, y caminan de puntillas por el texto o se esconden debajo de la cama de donde Julio y Laura no hacen el amor, o se quedan detrás de la puesta y escuchan…: “¿Tía?”, yo me atuso los bigotes y me froto las manos antes de contestar: “¿Sí? El grito proviene de la imaginación de Laura, quien no se atreve a confesar la angustia que la lleva a mirarse al espejo una y otra vez; por fin me dice: “Tía, ¿crees que aún soy atractiva?” Yo sentada en un rincón del cuento, veo pasar a Agamenón despacito, muy despacito, con la cola en alto. Laura tiene cuarenta años y el atractivo de una mujer que se siente deseada, sólo un estúpido, como Julio, su marido, no se da cuenta. Ahora veo pasar a América y a Rosendo, juraría que se van riendo y casi podría adivinar de quién. Laura, con la mirada prendida al espejo, contiene el aliento y saca el pecho, sonríe. Desde la orilla de la página, quiere salar a la siguiente, adelantarse a la narración. “¿Agamenón?, ¿Agamenón?, espera, Agamenón”. Dos cuartillas más adelante lo encuentro husmeando a otro personaje. Parece sacado de un cuento de hadas, mas lo cierto es que lo conozco desde hace tiempo, cuando Laura era niña. Es el enamorado perfecto, veinte años amándola a pesar de su propia mujer y de Julio. Laura llega corriendo de la hoja anterior: América está embarazada y no sé de cuál de los dos, pero este es material para otro cuento. Laura ve a Ricardo, recorre su rostro sin disimulo, se detiene en la boca que habla en el lenguaje de ella, en los ojos que la revisten de mujer, que le recuerdan a Julio, el ciego Julio… “Tía, yo no tengo la culpa de que Ricardo me siga queriendo, ¿verdad?”. América pasa descaradamente con su vientre abultado. Comprendo que algo ha sucedido, algo que no estaba escrito. Ricardo se acerca, su ansiedad se refleja en las pupilas de Agamenón: “Yo no debería de estar en esta historia, tía, si la pudiéramos contar de nuevo, si Julio…” Yo carraspeo, desbarato la bufanda y comienzo otra vez. Rosendo puede esperar.
1 . El texto se puede resumir en los siguientes términos:
- La tía fue invitada a la casa de Laura.
- Laura está molesta.
- La tía escribe un cuento y los gatos son testigos.
- La tía se murió.
- No entendí.
2 . Laura esta inquieta porque:
- Se da cuenta que ama a Julio.
- Siempre ha estado enamorada de Ricardo.
- Cada día ama más a Julio.
- Es divorciada.
- Es viuda.
3 . La tía escucha la solicitud de Laura, entonces decide:
- Pedir a Rosendo que la ayude.
- No seguir involucrándose con Laura.
- Volver a escribir la historia deshaciendo lo que Laura no desea.
- Ir a la feria.
- Comprar otro gato.
El equipo científico del doctor Craig Venter, coordinador del proyecto Genoma, logró reproducir artificialmente en el laboratorio un virus llamado phiX uniendo segmentos de ácidos nucleicos un por uno. Siguiendo un proceso llamado “ensamblaje cíclico mediante polimerasa”, se unieron los 5,386 segmentos de ADN que constituyen este virus en particular, lográndose un sueño largamente acariciado: producir un virus por medios artificiales. Aparentemente esta creación exhibe todas las propiedades del phiX original, entre ellas la de autorreproducirse utilizando los mecanismos genéticos de células huésped. El siguiente reto del equipo de Venter es crear una bacteria por el mismo método.
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