Hipotesis
Enviado por • 9 de Enero de 2014 • 637 Palabras (3 Páginas) • 247 Visitas
Los próximos 1 y 2 de octubre se llevará a cabo la III Cumbre de Jefes de Estado de América del Sur–Países Árabes (ASPA) en la ciudad de Lima. Sobre la reunión, el ministro Roncagliolo declaró hace un par de semanas que ya habían confirmado su asistencia 20 de 34 países miembros, que habría una reunión paralela en la que participarían alrededor de 400 empresarios, y que la cumbre tratará temas como inversión energética, petroquímica, producción de vacunas, becas, trabajo en desiertos, entre otros.
Acostumbrados como estamos a oír básicamente de China, India, el Sudeste Asiático, Estados Unidos y la Unión Europea como los grandes mercados para nuestra exportación, a más de uno podría sorprenderle el tamaño que tienen las economías de muchos de los países árabes y, correspondientemente, el tamaño de la oportunidad que esta cumbre podría significar para nosotros, si la sabemos aprovechar, por ejemplo, para comenzar a negociar acuerdos de libre comercio.
En efecto, el bloque ASPA concentra 350 millones de habitantes (una población ligeramente mayor que la del mercado estadounidense) y algunos de sus miembros se encuentran entre los países más ricos del planeta. Por ejemplo, según el Banco Mundial, durante el 2011 el PBI per cápita de Qatar fue de US$87.030, el más alto del mundo; el de Kuwait, US$54.654; el de Emiratos Árabes, US$48.220; y el de Omán US$28.880 (como referencia el del Perú es US$10.318). No es casual que esta región importe productos y servicios por alrededor de US$500 mil millones al año.
Así las cosas, lo que dice la cifra de nuestro comercio internacional actual con el bloque ASPA –alrededor de US$250 millones en el 2011, según la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Cómex-Perú)– es que a la fecha solo raspamos la cáscara de la oportunidad que esta zona del globo representa (más específicamente, le exportamos alrededor de US$104 millones e importamos de ella productos por US$148 millones). La variedad de los sectores que están involucrados en esta incipiente exportación, por su parte, solo confirma la riqueza de las posibilidades que nos espera al otro lado del comercio con el ASPA: desde minerales, como zinc, plomo y sus concentrados, hasta vidrio de seguridad para automóviles, leche evaporada sin azucarar y fungicidas. Y lo mismo revela el que Argelia sola, un país del ASPA que ni siquiera figura entre la lista de los más ricos, ya esté importando del Perú, sin que casi nadie lo sepa, productos por US$47,3 millones al año, según la Sunat (lo siguen en la lista Marruecos, con US$20,6 millones; Egipto, con US$10,3 millones; Emiratos Árabes, con US$6,8 millones, y Arabia Saudí, con US$4,4 millones).
¿Cómo aprovechar este escenario? Cómex-Perú sostiene que, por ejemplo, se podría negociar una mejora de los términos comerciales para productos como las legumbres (las que, según información de Prom-Perú, entran a la Liga Árabe
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