Historia De La Ciencia
Enviado por doragladisjereZ • 6 de Octubre de 2014 • 3.411 Palabras (14 Páginas) • 230 Visitas
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
BIOLOGÍA - ECONOMÍA - FÍSICA - GEOMETRÍA - MATEMÁTICAS - MEDICINA - TECNOLOGÍA -
EUROCENTRISMO EN LA HISTORIA DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Como es lógico, el desarrollo del conocimiento humano, el desarrollo de las ciencias y de la tecnología se debe a la acumulación de los avances producidos a lo largo de milenios por toda la humanidad y en todos los continentes. Sin embargo, Europa se ha esforzado por hacer creer al resto del mundo que la historia de la ciencia nace en el continente europeo.
En este empeño por europeizarlo todo no ha escatimado el uso de todo tipo de triquiñuelas: desde la ocultación de información, la tergiversación de la misma o la falsificación, en un intento por hacernos creer que el resto de la humanidad debe estar agradecida a las aportaciones que de Europa ha recibido.
Se dicen verdades a medias, como cuando se habla de Pitágoras o Tales de Mileto como precursores de las matemáticas ocultando su ascendencia fenicia (Líbano) y su constante relación con colegas africanos. Se dice que el compás magnético de Neckam es similar al chino, en vez de reconocer que fue inventado en China.
Se europeizan los nombres de científicos y descubrimientos no europeos ocultando su procedencia, como en los casos del egipcio Claudius Ptolemeaus, del argelino-tunecino Constantine, de los persas (Irán) Ibn Sina (Avicenna) y al-Ghazali (Algazel). Se habla del cometa Haley como si éste fuera su descubridor cuando era ya conocido por los chinos 2.500 años antes.
Se nos enseña sobre creaciones europeas inexistentes, como en el caso del alfabeto griego que es de origen sirio-libanés, ocultando la procedencia africana o asiática de multitud de términos lingüísticos.
De tecnologías similares, a las europeas se las asocia a la ciencia y a las africanas al arte en un intento por minusvalorar la aportación africana a la técnica o sobrevalorar la aportación europea.
Se falsifican las fechas. El nacimiento de la ciencia moderna es a menudo asociado con el siglo XVII, haciéndola coincidir con un periodo de actividad intelectual más intensa en Europa. Pero es difícil de concebir el desarrollo de las matemáticas sin los números indo-arábigos, sin la creación del cero como concepto matemático y la existencia del álgebra creada por los árabes; es difícil pensar en el desarrollo de la ópticas sin al-Haitham y al-Kindi. Es difícil de concebir las aportaciones de Galileo sin el péndulo.
El sistema numérico indo-arábigo revolucionó el pensamiento matemático facilitando el uso de decimales y la solución de ecuaciones complejas.
Se nos presenta a Gutenberg como el inventor de la imprenta con caracteres móviles, ocultando a los impresores anteriores como el egipcio Ibn Yunus o el chino Pi Cheng que mucho antes que Gutenberg ya utilizaban los tipos móvibles.
La imprenta, la pólvora, el compás, el papel moneda, el reloj mecánico, el helicóptero, el paracaídas, la taladradora, son inventos chinos. El timón fijado en la popa de los barcos, el ábaco, el péndulo, el juego de ajedrez, el taladro, el cincel y la cuña son todos inventos de origen no-europeo. La navegación a vela y la rueda que revolucionaron las comunicaciones son de origen africano. El molino de viento y el molino de agua, precursor de la turbina moderna son de origen persa. Las ténicas del vidrio, del esmalte y la porcelana se importaron tardíamente a Europa. Documentos financieros como el cheque que abrieron nuevos caminos al comercio son de origen árabe. Esta lista se podría agrandar eternamente, pero tampoco es nuestro ánimo dar la impresión de que Europa sólo ha vivido de las rentas científicas creadas por otros.
Si pensamos en la arquitectura, se nos presenta a los romanos como los arquitectos e ingenieros que dieron los principales saltos cualitativos en las técnicas de construcción. Pero se olvida las antiguas realizaciones persas; el primer túnel bajo el agua se construyó en el antiguo Irak; raramente se enseña sobre un hecho tan notable como el terraplén egipcio del valle de Garawi, construido 850 años antes; o las terrazas de piedra de Gwoza en el noreste de Nigeria, o las fortificaciones de Benin compuestas por más de 500 núcleos urbanos fortificados, interconectados, y que ocupando más de 5.000 kilómetros cuadrados continúan siendo en la actualidad una de las obras de ingeniería mayores del mundo.
Pocas veces hemos leído que la revolución industrial se desarrolló en gran medida en base a las técnicas importadas de Asia y que el enorme desarrollo de la producción textil pudo ser posible sólo gracias al proteccionismo de los empresarios ingleses que prohibieron a la India la producción de tejidos, convirtiendo a ese país en un mero exportador de algodón en crudo y en un importantísimo comprador de la producción inglesa.
Si hablamos de alimentación, las patatas, el cacao, gran variedad de alubias, las fresas, el maiz, el girasol, los tomates, la yuca, etc., etc. la humanidad se lo debe a la especialización agrícola de los pueblos de mesoamérica, raramente reconocida.
TECNOLOGÍA
Los africanos subsaharianos desarrollaron la metalurgia en una época muy temprana, posiblemente alrededor de 1400 años AC, los africanos orientales empezaron a producir acero en hornos de carbón, extendiéndose muy lentamente hacia el oeste, no generalizándose a todo África hasta el siglo primero.
Hace más de 5.000 años en Egipto, los africanos desarrollaron su sistema de escritura jeroglífica, la escritura conocida más antigua. El desarrollo de la escritura egipcia (hierático) daría origen más tarde, al nacimiento de los sistemas de escritura Tifinagh (berebere) y Copto (etíope), inspiraría los sistemas de escritura hebreas y árabes e indirectamente el griego, latino y cirílico.
Ya se ha mencionado anteriormente cómo, la invención en África de la rueda y la navegación a vela supusieron una revolución para el progreso de las comunicaciones. Las pinturas rupestres saharianas la gran antigüedad de los carros y vehículos de ruedas.
Igualmente, hemos hablado de las aportaciones de la ingeniería africana en construcciones como el Gran Zimbabwe, las terrazas de Gwoza en Nigeria y las fortificaciones de Benin. Habría que añadir otras importantes obras arquitectónicas como las iglesias de Lalibela en Etiopía, los obeliscos de Axumite y esfinges sudanesas (Nubia) y las pirámides egipcias.
Algo que llama la atención de los visitantes de otros continentes a algunos países africanos es la gran variedad, belleza, colorido, texturas y estilos
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