Huella ecológica ¿Qué es la huella ecológica?

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Universidad del Biobío

Facultad de Educación y Humanidades

Departamento de Historia y Cs. Sociales

Pedagogía en Historia y Geografía

Chillán

Huella Ecológica

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Índice

Introducción

En el presente trabajo ahondaremos en una problemática que nos afecta a nosotros como sociedad y a todo ser vivo en general.

El respeto al medio ambiente y el consumo responsable son temas que, cada vez más, están siendo asumidos como algo vital para la supervivencia de este planeta. La educación de las personas consumidoras en este tema es fundamental para promover una cultura de consumo responsable, crítica y solidaria que parta de una modificación de sus actitudes personales y se extienda a movimientos de cambio de las estructuras económicas y jurídicas de la sociedad.

¿Qué es la huella ecológica?

De la misma forma que al caminar se deja un rastro o más bien una  huella, el modo de vida de cada uno deja una huella ecológica, es decir, provoca un impacto ambiental determinado. Hoy en día  nadie pone en duda la responsabilidad del ser humano en la contaminación del planeta y en el agotamiento constante y progresivo de los recursos naturales producto del crecimiento de la industria y de la población.

Alguien se preguntó una vez cómo podría representar de forma gráfica y práctica todo el consumo de recursos (alimentos, agua potable, electricidad, etc.) y se le ocurrió calcular qué superficie terrestre necesitaría una persona para mantener su tren de vida. Se mide el área productiva (tierra y agua) necesaria para obtener los recursos que se consumen y absorber los desechos que se generan.

La huella ecológica se define como: el total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de estas superficies.

Desarrollo 

¿De que nos sirve estudiar la huella?

Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, consecuentemente, su grado de sostenibilidad.

La huella ecológica es más evidente en las grandes ciudades occidentales. El 20% de la población que vive en ciudades ricas consume más del 60% del producto económico mundial y genera el 60% del total de los desechos.

Esto nos da sin duda una señal clara que el desarrollo y progreso de un país rico y altamente industrializado y su sociedad de consumo. Es sin duda alguna, un mal ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Nos da un claro ejemplo de cómo vamos depredando nuestro ecosistema, muchas veces sin darnos cuenta de que vamos depredando nuestro planeta, nuestro único hogar.

En nuestro país el panorama no es muy diferente. La tala de bosques, el uso de energías no renovables, la producción industrial y la cantidad de áreas protegidas son algunos de los elementos que la WWF y la Red Global de Huella Ecológica analizan cada año en el Informe Planeta Vivo. La idea es conocer la demanda anual de los habitantes sobre los recursos naturales.

En base a esos datos, Chile al ocupaba el 2016 el sexto  lugar entre los países latinoamericanos con mayor huella ecológica per cápita. Según los mismos cálculos, hoy es el día en que la demanda anual de los humanos sobre la Tierra supera lo que el planeta puede renovar en un año, por lo que a partir de esta fecha empieza a vivirse un “sobregiro ecológico”. Por otra parte si se ha logrado disminuir algo la huella ecológica, ya que el 2013 Chile ocupaba la tercera posición solo detrás de México y Uruguay. Sin embargo, aun así nos encontramos muy por encima de lo que deberíamos.

De aquí saque un poco de info <3

http://www.pactoglobal.cl/2013/chile-tiene-la-tercera-mayor-huella-ecologica-de-latinoamerica/

Conclusión

Bibliografía - Weblogía

Adjunto Practico 2: La Transición Demográfica

Definimos la Transición Demográfica como el proceso, de larga duración, en que se identifican, inicialmente un bajo crecimiento demográfico, esto es una alta tasa de mortalidad y de fecundidad; seguido de otro periodo de bajo crecimiento demográfico, este último se distingue por un descenso en las tasas de mortalidad y fecundidad.   Este proceso y su velocidad se ve determinado por la interrelación de factores sociales, económicos y culturales los cuales explican las dinámicas demográficas.

En el caso de Europa observamos este proceso a partir del siglo XVIII se mide una altísima tasa de mortalidad con  una esperanza de vida de no más allá de 30 años. Sin embargo a partir de este siglo, la sociedad europea empieza a experimentar un desarrollo económico y cambios sociales importantes, a raíz de esto se experimenta una baja en la tasa de mortalidad europea, pero es con el paso del siglo XIX  y XX donde se ve manifiesta un importante descenso de la tasa de mortalidad infantil la cual es reflejo de los avances científicos en el campo de la medicina y la introducción de nuevas tecnologías en el desarrollo de las ciudades.

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