Humedal El Burro Bogotá

Colombia es un país lleno de biodiversidad, pero también vulnerable a cambios en ella, por eso se crearon normas ambientales para prevenir tragedias más adelante, pero lastimosamente estas leyes se han violado desatando así una ola invernal que afectó a una gran parte del país en abril de 2011.

Las conferencias mundiales ambientales se firmaron con el fin de aportar en la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible, donde lo más importante es cuidar los recursos naturales, disminuyendo la contaminación (Conferencia de Estocolmo), contribuir con la reducción de emisión de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global (conferencia de Kyoto), y proteger aspectos como son la vivienda, salud, tala de bosques (montañas), desertificación, contaminación del agua y la gestión de la agricultura (Conferencia de Río de Janeiro).

“La ola invernal en Colombia no fue consecuencia de descuido de todos los aspectos creados para la conservación del medio ambiente, pero si de unos pocos. Fueron riesgos tomados por funcionarios corruptos quienes son los promotores de las tragedias, que buscaban fines económicos individuales, a ellos se les olvidó que los ríos tienen un proceso dinámico que a cada momento su caudal puede aumentar o disminuir y no les importó autorizar construcciones en su zona de ronda.

En muchas ocasiones el ministro del medio ambiente parece tomarse el papel del ministro de vivienda, permitiendo construcciones en lugares que por años han sido conocidos como reservas naturales y por ende deben estar totalmente protegidas. Se necesitan coordinadores y líderes con conciencia ambiental que busquen estrategias para que la conservación del medio ambiente no sea una opción sino una obligación, que más adelante puede prevenir tragedias a causa del mal uso de los recursos naturales.

Entre los múltiples problemas que enfrenta Colombia uno de los más sobresalientes en el caso ambiental es el del ordenamiento de espacio del territorio, la mayor parte del país ha crecido desordenadamente, se han realizado urbanizaciones en áreas donde existen riesgos geológicos (zonas de derrumbe de montañas, desbordamiento de los ríos) y climáticos (lluvias constantes)”

Según Carlos Costa, exministro de Medio Ambiente “lo que está sucediendo es la conjunción de varios aspectos, uno de ellos es el fenómeno de ‘La Niña’, que ha provocado que este invierno sea más lluvioso. El segundo es un problema de mal manejo ambiental en las riveras de los ríos, de las zonas inundables. Y esto es un tema histórico, no es de los últimos diez años, es un pasivo ambiental como resultado de la deforestación de las zonas altas, y de la desecación y la invasión de las ciénagas en las zonas bajas. El tercer elemento que se conjuga es la mala ocupación del territorio. Hoy, cuando los ríos se crecen no tienen zonas de amortiguamiento, no tienen dónde desaguar”

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