IMPRESORA DE ORGANOS

Impresoras de órganos

La biorreprografía (impresión de órganos) en 3D se presenta como una opción de futuro de la medicina regenerativa

El previsible impacto de la impresión 3D en la medicina es uno de los principales factores que invita a pensar que gracias al desarrollo que están teniendo las impresoras 3D y la informática, unido a la aparición de nuevos materiales y los avances en el conocimiento biológico será posible crear órganos y tejidos a medida, compatibles con el receptor a partir de células obtenidas del propio paciente. Una prueba de ello son los equipos capaces de fabricar tejido hepático vivo, que ya son una realidad, así como lo son las prótesis de nariz y de oreja, su utilidad primordial, de momento, consiste en ensayar sobre estos minihígados cómo responden a la administración de medicamentos, a patógenos o enfermedades. Los expertos creen que habrá que esperar no menos de tres décadas. El objetivo de la ingeniería tisular es conseguir estructuras funcionales con capacidad biológica de integrarse en el cuerpo del receptor

El inicio del uso de estas tecnología en la medicina se sitúa en el desarrollo de prótesis sólidas (de titanio, materiales cerámicos o plásticos) destinadas fundamentalmente a sustituir la parte sólida de los huesos en pacientes que han perdido masa ósea fruto de una enfermedad o un accidente. En este campo es donde se introdujeron las primeras aplicaciones de las impresoras 3D en la medicina.

El reto, sin embargo, está en ir más allá y fabricar piezas que estén vivas. O, al menos, que sean capaces de integrarse en el cuerpo sin ser un agente extraño. Que sean funcionales. Se trabaja para conseguir piezas de titanio que se ajusten a estas condiciones. “El titanio es similar a la estructura dura del hueso. Ante un paciente que en un accidente ha perdido parte de la mandíbula, con una impresora 3D se puede diseñar y crear la parte de hueso que falta”,

Quizás los huesos, por tener un componente mineral capaz de ser simulado por el titanio, materiales cerámicos o plásticos sea uno de los órganos más sencillos de replicar. Aunque hay trabajos en direcciones similares en otros órganos, por ejemplo las orejas. Un equipo de la Universidad de Cornell (Nueva York) anunció en febrero de este año un prototipo de pabellón auditivo artificial partiendo de un diseño elaborado con una impresora 3D. Los investigadores escanearon una oreja y la copiaron con uno de estos equipos, con el que hicieron un molde que rellenaron de colágeno.

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