INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL PÁNCREAS, HÍGADO Y VÍAS BILIARES
Enviado por Yadira Romero Castillo • 20 de Octubre de 2019 • Informe • 1.800 Palabras (8 Páginas) • 231 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA
FACULTAD DE CIENCIAS
E.P. MEDICINA HUMANA
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INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL PÁNCREAS, HÍGADO Y VÍAS BILIARES
ASIGNATURA
ANATOMÍA HUMANA II
DOCENTE
DR. JOJRGE SOLAR ROSSEL
ESTUDIANTES
- OCAÑA VÁSQUEZ ROBERTO
- ROMERO CASTILLO YADIRA MARIA
GRUPO
“E”
Nuevo Chimbote
2019
ÍNDICE
- INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL PÁNCREAS ………………………… 3
- INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL HÍGADO ……………………………. 4
- PLEXO ANTERIOR …………………………………………………………. 4
- PLEXO POSTERIOR ………………………………………………………… 5
- NERVIO GASTROHEPÁTICO ……………………………………………… 7
- INERVACIÓN AUTÓNOMAS DE VÍAS BILIARES ……………………. 7
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS …………………………………………… 8
INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL PÁNCREAS, HÍGADO Y VÍAS BILIARES
- INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL PÁNCREAS
Los nervios destinados al páncreas proceden del plexo solar, o bien directamente o por medio de los nervios que lo acompañan a la arteria esplénica, la arteria hepática y hasta el colédoco. El plexo mesentérico abandona también filetes nerviosos a la glándula pancreática. Existe en el interior de la glándula, un plexo interlobulillar que posee numerosos ganglios que contiene cada uno de 5 a 50 células nerviosas. Se comprueban además simples células ganglionares, irregularmente diseminadas a lo largo de los filetes nerviosos del plexo. Este plexo interlobulillar se resuelve en ramos que forman un plexo periacinoso, del que parten fibras nerviosas interacinosas. También habría células ganglionares en el trayecto de estas fibras, a las que Cajal y Sala dieron el nombre de células ganglionares viscerales.
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Siguen a las arterias y abordan el páncreas junto con ellas, pero sin sistematizarse.
Son nervios mixtos: simpáticos y parasimpáticos, pero igualmente sensitivos y secretores. Las fibras secretomotoras está asegurada por el vago, que transmite una inervación de tipo parasimpática; sin embargo, la secreción pancreática está medida principalmente por las hormonas secretina y colecistocinina, que se forma en el duodeno y en la porción proximal del intestino en respuesta a la estimulación por parte del contenido ácido del estómago mientras que la sensibilidad pertenece al simpático: se puede practicar la esplacnicectomia en los síndromes dolorosos de origen pancreático.
Las fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas pasan a lo largo de las arterias del plexo celiaco y el plexo mesentérico superior y llegan al páncreas. Además de las fibras simpáticas que pasan hacia los vasos sanguíneos, las fibras simpáticas y parasimpáticas se distribuyen hacia las células acinares y los islotes pancreáticos
- INERVACIÓN AUTÓNOMA DEL HÍGADO
Proviene del nervio vago izquierdo (ramos hepáticos) y de la porción celiaca del plexo celiaco. Son, pues, salvo la excepción de los ramos hepáticos provenientes del vago izquierdo, nervios mixtos, cargados de fibras simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso autónomo. Son numerosos y voluminosos y se distinguen dos plexo, anterior y posterior.
- PLEXO ANTERIOR
El plexo anterior sigue el mismo trayecto que la arteria hepática. Sus ramos, muy apretados en su nacimiento, tienden a individuarse a medida que se aproximan al hígado. Rodean en su origen a la arteria hepática. No son solidarios del vaso, no constituyen un plexo vascular propiamente dicho, ya que, si la arteria hepática presenta una anomalía de origen, si nace, por ejemplo, de la mesentérica superior, el plexo hepático anterior se encuentra en su puesto normal.
Como ya se ha indicado para los nervios viscerales, estos siguen a menudo un trayecto paralelo al de los vasos, pero no se hallan bajo su dependencia. Los nervios hepáticos anteriores suben por el espesor del epiplón menor, por delante de la vena porta, a la izquierda de las vías biliares. En el trayecto abandonan finas ramas descendentes, que acompañan, sin adherirles, a los vasos pilóricos, y que se distribuyen por el píloro y la primera porción del duodeno. Son los nervios duodenopilóricos.
Más atrás, es decir, en un plano más profundo, el plexo hepático anterior abandona filetes descendentes que acompañan a la arteria gastroduodenal. Se prolongan por el epiplón gastrocólico a lo largo de la arteria gastroepiploica derecha, siguiendo la curvatura mayor del estómago.
Después de haber dados esos ramos gastrointestinales, los nervios hepáticos anteriores abandonan uno o dos filetes, nervios internos o laterales de la vesícula. Estos filetes nerviosos anastomosados en asas longitudinales pasan por delante del conducto hepático, cruzan en banda el triángulo hepatocístico y siguen el borde izquierdo del conducto cístico y de la vesícula, en la cual terminan.
Numerosos filetes anastomóticos, que constituyen mallas laxas y tenues, unen, al pasar por delante de las vías biliares, el plexo hepático anterior a un filete nervioso, el nervio posterior del colédoco. A esta anastomosis entre los dos plexos se le llama anastomosis prebiliares.
Detrás de este plano anastomótico nervioso situado directamente por detrás de la hoja anterior del epiplón menor, encontramos filetes delgados y cortos que alcanzan en los conductos biliares su cara anterior y de distribuyen en forma de pincelitos laminosos por la túnica adventicia de estos conductos, donde la disección no puede ya seguirlos, nervios propios de las vías biliares. Llegamos al hilio del hígado, los nervios del plexo anterior, después de unirse al nervio gastrohepático, penetran especialmente en la parte izquierda del hígado (lóbulo izquierdo, lóbulo de Spiegel) por el surco transverso.
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