Imagina tu columna vertebral

Imagina tu columna vertebral como una torre formada por muchos bloques (vértebras) separados por almohadillas (discos). La resonancia magnética es como una radiografía muy detallada que nos permite ver el interior de esta torre.

Lo que el informe nos dice:

• Parte superior de la columna (cervical y dorsal): Las almohadillas están deshidratadas (como una esponja vieja), pero no hay protuberancias ni hernias que presionen los nervios.
• Parte baja de la columna (lumbar): 

• Entre la quinta vértebra lumbar y el sacro: La almohadilla está muy deshidratada, sobresale hacia el canal espinal y presiona un poco los nervios. Además, hay cambios en el hueso que indican que la almohadilla ha estado dañada por mucho tiempo.
• En los otros niveles lumbares: Las almohadillas también están deshidratadas y sobresalen, aunque en menor medida, y presionan ligeramente los nervios.
• Las articulaciones entre las vértebras (facetas): Están un poco inflamadas e irritadas, especialmente en la parte baja de la columna.

En resumen:

El principal problema que se observa en tu resonancia magnética es un desgaste de las almohadillas (discos) de la columna, especialmente en la zona lumbar. Este desgaste causa dolor y puede comprimir los nervios, generando molestias y entumecimiento.

¿Qué significan estos términos médicos?

• Desecación discal: Es cuando los discos intervertebrales pierden agua y se vuelven más rígidos.
• Protrusión discal: Es cuando una parte del disco se sale de su lugar y presiona los nervios o la médula espinal.
• Cambios tipo Modic: Son cambios en el hueso que se producen cerca de un disco dañado, indicando un proceso degenerativo.
• Hipertrofia facetaria: Es el engrosamiento de las articulaciones facetarias, que puede causar dolor e irritación.

¿Qué significa esto para ti?

Este informe explica por qué estás sintiendo dolor. Tu médico podrá utilizar esta información para recomendarte el tratamiento más adecuado, que puede incluir:

• Medicamentos: Para aliviar el dolor y la inflamación.
• Fisioterapia: Para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la movilidad.
• Infiltraciones: Inyecciones de medicamentos directamente en la zona dolorida.
• En algunos casos, cirugía: Si el dolor es muy intenso y no mejora con otros tratamientos.

Es importante que consultes a tu médico para que te explique en detalle los resultados de tu resonancia magnética y te indique cuál es el mejor tratamiento para ti.

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