Impactos ambientales y medidas de mitigación en espacios ecoturísticos

UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS[pic 1][pic 2]

“ESPE”

CARRERA DE TURISMO

Impactos ambientales y medidas de mitigación en espacios ecoturísticos.

Por: Anderson Alcocer, Andrea Moreta, Gissela Palma, Katherine Peñafiel, Anahí Ramírez

A partir de la consolidación de lo que se ha denominado la Nueva Era del Turismo (NET) en todo el país tenemos explotación tanto en espacios urbanos como rurales en  donde predomina la motivación por participar de experiencias recreativas vinculadas especialmente al medio ambiente, y cuando la calidad constituye un factor primordial en la valoración que se le asigna a los productos turísticos, puede afirmarse que el objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible no sólo tendrá un efecto positivo en el ámbito ecológico y socio cultural, sino que en muchas zonas, y principalmente en el entorno rural, será una condición básica para asegurar la presencia del turismo como actividad económica (Fayos Solá, 1997; Ministerio de Comercio y Turismo de España, 1994).

Desde hace años la industria turística ha intervenido en escenarios eco-turísticos para lograr su propósito ya sea beneficiario o no ha ido afectando de manera directa o indirecta a la naturaleza y sus habitantes, produciendo así contaminación ambiental producida por basura o dióxido de carbono (CO2), a causa de los desechos masivos que las constructoras turísticas producen, la industria turística además de producir polución; también ha ido acelerando el deterioro del ecosistema o el medio en donde se adapta, generando la transformación de los espacios y localidades derivadas del desarrollo del turismo, estas formas de intervención generan impactos ambientales tantos negativos como positivos, que en el corto plazo reducen su capacidad de proveer los recursos que se han perdido de la naturaleza así mismo sus bienes y servicios derivados de la producción de recursos naturales, y su capacidad de atraer nuevos visitantes y residentes a las áreas rurales, siendo así que estas afectaciones son los impactos más notables los cuales se definen como la “modificación del ambiente ocasionada por la acción del hombre o de la naturaleza”. (Naturales, 2018).

Las acciones que realicen las personas sobre el medio ambiente siempre van a provocar algún efecto que será colateral sobre este. Es así como el turismo se ha convertido en una de las industrias más contaminantes, representando un 8% de la emisión de Co2, estos gases se entienden como la conversión de varios cuerpos en materias en estado de suspensión, ya sean sólidas, líquidas o gaseosas, en un entorno que puede contribuir positiva o negativamente dependiendo de su condición.

Para comprender el impacto de estos gases en el medio ambiente, es importante reconocer una serie de factores que interrelacionados son parte integral de lo que se llama contaminación ambiental. Así mismo al momento de esta emisión de gases ser considerados nocivos, contienen un efecto que perjudica más allá de la polución atmosférica ya que tienen la capacidad de sedimentarse en la superficie de la tierra por medio de las precipitaciones o deposiciones tanto secas como húmedas y que dañan a las personas, animales, cosechas, etc.

Según estudios de la Universidad de Sídney la huella de carbono que provoca el sector turístico es de 4500 millones de toneladas métricas, cuatro veces más de lo que se había previsto y representaba sólo entre el 2,5% y el 3% del total de las emisiones. Si esta tendencia se mantiene, para el año 2025 alcanzarán los 6500 millones de toneladas métricas de Co2.

No obstante, el nuevo estudio incluyó emisiones de otros gases de efecto invernadero también vinculados al turismo, por ejemplo, del cuidado de infraestructura (hoteles y aeropuertos), así como emisiones por la compra de alimentos, bebidas y souvenirs para turistas, que aumentaron el porcentaje de turismo participando en emisiones nocivas para el medio ambiente.

Por otro lado, el entorno natural se ha convertido en el principal atractivo de muchos destinos turísticos. Hoy, la gran mayoría del turismo ha comenzado sobre entornos frágiles. Por esta razón, estos entornos se consideran sensibles al exceso de personas, por ejemplo: islas pequeñas, zonas rurales y zonas costeras. Todos aquellos que son provocados por la cantidad de turistas en un lugar al mismo tiempo, causan mayor daño, es decir, mientras mayor sea el número de personas que visita un determinado lugar, mayor será el impacto que genera en el medio natural,

Si tomamos por ejemplo y aunque pueda parecer obvio, la basura y los residuos que generamos las personas alteran gravemente la vegetación al realizar actividades turísticas. Otro factor que tiende a aumentar durante la temporada alta es la contaminación del agua. Botellas, bolsas y basura en general son solo algunos de los contaminantes que las personas dejan cuando visitan ríos, playas, lagos y ríos.

Los residuos plásticos y sanitarios son los principales residuos en las zonas turísticas (especialmente en la región mediterránea), pero también existen otros residuos como envases de alimentos, latas, papel, colillas de cigarrillos, juguetes, bolsas de plástico, vasos, jeringas, luces intermitentes, globos, zapatos, fuentes de alimentación, guantes, llantas, cepillos de dientes, pañales, envases de aceite de motor, corchos, algunos otros dispositivos electrónicos, madera, etc. Este desperdicio, cuando lo pensamos constantemente, genera problemas de emisión de gases de efecto invernadero, contaminación ambiental, daño a la biodiversidad terrestre y marina, dificultades para mantener y conservar los ecosistemas - playas y parques naturales - y amenazas a la supervivencia de la cultura o de las tradiciones locales.

En todo el país, se cuenta con actividades de tala de árboles, minería o también existen externalidades en la producción industrial que aceleran el deterioro del ecosistema y agravan la situación de pobreza en las zonas rurales pobres. Estas formas de intervención producen impactos ambientales, que a un corto plazo reducen la capacidad para proveer bienes y servicios de la producción de recursos naturales y su capacidad para atraer nuevos recursos, turistas y residentes rurales.

Cualquier zona rural con atributos turísticos tiene determinadas condiciones y obstáculos al desarrollo. Se encuentran cambios con cuatro factores negativos que serán de importancia para afectar directamente al desarrollo sostenible del destino vacacional. La calidad de la experiencia recreativa como primer factor, La protección de los recursos turísticos como segundo, La competitividad de la empresa turística como tercero y por último el cuarto que tiene que ver con las pautas de comportamiento de la comunidad local. En otras palabras, lograr el uso sostenible de nuestros recursos es una meta ya que accediendo a cuidar el país no se perderán los bellos ecosistemas que mantienen los 4 mundos, Debe existir repercusión en toda acción que afecte el uso del territorio. Esto significa que la ubicación de la inversión debe considerar todos los factores, estos factores determinan la sostenibilidad del área de recepción turística, para no cambiar sus perspectivas turísticas.

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