Influencia del Internet en la Escritura en México

INTRODUCCIÓN

Actualmente existen varias definiciones en torno a la lectura que son diversas. Cada una de ellas considera una serie de afirmaciones que ofrecen diferentes aspectos sobre esta capacidad humana. En esta investigación se reconoce a la lectura “Como un proceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre el texto y el lector, quien al procesarlo como lenguaje e interiorizarlo, construye su propio significado. En este medio, la lectura se define como un proceso constructivo al reconocerse que el significado no es una propiedad del texto, sino que el lector lo construye mediante un proceso de transacción flexible en el que conforme va leyendo, le va otorgando sentido particular al texto según sus conocimientos y experiencias en un determinado contexto.(Palacios ,1996, pp. 19-20)

Desde este punto de vista, leer se convierte en una capacidad compleja, superior y exclusiva del ser humano en la que se comprometen todas sus capacidades y que involucra una serie de procesos desde los biológicos, psicológicos, afectivos y sociales que lo llevan a establecer una relación con lo leído y de este modo, esta interacción lo lleva a un nuevo conocimiento.

Cabe señalar que nosotros dentro de esta investigación queremos hacer énfasis en la actividad que realizan los jóvenes lectores y que ellos mismo reconozcan su rol activo para construir y relacionar con su vida el significado de lo que están leyendo. De esta forma la lectura se convierte en una actividad notablemente cotidiana y fundamental para conocer, comprender, consolidar, analizar, sintetizar, aplicar, criticar, construir y reconstruir nuevos saberes y que el joven les dé un propio significado.

Antes de analizar cuál es la situación de la lectura en nuestro país y como el internet ha influido durante los últimos años en la misma, es importante señalar algunos datos estadísticos referentes al tema, visto desde un panorama general.

El estudio uno de los estudios más recientes referente a los “Hábitos de estudio” lo realizó la OCDE y la UNESCO en el año 2006 .Este análisis nos mostró que en Japón el 91% de la población había desarrollado el hábito de la lectura ocupando el primer lugar mundial en este ámbito seguido por Alemania con un 67% y Corea con un 65%. Dentro de los países más atrasados en hábitos de lectura, México ocupó desde el 2006 el penúltimo lugar mundial, de 108 países evaluados con un promedio de 2% de la población que cuenta con hábitos de lectura. (OCDE /UNESCO, 2006, “Hábitos de Lectura”)

A este panorama sombrío se sumaban a la problemática quienes estando en posibilidades de leer y escribir se comportan como analfabetos funcionales, pues en nuestro país se leían 2.9 libros per cápita. (CONACULTA, Encuesta Nacional de Lectura y Escritura, 2006)

Para hacer una afirmación de estos hechos es necesario mencionar datos estadísticos referentes a la población mexicana, sobre todo en el ámbito escolar a nivel secundaria, en el cual nosotros nos enfocamos .Debemos tener en cuenta que la situación lectora se ve reflejada de manera directa en el desarrollo humano y la calidad de vida de los habitantes y sobre todo en la calidad de la formación que reciben millones de niños y jóvenes estudiantes dentro de nuestro sistema educativo.

La población de México está conformada por 121, 783,280 habitantes, de los cuales 954, 158,93 viven en áreas urbanas y 26, 367,387 habitan en zonas rurales. Cabe destacar además, que del total de la población 55, 300,000 mexicanos se encuentran en situación de pobreza.

En lo referente al sistema educativo mexicano, de acuerdo a las cifras difundidas por la Secretaría de Educación Pública, para el ciclo educativo 2015-2016, la matrícula total del sistema registra a 25, 969,583 de estudiantes de educación básica de los cuales 6.6 millones de alumnos asisten a secundaria. (SEP, 2015)

En México existen  5.4 millones de analfabetas.10 millones de personas mayores de 7 años no terminaron estudios de primaria y 16 millones 400 mil no tienen la secundaria concluida. (CONAPO, 2015).

A pesar de las cifras de los años pasados, sorprendentemente los resultados de La Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015, que Conaculta hizo entre 5 mil 845 personas de entre 12  y 56 años de edad demostró  que en nuestro país ahora se lee más, respecto a la última encuesta que se realizó en el 2006. De acuerdo con esta encuesta México es el segundo país que más libros lee al año en América Latina, con 5.3, sólo por abajo de Chile que tiene un promedio de 5.4. Detrás quedaron Argentina (4.6), Brasil (4) y Colombia (2.2).

Esta encuesta muestra también que 60.5% de los lectores menciono que los maestros fueron quienes les inculcaron el hábito y 43.8% mencionó que la influencia la obtuvo de sus padres, demostrando así que la escuela y el hogar son los lugares en donde más se fomenta la lectura. (CONACULTA, Encuesta Nacional de Lectura y Escritura, 2006)

Respecto al tema del uso de Internet como hábito de lectura es importante mencionar algunos datos de los resultados recientes que generó la Primera Encuesta Nacional sobre Consumo de Medios Digitales y Lectura, aplicada en agosto y septiembre de este año también en nuestro país. Es importante para nosotros mencionar varias estadísticas de la misma investigación para precisar las hipótesis acerca de nuestro trabajo.

Los realizadores de esta encuesta tomaron los datos a partir de  la opinión de una muestra de jóvenes de 12 a 29 años de todo el país. La encuesta consistía en algunas preguntas sobre el número de libros leídos y la frecuencia por la cual por medio de la herramienta del internet eran  consultados pues el interés primordial del estudio era conocer el impacto que los medios digitales tienen en la cotidianidad de los jóvenes y de qué manera afectaba en sus hábitos lectores.

En un seminario llamado “La lectura en el mundo de los jóvenes, ¿una actividad en riesgo?” llevado a cabo en el año 2010 en Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM, la investigadora argentina Roxana Morduchowicz señalo que los jóvenes “leen otras cosas, en otros lugares, con otros fines y de otra manera. Podrán leer menos libros, pero no menos. La llegada de Internet demuestra claramente que los chicos leen porque buscan, por ejemplo, información sobre un grupo de música o alguna actividad en especial; necesitan leer para ingresar en un blog o en un sitio web, o para crear su propio blog; ahí no sólo leen, sino también escriben, aunque efectivamente lo hacen de manera distinta.”

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