Investigacion De Apasionada De Pierre Joliot

RESUMEN DE LA INVESTIGACION APASIONADA

Con la experiencia de cincuenta años de investigador, Pierre Joliot hace una reflexión sobre las condiciones en las que se realizan las investigaciones científicas en la actualidad y sobre cómo las tendencias actuales que favorecen la eficacia y la competitividad a corto plazo pueden debilitar las capacidades de innovación y de creación científica. Para Joliot, la investigación debe ser ante todo un placer y un juego, un equilibrio entre experiencia y teoría, entre intuición y lógica, en la que no está de más hacer una revisión de algunos valores que hoy se consideran obsoletos o idealistas.

Con el respaldo de más de cincuenta años de experiencia en la investigación de los procesos fotosintéticos y considerado como uno de los más importantes científicos en su área, Pierre Joliot nos muestra en este texto varios aspectos relacionados con el desarrollo de la ciencia durante el siglo XX e inicios del XXI. Declarándose enemigo de aquella práctica científica en donde la competencia feroz y sin escrúpulos -que da como resultado el desarrollo de investigaciones de dudosa rigurosidad- también ofrece alternativas que podrían ser de gran utilidad para el avance y desarrollo de nuevas ideas y líneas de trabajo que alienten la imaginación y creatividad de los nuevos científicos.

A lo largo de este trabajo el lector encontrará diversos ejemplos de aquellos errores en los que incurren muchos grupos de trabajo ya sea voluntariamente o no provocados por las grandes presiones ejercidas por todas aquellas instancias que financian el quehacer científico y que de una manera u otra impactan a la sociedad por completo.

El desarrollo de la investigación científica en el siglo XX trae consigo nuevas perspectivas que se implementan para dar una dinámica distinta que el autor comenta ampliamente: tecnología, formas de evaluación, mecanismos de financiamiento, estructuración de equipos interdisciplinarios de trabajo y conformación de material humano preparado para lidiar con la problemática actual que impone el mundo.

Considerándose por momentos como un nostálgico de las viejas prácticas del trabajo científico, Joliot advierte que no todo lo realizado en otros tiempos debe ser desechado sin antes hacer una reflexión de los verdaderamente valiosos y aprovecharlo en beneficio de las nuevas generaciones de investigadores que se enfrentan a una situación cada vez más difícil de competencia.

En este tenor subraya la importancia del Estado como gran promotor de la ciencia y de la cultura en general, que permite la libre discusión de proyectos que no reportarán en lo inmediato un beneficio a la sociedad pero que edifican la base para el desarrollo de nuevos conocimientos y tecnologías que bien podrían ser utilizados en un futuro no tan lejano. En contraparte se tiene a aquellas instituciones no públicas cuyos objetivos son distintos y sus metas están delineadas por distintos aspectos financieros actualmente globalizados que les reditúan ganancias económicas inmediatas.

En cuanto a la formación de nuevos científicos en un ambiente de constante competencia, Pierre Joliot advierte que esto podría provocar que su preparación no fuera la adecuada pues el joven debe de pasar por un proceso en el que se le permita desarrollar su curiosidad e imaginación al momento de plantear nuevas interrogantes. Por lo anterior, el autor es defensor de las escuelas de pensamiento que han sobrevivido por años, ya que a partir de ellas se logra una estabilidad del trabajo científico y como consecuencia la creación de nuevos investigadores con los suficientes elementos para desenvolverse con mayor aptitud en sus labores.

Los retos que aparecen hoy en día son varios, pero el investigador debe de obligarse a innovar formas de dar

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