LA BAQUELITA.

LA BAQUELITA.

Desde tiempos inmemoriales el hombre ha estado buscando un material que podría ser conformado en cualquier forma y  luego permanecer inmutable en esta forma. Inicialmente encontró estos materiales en la naturaleza. Antes de crearse los polímeros, la madre naturaleza era la única y exclusiva fuente de materiales con que el hombre contaba para la realización de sus herramientas, útiles y objetos de uso cotidiano. Las propiedades que ofrecían las piedras, las maderas o los metales no satisfacían todas las demandas existentes así que, el hombre en su innato afán de investigación y búsqueda comenzó a aplicar sustancias que suplieran estas carencias. En estos momentos entra en escena un material que supondría la revolución en el mundo de los polímeros y el primero de la enorme cantidad de nuevos plásticos que aparecerían posteriormente.

Tiene lugar la creación del primer plástico sintético termoestable a manos del químico Leo Baekeland, que nació en un humilde hogar de un zapatero en la ciudad belga de  gante. El 14 de noviembre de 1863, después de salir de la escuela primaria asistió a la escuela técnica donde tomo curso tales como, mecánica, economía, física, química y se graduó con distinción. En 1880 recibió una beca de la universidad de Gante, demostrando un especial interés por la química orgánica y la teoría de las formas. El buscaba un material que permitiera aislar el paso de la corriente eléctrica.

Pero todo esto empieza unos años antes en  1872 donde el químico alemán Adolf von Baeyer, mezclo fenol y formaldehido, los puso en el tubo de ensayo y al cabo de poco tiempo se desbordaron en una llama gaseosa y entonces sucedió lo que los químicos llaman la reacción fenol-formaldehido. Se mezclaron y formaron una masa pegajosa y viscosa que no servía para nada, o por lo menos no servía para nada hasta que apareció Leo Baekeland, un brillante químico, que acabaría siendo considerado el padre de los plásticos modernos. Beakeland estudio la reacción fenol formaldehido y observo que la sustancia pegajosa se volvía dura al calentarla y que tomaba la forma del recipiente en el que se hallaba, sin embargo la reacción fenol formaldehido tenía un grave problema, al calentarlos los productos químicos emitían un gas que hacía que se solidificaran en una masa espumosa que se desmigajaba fácilmente. Entonces se vio obligado a diseñar una forma efectiva de procesar el material, lo consiguió al inventar el método de calor y presión, al diseñar una máquina que denomino el Baquelizador, que calentaba los productos a altas temperaturas y los presionaba para expulsar el gas y crear un material suave, liso y duro, a este material descubierto en 1907 lo llamo baquelita.

La baquelita es una resina de color oscura, dura y frágil, con aspecto metálico, que puede moldearse a medida que se forma y endurece al solidificarse. Entre sus principales propiedades se encuentra su elevada resistencia a la temperatura, no conduce la electricidad, buena resistencia al fuego, resistencia a la abrasión, buena resistencia a agentes químicos, estabilidad dimensional, buena adhesión a otra matrices termoestables y resistencia al choque. Este se produjo en tres formas, baquelita A, B y C en función de sus características químicas y físicas.

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