LA CONDICION HUMANA ACTUAL

Destruido el mundo medieval del ser humano donde reina la tiranía, el hombre de occidente pareció encaminado hacia el logro final de sus anhelados sueños y visiones construyo una conciencia nueva, que con el tiempo llevo a la producción de fuerzas productivas desconocidas hasta entonces. Creo sistemas políticos que parecieron asegurar el desarrollo libre y provechoso del individuo, redujo el tiempo de trabajo hasta un punto tal que el hombre occidental tiene libertad para gozar de horas de ocio en una medida que a sus antepasados difícilmente podrían gozar.

El carácter del hombre ha sido moldeado por las exigencias del mundo que él creó con sus manos. En los siglos XVIII y XIX el carácter social estaba determinado por el deseo de explotar por las fuertes tendencias a la explotación y la acumulación que presentaba esta época.

En este siglo el carácter del hombre se orienta más hacia una pasividad y una identificación con los valores del mercado. El hombre se ha convertido en lactante, eternamente confiado y eternamente frustrado.

Tiene libertad para producir y para vender. El hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo que y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente; si lo logra habrá triunfado y su vida tendrá sentido, de lo contrario será un fracaso. Su valor reside en el precio que puede obtener para sus servicios, no en sus cualidades de amor y razón, nuestra sociedad necesita hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos, necesita hombres que se sientan libres e independientes que no se sometan a ninguna autoridad, hombres que puedan ser guiados por fuerzas, conducido sin líderes, impulsados sin metas.

El empresario se ha convertido en un burócrata que maneja cosas, números, y seres humanos, el hombre odia su vida de trabajo pues lo hace sentirse prisionero, es un sistema de deseos y satisfacciones debe trabajar para poder satisfacer sus necesidades estimulado por la economía.

También el amor para el hombre es un fenómeno raro, los autómatas no aman, los enojados no se preocupan, los expertos en relaciones amorosas y los concejeros matrimoniales consideran que una relación de equipo entre dos personas se maneja. Con técnica cuyo amor es esencialmente un egoísmo un fondeadero abrigo para una soledad de otro modo insoportable.

Los hombres cada vez son más autómatas que fabrican maquinas que actúan como hombres que funcionan como maquinas su razón se deteriora a la vez que crece su inteligencia, dando así lugar a la peligrosa situación de proporciona, al hombre la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla, el hombre pierde cada vez más el sentido de ser el mismo, tiene la sensación de que su vida carece de sentido, debe volver a adquirir un sentimiento de ser el mismo debe ser capaz de amar y de convertir su trabajo en una actividad concreta y llena de significado por el contrario es destino

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