LA DIMENSIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO
Enviado por Wanda Hurtado • 11 de Abril de 2019 • Resumen • 1.946 Palabras (8 Páginas) • 131 Visitas
LA DIMENSIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO
Capítulo 1: Problemática ambiental: entre el orden ecosistémico y el desorden cultural (Leonel Vega Mora, 2017)
El capítulo de Leonel Vega Mora, muestra la problemática ambiental como el producto del desarrollo de la humanidad y sus actividades dependientes de los servicios ecosistémicos generados por la naturaleza, entendida esta como un macroproceso por el cual la energía se transforma en materia, vida y cultura. Sin embargo estos servicios ecosistémicos a lo largo de la historia, se han percibido por el ser humano como no necesarios para el funcionamiento de todas las formas de vida e inagotables en su uso, por ende comprender la problemática ambiental junto al desarrollo actual como menciona (Vega Mora, 2017) “llevan necesariamente al estudio integral y sistémico de la naturaleza, y son consecuencia directa de la cosmovisión que sobre ella, su creación y evolución han tenido los seres humanos a través de los tiempos” (pág. 3).
Desde el enfoque anterior (Vega Mora, 2017), nombra un hito histórico como la revolución industrial que marcó la problemática entre el orden ecosistémico y el desorden cultural, entendido el primero como el orden natural existente (incluso antes de la aparición del ser humano) regido por un conjunto de leyes naturales y factores que garantizan el balance del sistema, que a su vez permiten el funcionamiento de la vida en el planeta, y el siguiente como aquellas acciones que alteran ese orden natural tales como el crecimiento poblacional exponencial, explotación o uso desmedido de recursos, mala disposición de residuos, entre otros. De igual manera al comprender lo antes mencionado, se evidencia como la especie humana es capaz de generar transformaciones con tanta fuerza que dan como resultado la afectación de los procesos naturales fundamentales dentro del orden ecosistémico citados desde (Ángel Maya, 1997) por (Vega Mora, 2017) tales como: el nicho, función de cada especie dentro el ecosistema; la sucesión ecológica, la manera como el ecosistema evoluciona y madura; el balance poblacional, garantía de que cada nicho no esté por encima de los límites de energía; las zonas de vida, distribución de la vida en el planeta; y la resiliencia, como la capacidad de absorción de las afectaciones del medio sin alterar sus características y así mismo lograr regresar a su estado original luego de la afectación.
Particularmente es de mencionar los servicios ambientales, donde (Vega Mora, 2017) los define como aquellos que prestan los ecosistemas para la sostenibilidad de la vida y son base fundamental del desarrollo socioeconómico para los seres humanos, por consiguiente la inherente dependencia tanto como la degradación de estos recursos, que si bien nos dan una utilidad son de disponibilidad limitada y con potencial de agotamiento. Los servicios ambientales se presentan en tres tipos: servicios de regulación, evidentes en los ciclos naturales por ejemplo en la regulación del clima; servicios de soporte, enfocados en el suministro de recursos naturales; y servicios de control vinculados a la resiliencia de los ecosistemas.
Dentro de la problemática ambiental, como se mencionó anteriormente se encuentra el desorden cultural de la civilización actual basado en la transformación del orden natural mediante acciones humanas expresadas en cinco grandes grupos: 1.Crecimiento poblacional exponencial, el cual se mantuvo estabilizado hasta el siglo XVIII pero con una explosión demográfica debido a las mejoras en las condiciones de sanidad, alimentación, salud, entre otras durante la revolución industrial pero con una contraparte y es que el mayor crecimiento se presenta en las regiones menos desarrolladas; 2.Crecimiento económico y concentración de la riqueza y poder, producto del poder financiero y político en manos de una minoría con intereses particulares; 3.Conflictos bélicos, constituidos como un riesgo para la sostenibilidad mundial por la contaminación generada y que tiene como víctima directa el medio ambiente; 4.Uso y/o explotación irracional de recursos naturales, consecuencia principal del agotamiento de recursos junto a los impactos y pasivos ambientales que ocasiona; 5.Generación y disposición inadecuada de residuos líquidos, sólidos y gaseosos, debido a su incontrolada generación derivado del aumento de las poblaciones en especial en zonas urbanas.
En este orden de ideas acerca del desorden cultural, como consecuencia de ello se desencadena la generación de impactos y pasivos ambientales. Se debe por tanto entender que el impacto ambiental es por (Vega Mora, 2017) “la alteración significativa de los sistemas naturales y transformados y de sus recursos, provocada o no por acciones humanas” (pág. 26), de ahí que se clasifiquen en cuatro grandes grupos: 1.La contaminación ambiental, en la cual se debe considerar la fuente de generadora por ejemplo los materiales plásticos y el receptor de la contaminación como el medio hídrico, el suelo y la atmosfera junto a sus efectos para las formas de vida; 2.El agotamiento de recursos naturales, generado por el modelo actual de desarrollo extractivista que ejerce presión para la obtención de materias primas e insumos derivados de recursos como los energéticos fósiles, hídricos, pesqueros, suelos, forestales; 3.El deterioro de los ecosistemas y la biodiversidad, con consecuencias como la extinción de especies incluida la humana; 4.El deterioro de la calidad de vida humana, entendido como el bienestar total en las faceras del ser humano entre ellas materiales, psicológicas, sociales y ecológicas. Los pasivos ambientales por otro lado citado desde (Garzón, 2012) por (Vega Mora, 2017) son “impactos ambientales que no fueron adecuadamente previstos, mitigados y/o eliminados durante el desarrollo de cualquier actividad antrópica, constituyéndose en una deuda social con el medio ambiente” (pág. 26) y sin una gestión ambiental por parte de los responsables.
Finalmente, esto conlleva unos desafíos y en esencia lograr que la especie humana se conciba en el sistema natural como parte de y no dueña de, desde el entendimiento de las problemáticas ya mencionadas para lograr así darle frente según (Vega Mora, 2017) a “la lucha contra la pobreza, la inequidad y la injusticia social” (pág. 43) enmarcadas en los Objetivos de “Desarrollo Sostenible”.
En conclusión, se entiende que se necesita avanzar hacia una sociedad informada que vele por los intereses no sólo individuales sino colectivos, especialmente en aquellas situaciones donde los procesos económicos y políticos vayan en contravía del bienestar total, fundamentada en la responsabilidad y el respeto con el medio ambiente, ya que como menciona (Vega Mora, 2017) “la zona de confort individual y/o el grado vulnerabilidad en que cada cual considere se encuentra, se tome conciencia sobre la necesidad de evolucionar culturalmente hacia estados colectivos y/o sistémicos…” (pág. 47).
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