LA INFLUENCIA DEL ADULTO MAYOR COMO UN ACTOR SOCIAL ÚTIL EN LAS FUTURAS GENERACIONES.

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

GRUPOS SOCIALES CON DERECHOS ESPECÍFICOS

María Belén Álvarez

Semestre II

LA INFLUENCIA DEL ADULTO MAYOR COMO UN ACTOR SOCIAL ÚTIL EN LAS FUTURAS GENERACIONES

Actualmente al escuchar “Adulto Mayor” enseguida se nos viene a la mente un ancianito de blancas canas, que utilizando un bastón camina en dirección a una silla, la que posteriormente utilizará para sentarse, pues según erróneamente pensamos, él ya no puede hacer nada más porque su edad no le permite realizar las actividades que haría una persona de 30 años.

Pero: ¿Por qué tenemos esta idea tan equivocada de la vejez? ¿El ser adulto mayor es sinónimo de ser inútil?, La respuesta es NO, estas concepciones erróneas se las ha ido formando  la sociedad con el paso del tiempo, sin embargo para sustentar mi respuesta primero debemos conocer que ocurre socialmente cuando envejecemos. (JAGGER, 2015)

• LA VIDA LABORAL:

1. El retiro del trabajo produce un gran impacto psicológico; llevando muchas veces a graves y progresivos problemas de depresión, ocasionado por perdida de su identificación dentro de la sociedad, se siente que no es nadie y pierde su sociabilidad.
2. Tiene restricciones económicas al recibir una pensión inferior al ingreso percibido por trabajo remunerado, como también dispone de mayor tiempo libre, se siente inútil sin saber cómo llenarlo.

• LA IDEOLOGIA DEL VIEJISMO:

Nuestra sociedad da una imagen equivocada de esta etapa de la vida, por el retiro forzado del trabajo y los cambios biológicos la considera como “viejismo”: Una etapa de decadencia en lo físico y lo mental, dando al adulto mayor una imagen de incapacidad, de inutilidad social y de rigidez, ahí que acepten su deterioro como algo fatal que los lleva a asumir una actitud de resignación y apatía, restringiéndose cualquier iniciativa de superación por grandes temores a ser rechazados.

Sienten además que los más jóvenes no los comprenden, no tienen capacidad de escuchar y que por ser ellos "viejos", encuentran sus ideas anticuadas.

• AUSENCIA DEL ROL:

1. Las etapas de niñez, adolescencia y adultez tienen sus roles perfectamente establecidos, pero no existe una definición socio-cultural del conjunto de actividades que serían específicas de los adultos mayores y cuyo desempeño los haría sentirse útiles, conseguir reconocimiento social y elevar su autoestima.
2. En muchos casos el compañero/a ya partió y deben enfrentar los desajustes emocionales de la viudez, unidos en la mayoría de los casos, con la independencia de los hijos.  

Después de conocer los cambios sociales que sufre un adulto mayor podemos concluir que su supuesta “INUTILIDAD” es únicamente una mera construcción social, que deshumaniza la dignidad del mismo hasta llegar al punto de creérselo.

Rectificar la actual imagen negativa de la vejez es, por tanto, una tarea cultural y educativa que debe comprometer a todas las generaciones.                                                                                                              Existe la responsabilidad para con los ancianos de hoy, de ayudarles a captar el sentido de la edad, a apreciar sus propios recursos y así superar la tentación del rechazo, del auto-aislamiento, de la resignación a un sentimiento de inutilidad, de la desesperación.

Por otra parte, existe la responsabilidad para con las generaciones futuras, que consiste en preparar un contexto humano, social y espiritual en el que toda persona pueda vivir con dignidad y plenitud esa etapa de la vida para todo esto existen maneras de apoyar al adulto mayor e incluirlo de nuevo en la sociedad, es decir, volver a mirar al adulto mayor como un actor social con capacidades para aportar y con necesidades propias. (DIRECTORIO FRANCISCANO, 2014)

Entre ellas podríamos encontrar:

- La creación de asociaciones de ancianos como medio de representación política y sindical.
- En la medida de lo posible, los ancianos deberán poder permanecer en el propio ambiente, gracias al apoyo que se les prestará mediante, por ejemplo, la asistencia a domicilio, el hospital de día, los centros diurnos, etc.

- Al hacer referencia a las residencias para ancianos, por el hecho mismo de que ofrecen alojamiento a personas que han tenido que dejar su propio hogar, habrá que insistir en que en ellas se ha de respetar la autonomía y la personalidad de cada individuo, garantizándole la posibilidad de desarrollar actividades vinculadas a sus propios intereses; y se han de prestar todas las atenciones que requiere la edad que avanza, dando a la acogida una dimensión lo más familiar posible.

- Muchos de los adultos mayores se han dedicado a la planificación de su jubilación, se enfocan en encontrar una actividad o hobbie que ocupe el tiempo que tendrá de sobra al dejar su trabajo, para esto pueden ser actividades de crecimiento personal como “Sesenta y piquito”.

- Medidas de salud física y psíquica del estado y la sociedad.
- Tener compañía y afecto por parte de su familia, quienes deben garantizar a las personas mayores sus necesidades básicas y que dispongan de los recursos suficientes para seguir viviendo de forma útil y satisfactoria dentro de la comunidad.
- Contar con seguridad económica y vivienda.

- Los adultos mayores se convierten en una gran fuente de apoyo, conocimiento y experiencia en el campo laboral, ya que pueden emprender negocios propios, lo que los ayudaría a sentirse útiles para con la sociedad  

La presencia del adulto mayor en el mundo es muy importante para el desarrollo integral de las nuevas generaciones, ya que lo que ellos pueden aportar al proceso de humanización de nuestra sociedad y de nuestra cultura es más precioso que nunca, como por ejemplo:

- La memoria: Las generaciones más jóvenes van perdiendo el sentido de la historia y, con éste, la propia identidad. Una sociedad que minimiza el sentido de la historia elude la tarea de la formación de los jóvenes, una sociedad que ignora el pasado corre el riesgo de repetir más fácilmente los errores de este. La caída del sentido histórico puede imputarse también a un sistema de vida que ha alejado y aislado a los ancianos, poniendo obstáculos al diálogo entre las generaciones.

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