LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL CÓMO ILUSIÓN MATERNAL

LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL CÓMO ILUSIÓN MATERNAL

Muy buenos días público. Me presento, mi nombre es Cynthia Natzelli Carmona Gopar. Me da gusto saber que tengo público joven, puesto que considero que tienen hambre de aprender, se quieren cultivar de información y justamente es lo que hoy vengo a proporcionarles.

El día de hoy les explicaré grosso modo acerca de un tema que ocasiona polémica entre la sociedad y         que tiene gran impacto actualmente.  

Para iniciar ¿Qué es la inseminación artificial o la técnica de reproducción asistida?

La inseminación artificial es un procedimiento de reproducción asistida que consiste en la colocación de semen previamente preparado en un laboratorio en el interior del útero de la mujer. De esta forma, se consigue aumentar las probabilidades de que el óvulo quede fecundado por el espermatozoide y, por tanto, que el embarazo ocurra. El semen utilizado puede provenir tanto del hombre de la pareja como de un donante.

Pero antes de continuar, hay dos variables; el semen del hombre puede ser débil en cuestión de espermas y no es posible fecundar a su pareja, es aquí cuando se opta por un donante.

Y así mismo, las mujeres solteras que desean concebir un hijo acuden a este método.

En este caso, vamos a enfocarnos únicamente a las mujeres solteras que desean formar su propia familia.

Citando lo que dicen quienes han optado por esta vía

¿Cuáles son las razones que alegan las madres solteras por elección para seguir la vía de la fecundación asistida? Esas razones están relacionadas, al menos entre las entrevistadas que han seguido esta vía de acceso a la maternidad (salvando una excepción, con una preferencia por la reproducción biológica sobre la adoptiva, y con la posibilidad de evitar, al mismo tiempo, los inconvenientes (ideológicos, sociales, morales, etcétera) derivados de mantener relaciones sexuales orientadas expresamente a la maternidad en solitario.

“La verdad es que todo el mundo sabe que la adopción es una opción, y a mí lo que me importaba era ser madre. Sé que es algo diferente, una experiencia diferente, ¿no?, el tener tus propios hijos biológicos que los de otras personas, que llegas a considerar como tus hijos, pero yo es que en ese sentido... creo que no tendría problemas, por lo menos, de prejuicios de entrada. Luego, oye, hay gente que ha fracasado también en esa experiencia, que creías que podrías con ello y, a lo mejor, te encuentras con que no puedes, ¿no?, pero de entrada yo no tengo ningún rechazo por esa opción. Y, entonces, ante la previsión también de tener algún problema para tener a mis propios hijos, pues, contemplar siempre esa posibilidad, ¿sabes? (Mariana, 35-40 años, soltera, estudios universitarios; reproducción asistida en proceso).

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