LA NUEVA “ARQUITECTURA DE GENERO” DE LAS NACIONES UNIDAS. LA CREACION DE ONU MUJERES

Hilary Charlesworth y Christine Chinkin en su publicación LA NUEVA “ARQUITECTURA DE GENERO” DE LAS NACIONES UNIDAS. LA CREACION DE ONU MUJERES. Hacen un análisis, partiendo del estudio del derecho internacional, sobre como la nueva “arquitectura de género” repercute en el contexto de todas y cada una de las mujeres en el universo y recurren para ello, al estudio de las reformas hechas por la ONU, que permite a las autoras develar y exponer como se ha desvalorizado el sustento legal anteponiendo asuntos estructurales, también denominados “coherencia institucional”.  Se confirma entonces como decrece el alcance normativo en el modelo de ONU Mujeres, el cual permitiría una modificación más profunda y compleja. de la situación extrema de disparidad y desproporción del género femenino, para dar lugar a otras configuraciones carentes de fondo.

En este sentido, se propone un interrogante que cuestiona la utilidad y eficacia tanto de un cuerpo particular y especializado, por la posibilidad de resultar excluido y menospreciado, como de una institución más amplia y genérica, corriendo el riesgo de ser ignorados y prescindidos. No obstante, partiendo de la creación de ONU Mujeres, no queda duda de que este debate se resuelve a favor de la primera modalidad.

La coherencia institucional, presentada como el principal incentivo de cambio, es señalada como una tentativa pobre e insuficiente de transformación. Los críticos de este argumento estipulan que las dificultades de la ONU no podrán resolverse a partir de una reforma de la institución.  Finalmente, se advierte de manera critica la inexplicable razón del porqué se posterga y aplaza por un lapso tan prolongado el desarrollo de las entidades de ONU Mujer.

Se expone también la edificación de ONU Mujeres, como principal respuesta a demandas y requerimientos sobre los derechos y la valoración a la vida y obra de las mujeres, mediante la creación tratados, implementaciones, estudios y regímenes especiales para este género. No obstante, esta labor ha sido quebrantada y segmentada.

Si bien existieron organizaciones previas, la CSW es la principal institución especial dedicada a las mujeres, acogida por múltiples estados parte de la ONU. Esta fue constituida como tal aun ante las críticas recibidas que se contraponían a la segregación de las problemáticas de las mujeres respecto de las de todo el mundo, a lo que la diputada Bodil Begtrup, respondía, sustentando la falta de veracidad de dicho argumento, pues en la cotidianidad es verificable que las dificultades e impedimentos que sufren las mujeres se deben o están condicionados a su género

Sin embargo, estos cuerpos específicos carecen de soporte y protección, no cuentan con los medios suficientes para su financiamiento; esto da lugar, a la asistencia y aporte de sujetos particulares que los hace sentir con la facultad para exigir posteriormente su retribución, y la dependencia frente a otros actores más.

Desde la perspectiva de la creación de ONU Mujeres, esta ha sido encasillada y relegada en el ámbito de la coherencia institucional y solo de forma secundaria y accesoria en el campo de la legalidad. La primera parte de la resolución inicial establece una organización burocrática, sugiere compromisos de acrecentamiento de la ONU; evalúa el sistema de valoración y busca incrementar fondos; y estimula el buen desempeño de la ONU. En la segunda parte, se dirige directamente a la constitución de ONU Mujeres, esto se limita a una mera división administrativa. Se manifiesta como eficacia del trabajo de los cuatro organismos existentes. Queda en entre dicho la supuesta relación de los derechos de las mujeres y el desarrollo. Las autoras han propuesto enfocarse en ambos aspectos, tanto el legal como en el de coherencia, pues lo uno se sustenta en lo otro y solo mediante la cooperación conjunta, el progreso será notable.

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