LA NUEVA VISIÓN DEL CEREBRO

Los científicos han cambiado radicalmente sus ideas acerca de la organización del cerebro. Apoyados por las nuevas técnicas que les permiten visualizar la actividad de ese órgano.

Las recientes investigaciones indican que las zonas del cerebro no están tan delimitadas y actúan simultáneamente. En contraposición con lo que se suponía de la corteza cerebral y que esta se podía dividir en zonas bien definidas.

Historia de una taza

Por ejemplo: Ahora se sabe que para que nuestra mano pueda tomar la taza, necesita de un mecanismo capaz de traducir la información sensorial que recibe en la forma en que los dedos la agarrarán. Gracias a la investigación actual sobre las neuronas de la corteza motora del cerebro se sabe que ambos son simultáneos. A diferencia de tomar la información visual de la taza y pasarla posteriormente, a la corteza frontal, sede del pensamiento racional y las decisiones.

Espejos en el cerebro

El descubrimiento de unas neuronas motoras, a las cuales llamaron “neuronas espejo” proporcionan una representación interna de las acciones, tanto propias como ajenas, y son responsables de comportamientos como el reconocimiento y la imitación, la empatía y quizá incluso de nuestra capacidad de imitar sonidos. Gracias a los estudios hechos en los años 90 por Rizzolatti y sus colaboradores. De ahí a concluir que intervienen en la adquisición del lenguaje hay sólo un paso.

Imitación y comunicación

Existe la idea de que el lenguaje no es consecuencia de la comunicación, sino un comportamiento instintivo. En los años 50, Noam Chomsky postuló una teoría para explicar por qué los niños aprenden a hablar rápido, propuso que todos los idiomas cumplen una gramática universal y los niños la traen programada en el cerebro por evolución.

En años recientes, Steven Pinker ha tomado la idea de Chomsky como base de su estudio, El instinto del lenguaje. La existencia de un instinto de lenguaje se constata, por ejemplo, en los lenguajes de señas que han surgido espontáneamente en comunidades de sordomudos aisladas del resto del mundo.

En años más recientes, el psicólogo canadiense Steven llevó a que el lenguaje se empezara a estudiar no sólo como un producto de la mente, sino como una actividad física. Los científicos empezaron a entender que el lenguaje depende mucho de las neuronas de la corteza cerebral que controlan los músculos, en particular la respiración

Los primates, y especialmente los humanos, tenemos un control relativamente fino de las manos y los dedos, así como de los músculos de la cara, lo que se debe a que existe una conexión directa entre la corteza motora y los músculos que controlan estas partes del cuerpo. En los humanos los alcances de la corteza motora se extienden a un grupo de neuronas motoras conocidas como núcleo ambiguo, que controla el movimiento de la laringe, y otro que controla los músculos

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