LA SALUD EN COLOMBIA Y LA RELACIÓN DEL QUÍMICO FARMACÉUTICO

LA SALUD EN COLOMBIA Y LA RELACIÓN DEL  QUÍMICO FARMACÉUTICO

“Según los resultados de la Encuesta Gallup de abril, ocho de cada diez colombianos desaprueban la forma como se enfrentan los problemas de la salud y piensan que las condiciones y su calidad están empeorando. Tristemente es el campo peor evaluado, por encima de la guerrilla, el narcotráfico, la inseguridad y el desempleo”.1

El ejercicio de la medicina y áreas profesionales relacionadas con el sector de la salud, están basados en la relación médico-paciente de la cual nacen los derechos y deberes mutuos. El profesional además de prestar una excelente y adecuada asistencia al paciente debe respetar sus derechos y cumplir sus deberes como profesional.

Desde nuestra profesión y por tanto desde el área de la salud, se convierte en una obligación dirigir nuestra atención a una de las problemáticas más grandes por la cual atraviesa nuestro país, la crisis del sistema de salud nos incumbe desde nuestro oficio y como usuarios, por tanto la podemos abordar, dando la visión propia de un Colombiano que sufre a diario las deficiencias de salud que ofrece nuestro gobierno ávido.

Los hospitales y clínicas del país al igual que  el sistema de seguridad social en salud atraviesan por una crisis que trasciende los aspectos estrictamente financieros y de gestión,  y están generándose en el sector comportamientos que contradicen la misión, trayectoria, valores y principios2,  es por eso que la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas consciente de su responsabilidad social, además  de sus compromisos éticos , ha definido un conjunto de valores que pretenden orientar  a las instituciones y a las personas  de tal forma que exista una coherencia clara entre sus enunciados filosóficos, las actitudes y comportamientos reales en la vida práctica3.

Valores, principios y elementos como la equidad, la solidaridad, el respeto al derecho a la salud,  la atención apropiada,  entre otros, acompañados de personal capacitado e idóneo,  elementos y equipamiento moderno, apoyo a atención en salud con los mejores medicamentos pero sobretodo bien administrados,  seguimiento terapéutico, prevención y más, contribuirían a una estructura hospitalaria capaz de cumplir a cabalidad los derechos de los usuarios del sistema en Colombia.

Si nos ocupamos de la Atención Primaria en Salud (APS) la cual según la OMS enmarca la asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos4 ; sabemos que  sigue buscando mayor equidad en salud, salud para todos, acción intersectorial, participación ciudadana, sostenibilidad financiera del sistema, etc., con lo que pretende mayor equidad en el nivel de salud y en el acceso a los servicios así como mejor eficiencia global del sistema a menores costos. Pero en resumidas cuentas la APS o su modelo en nuestro país, sigue en deuda, y no precisamente porque carezca de fundamentos teóricos o éticos.5

Un  aspecto muy importante del actual sistema es la relación médico-paciente, en un país capitalista como el nuestro, donde la salud está en manos de empresas privadas que convierten los servicios médicos en una forma más de comercio, rompen esa relación interpersonal, que es de vital importancia para la asistencia médica. En la relación médico-paciente el médico en su condición de profesional debe estar dispuesto a brindar su ayuda en forma humanitaria y sensible, pilar sobre el que descansa el nivel de satisfacción de la atención médica6, pero esto se ha ido perdiendo dada la mentalidad técnica actual, y donde como mencionábamos el  paciente  se ha convertido en un cliente, y los médicos se convierten en  vendedores.

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