LA TIERRA Y SU INTERIOR

El Sistema Solar se formó, hace unos 4.600 millones de años, por la contracción de una gran nube de gas y polvo que giraba en torno a su centro. La rotación era muy lenta en un principio, pero al contraerse fue rotando cada vez a mayor velocidad. Al contraerse el material de la nube fue cayendo formando el Sol al centro rodeado de un gran disco aplanado en forma de lenteja. El gas y polvo de este disco fue inicialmente cayendo lentamente a lo que se convertiría en el Sol en el centro, La temperatura y la presión en el centro de este disco fue aumentando hasta alcanzar las condiciones que permitieron generar las reacciones nucleares que hoy tienen lugar en el interior del Sol.

En las zonas alejadas del centro, la baja temperatura permitió que las partículas sólidas se fueran agrupando hasta formar los cuerpos que hoy giran en torno al Sol. Cerca del centro la temperatura era muy alta para la formación de hielos y en esa zona del disco se formaron los planetas terrestres. Más lejos, las bajas temperaturas permitieron la formación de hielos favoreciendo el crecimiento de los planetas gigantes. Más lejos aun, la temperatura extremadamente fría favoreció la formación de hielos, sin embargo había ya muy poco material para formar planetas: allí se formaron los cometas y el Cinturón de Kuiper.

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