LA VERDAD EN LOS HUESOS. APUNTES

LA VERDAD EN LOS HUESOS

Los paleontólogos se encargan de estudiar los fósiles para enriquecer el conocimiento acerca de las antiguas formas de vida y su medio. Se cree que el registro fósil es la principal herramienta de los darwinistas para confirmar su teoría, pero, por el contrario, este representa su mayor obstáculo,  puesto que en vez de hallar en los fósiles una secuencia lógica de la evolución de cada especie, se encuentran grandes saltos entre una y otra que no permite establecer una relación directa entre ellas. La paleontología nunca evidencia las numerosas formas de transición entre especies que deberían haber existido. Darwin afirmó que faltaba información geológica sobre los eslabones intermediarios y que dicha ausencia no sustentaba los relatos gradualistas defendidos en su teoría, pero a su vez  justificó esta falta de evidencias paleontológicas manifestando que a la época no se había descubierto el registro fósil completo de las especies. Desde entonces y hasta la fecha las evidencias siguen sin aparecer.

Durante años los darwinistas han difundido la teoría de que cada especie fue evolucionando poco a poco dando pie al surgimiento de otra, lo que ha permitido una gran diversidad de especies en la actualidad. Del mismo modo afirmaban que esas nuevas y mejores especies poseían similitudes entre sí, puesto que partían de un ancestro común. Después de analizar los fósiles encontrados a lo largo de la historia, los varios científicos polemizaron esta teoría manifestando que estas similitudes no se debían a un ancestro  común, porque se encontraban características semejantes en más de una especie, sin que estas tuvieran una relación directa. Los seres humanos, por ejemplo, comparten características con distintas especies, lo que pone en duda que realmente descendamos de los primates como popularmente se conoce. Es así como los creacionistas niegan esta afirmación puesto que jamás se han encontrado estos hipotéticos eslabones perdidos.

Así pues se da paso a hablar de las discontinuidades paleontológicas dentro de las cuales encontramos los grandes saltos morfológicos donde no se encuentran características similares entre las primeras categorías. Lo anterior lleva a pensar en la creación específica. Una gran cantidad de fósiles transicionales sigue sin descubrirse. El creacionismo explica este fenómeno con las creaciones específicas mencionadas anteriormente.

Al respecto también encontramos la “evolución” de los peces primitivos a los anfibios, anfibios a reptiles y reptiles a mamíferos. Se supone que Seymouria es conocido como la especie transicional entre los anfibios y los reptiles pero he allí una inconsistencia, puesto que, esta criatura existió aproximadamente hace 280 millones de años, lo cual contradice la aparición de los primeros reptiles, a saber Hylonomus y paleothyris, que datan 30 millones antes de la especie transicional, es entonces inconcebible e ilógico que los primeros reptiles hayan aparecido antes de su “antecesor”; Por otra parte es muy complejo explicar según la teoría evolucionista el salto del anfibio a los reptiles ovíparos, pues se requiere aquí de un cambio tanto químico como biológico.

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