LAS AGUAS Y LA RED HIDROGRÁFICA EN ESPAÑA

UNIDAD 4 LAS AGUAS Y LA RED HIDROGRÁFICA EN ESPAÑA.

1.  CARACTERÍSTICAS DE LAS AGUAS Y LA RED HIDROGRÁFICA.

Los ríos peninsulares están condicionados por los siguientes factores que influyen en la  organización de las cuencas y vertientes hidrográficas y en el caudal.

• Relieve y topografía: influyen en la organización de las cuencas y las  vertientes hidrográficas, en la erosión de los ríos y en el régimen fluvial.  
• Roquedo: más o menos permeable determina la circulación superficial (litología arcillosa) o subterránea (caliza) de agua.
• Clima: influye mediante las precipitaciones, determinan el caudal de los  ríos y sus variaciones a lo largo del año; y las temperaturas, que inciden en la evaporación de agua.
• Vegetación: que reduce la erosión al frenar la fuerza del agua o la  evaporación mediante la sombra.
• Acción humana: realiza obras que modifican los regímenes fluviales  naturales adaptándolos a las necesidades humanas.

La red hidrográfica española presenta una serie de características:

- Disimetría de la red fluvial: falta de simetría que presenta con  relación al soporte geográfico. La hay entre la superficie peninsular que vierte sus aguas hacia el Océano (69%) y la que las que vierte hacia el Mediterráneo (31%).

- Adecuación al relieve. Se debe a la gran longitud de los ríos que discurren por las llanuras y depresiones y  el corto recorrido de los ríos de montaña.  Los ríos de la Meseta destacan por su escasa pendiente y lentitud de aguas,  mientras que los de los rebordes montañosos o los sistemas exteriores  unen a su escasa longitud la altura de cumbres en su nacimiento, proporcionando a sus aguas velocidad y fuerza  erosiva.

- Paralelismo. A excepción del Ebro, los grandes ríos presentan un gran paralelismo entre sí, cuyos  cauces están relativamente equidistantes y regularmente distribuidos sobre el  espacio.

- Alternancia entre cursos de agua y sistemas montañosos. Nuestros grandes ríos se sitúan  entre dos sistemas montañosos y el curso fluvial es más o menos paralelo a los  ejes de las cordilleras, desde los cuales descienden sus afluentes. Así se explica que los ríos que  discurren por zonas de pocas precipitaciones puedan tener un caudal  considerable gracias al agua procedente de las montañas.

- Intensa relación con la ocupación del territorio. Ocurre con el establecimiento de las ciudades antiguas junto a importantes ríos (Córdoba) o la utilización de los valles fluviales para el  establecimiento de vías de comunicación.

2. LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS ESPAÑOLAS.

Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo  mar. En la Península existe una gran disimetría entre estas a causa de la inclinación  de la Meseta hacia el oeste.

La red fluvial peninsular se estructura en tres vertientes hídricas: cantábrica,  atlántica y mediterránea. Difieren en su desigual extensión  y en las características de sus ríos.

- V. cantábrica: ríos que desembocan en el Cantábrico. Son cortos, pues nacen en la cordillera Cantábrica. En  su recorrido excavan profundos valles para salvar los desniveles entre las montañas  donde nacen y el mar, por lo que tienen una gran fuerza erosiva y un carácter torrencial, aprovechado para producir electricidad. También son caudalosos debido a la  abundancia de precipitaciones

RÍOS: vascos (Bidasoa, Nervión) son los más regulares. Los asturianos y cántabros  (Pas, Deva) tienen una gran fuerza erosiva.

- V. atlántica: desembocan los grandes ríos de la Meseta y el  Miño, que no comparte rasgos con los  restantes ríos de su vertiente.  Adaptados a las condiciones del relieve y a la inclinación de la Meseta, los ríos  atlánticos son largos y de pendiente muy suave, por lo que presentan poca fuerza erosiva. Son ríos caudalosos, pero disminuyen de caudal a medida que se  sitúan más al sur, siendo la cantidad de agua que trasportan un reflejo de las  condiciones climáticas de España. Su régimen se ve enriquecido por los grandes afluentes, cuyas aguas vienen a atenuar  los contrastes estacionales de caudal.

RÍOS: Miño,  Duero, Tajo, Guadiana, Odiel, Tinto, Guadalquivir.

- V. mediterránea: desembocan ríos desiguales. El Ebro es el de  mayor longitud, caudal y regularidad, pues recibe aportes hídricos de sus afluentes  pirenaicos e ibéricos. En los restantes ríos está patente la influencia de los relieves  próximos al mar, por lo que son cortos. En general, son ríos muy poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y  fortísimos estiajes. Asimismo, en esta vertiente están las ramblas.El  hecho de estar cerca de la costa hace que tengan gran fuerza erosiva.

RÍOS: Llobregat, Ebro, Turia, Júcar, Segura, Almanzora.

Baleares y Canarias carecen de ríos propiamente dichos. En Canarias, la sobreexplotación  de los acuíferos, ha provocado que apenas si existan arroyos permanentes en la  actualidad. Los torrentes también son frecuentes en ambos archipiélagos.

3. LOS RÍOS Y LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS ESPAÑOLAS.  

Se llama cuenca hidrográfica al territorio que vierte sus aguas a un río principal que las  conduce hasta el mar y a sus afluentes. Las cuencas se separan entre sí por divisorias de aguas.

*TABLA*

4. LOS REGÍMENES FLUVIALES.  

4.1. El caudal: cantidad de agua que transporta un río, expresada en metros cúbicos por  segundo. Se divide en:

- Absoluto: cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto, que se  mide en las estaciones de aforo que hay distribuidas por la geografía española, presentandos en doce valores mensuales o en una media  anual. El río con mayor caudal absoluto es el Duero (660m³). Este dato por sí sólo no informa si su caudal es consecuencia de la abundancia de precipitaciones o de que drena una superficie muy  grande.

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