LOS CRIMENES DE LA CALLE MORGUE Y EL MÉTODO CIENTIFICO
Enviado por mawalter • 10 de Enero de 2021 • Ensayo • 1.383 Palabras (6 Páginas) • 1.016 Visitas
Manuel Antonio Walter Rodríguez – C.I. 28.333.315
LOS CRIMENES DE LA CALLE MORGUE Y EL MÉTODO CIENTIFICO
Los crímenes de la Calle Morgue es un cuento policiaco, quizás debiéramos decir, el origen de la novela negra. Este tipo de narraciones va a tener como protagonistas a personas con alta capacidad de observación, gran inteligencia y excelente capacidad de análisis. Son capaces de resolver casos disimiles y retar su método y perspicacia en cada nueva historia.
Dupin, el personaje de Poe, será el predecesor de Holmes y Poirot, y sentará las bases para un tipo de literatura que ganará prestigio con los años y reflejará la sociedad de manera realista y cruda. Así pues, la novela negra del siglo XXI se aleja de los ambientes señoriales y se adentra en las ciudades para desnudar la crueldad en la que vivimos.
Pero este ensayo, aunque basado en un cuento, no tiene como propósito realizar un análisis literario, sino metodológico, por lo que debo desarrollar este punto.
Ya comentamos que las herramientas con las que cuenta Dupin son el análisis, la intuición y la reflexión y, con todas ellas, el detective aficionado disfruta. Disfruta con el ver, con el deducir y con la concentración. Su despliegue racional lo lleva a encontrar la solución a un problema con tintes extraordinarios y su método minucioso le otorga, al final, el codiciado esclarecimiento del caso.
Al comienzo de “Los Crímenes de la Calle Morgue”, el mismo Poe nos advierte: “Las condiciones mentales que suelen considerarse como analíticas son, en sí mismas, poco susceptibles de análisis. Las consideramos tan sólo por sus efectos.”(Pag.1).
Dupin se mueve entre el realismo, los detalles y la lógica, que lo invitan a razonar y analizar permanentemente. El recorre el enigma, paso a paso, de manera minuciosa y en orden, tratando de identificar que partes lo conforman y cual es la conexión que existe entre ellas. No busca una solución inmediata, por el contrario, su examen es lento y riguroso, ya que quiere encontrar la respuesta que mejor se adapte a las características del caso.
El detective disfruta de su capacidad de análisis y la ejerce cada vez que tiene oportunidad. Le gustan los enigmas, las paradojas y el establecer cursos de acción que permitan explicar situaciones. Explora y fomenta esa capacidad hasta con las cosas cotidianas, ejercitando su mente como haría un deportista con su cuerpo.
Pero el análisis va mucho más allá de seguir una serie de reglas. Requiere un “ojo agudo”, capaz de captar situaciones que a la mayoría se le puedan escapar, hacer inferencias, interpretar los datos obtenidos y echar mano del “baúl de conocimientos” para establecer relaciones entre todos los elementos. Es decir, aplicar el método científico.
La observación requiere método, atención y precisión a la hora de establecer la tendencia de los hechos. Pero también requiere imaginación. Imaginación que nos permita establecer relaciones inusuales entre los elementos, estableciendo y deshaciendo relaciones que, en principio, pueden resultar ilógicas. ¿No se preguntó Newton, cuando vio caer la manzana, si la fuerza que la atraía a la Tierra no sería la misma con la que nuestro planeta atrae a la Luna?. Cualquiera que lo escuchara podría pensar: ¿qué tienen que ver una manzana y la Luna?...
El análisis implica un conocimiento exhaustivo de las partes y sus características. La precipitación no es buena consejera, como tampoco lo es el perder de vista el conjunto del problema analizado. Para Dupin, pensar solo en los medios y los motivos ocasiona pérdida de tiempo y de esfuerzo. Ante todo, hace falta método. Esta misma afirmación será también una de las muletillas del personaje de Agatha Christie, Hercule Poirot, y sus famosas células grises. Tanto es así, que Dupin critica de manera directa a la policía francesa y su forma de operar, basada, tan solo, en “insistencia y actividad” y no en método.
Para el detective se deben aplicar los mínimos esfuerzos, evitar errores y minimizar el uso de energías en una actividad frenética y descontrolada. Por el contrario, se debe definir el problema de manera clara y verlo desde una distancia que nos permita abarcar todos los ángulos, para así examinar, sin perjuicios y cuidadosamente, todas sus partes. Debemos escapar de soluciones fáciles no sustentadas y de aquellas que nos ofrecen “explicaciones paranormales”.
La falta de motivo, supone un gran problema para la solución del horrendo crimen, por lo que Dupin busca la coherencia entre las diferentes informaciones con que cuenta: la información que le dan los alrededores de la escena del crimen, los detalles insignificantes y los hechos circunstanciales. Realiza entonces un análisis de datos para eliminar las suposiciones sin base y establece que es un caso poco común. Se basa siempre en el método y descarta hipótesis que no tengan el adecuado fundamento.
Lee, de forma minuciosa y repetida, las declaraciones de los testigos y en ellas encuentra material sobre el cual trabajar. Se fija en los comentarios sobre la voz con “tono agudo” y llega a la conclusión de que nadie pudo determinar el idioma porque no había idioma que identificar, es decir, no se estaba hablando. El “ente” que emitió esos sonidos ¿era un humano?. Vuelve a tomar distancia y se fija en los medios usados para cometer el crimen y, es entonces, cuando se permite examinar diversas posibilidades y eliminar aquellas menos probables.
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