La Caida Del Muro De Berlin
Enviado por qalvarez • 29 de Mayo de 2014 • 2.523 Palabras (11 Páginas) • 445 Visitas
Ahora bien, los hechos, hoy por todos conocidos, hacen ver que muchas de las características de las estructuras sociales y de gobierno de la Unión Soviética y de los países de su bloque no coincidieron con los planteamientos clásicos marxistas. Sólo un dogmático podría exigir que un Estado que pretenda regirse por los postulados de Marx deba aplicarlos al pie de la letra. Es más, esto es imposible, ya que Marx, consiente y expresadamente, nunca trató de “Construir idealmente una sociedad socialista acabada”;
Señaló algunos grandes lineamientos, y estos sí pueden servir de parámetro para analizar si lo que acaba de sucumbir fue socialismo o no. Además, este análisis, si no quiere ser puramente especulativo, debe tomar en cuenta seriamente las circunstancias históricas en que se dan las situaciones que estudia.
Recordemos las difíciles condiciones en las que nació la Unión Soviética. Las transformaciones de proclamación socialistas no se dieron, como lo habían supuesto los clásicos, en los países más avanzados del sistema capitalista. En Checoslovaquia, el viraje hacia el socialismo se realizó en 1948 sin la presencia de ejércitos extranjeros.
Por su parte, Alemania Oriental, muy destruida por el nazismo y por la guerra, además pagó reparaciones a la Unión Soviética, mínimas en comparación con los destrozos sufridos por ésta, pero importantes para la entonces zona de ocupación soviética. Pero, sin duda, la Unión Soviética era el país determinante en todo el grupo de que hablamos, y sus estructuras y problemas se reflejaron, en mayor o menor medida, en todo él.
Podemos ver que en la Unión Soviética, y también en los países de su bloque, se realizaron varios postulados del socialismo; se abolió la propiedad privada sobre los medios de producción, se establecieron condiciones elementales de beneficio para toda la población; se impulsó alfabetización, el servicio médico, la vivienda barata, la educación básica general y el acceso a la superior. Ciertamente, las condiciones de vida nunca llegaron a un alto nivel, si se compara con el de las capas medias de los países ricos, pero esto, durante mucho tiempo, se veía justificado por las condiciones previas, por la hostilidad extranjera y por las dificultades lógicas de toda transformación profunda.
En oposición a estos aspectos positivos, encontramos otras facetas que existieron en la Unión Soviética, tales como el sistema de represión, el estancamiento y la deformación de la vida política, cultural y económica. Éstas prácticas contradicen totalmente los principios del Socialismo. En vez de una situación que facilite el mayor desarrollo de la persona humana, se restringen sus posibilidades de decisión en muchos aspectos cotidianos, que posiblemente afecten más al individuo que las “grandes medidas” políticas.
A pesar de que la Unión Soviética y el bloque encabezado por ella han desaparecido, hoy en día existe un grupo de países cuyos gobiernos se plantean el desarrollo del socialismo: Corea del Norte, China, Cuba y Vietnam, que constituyen en conjunto más de la quinta parte de la humanidad, una proporción más elevada de la que correspondía a la Unión Soviética antes de la Segunda Guerra Mundial. Sus experiencias son y serán sin duda valiosas e interesantes.
¿Se han resuelto los problemas que aquejan a la Democracia, o se les puede considerar, si quiera, en vías de solución? No hay tal. Actualmente se está ampliando el sistema económico-social de mercado, de libre empresa o, con otro nombre, capitalista.
Y este mantiene todas sus características: concentración de riqueza y de poder de decisión en un extremo, explotación, pobreza, miseria y sumisión en el otro. Tal situación se da hoy en forma, incluso más intensa que antes.
Si hasta hace pocos, dos grandes sistemas mundiales decían tener cada uno la mejor solución para estos y otros problemas, ¿Cómo deben enfocarse hoy? La pretensión socialista no los ha resuelto, pero tampoco lo han hecho los estados de libre empresa, democráticos o no.
El caso Brasil, Argentina y Venezuela (América Latina).
Su política social
Su transición a la democracia
Antes de iniciar el tema de éste subtema desarrollaremos algunas propuestas teóricas, mediante las cuales intentaremos explicar la función del Estado en un Sistema Capitalista como el que impera en la mayoría de los países latinoamericanos.
En términos generales sabemos que el Estado es el componente netamente político de dominación en una sociedad territorialmente delimitada, donde el factor político viene a ser una porción analítica del proceso general de la dominación. El Capitalismo, al no tener un control directo de “los medios de coacción (dígase recursos económicos, de información o de coerción físicas e ideológica), entraña la emergencia de un tercer sujeto social cuya especificidad es el ejercicio de la supremacía de la coacción”; es decir, las instituciones estatales.
Al nacer el Estado y sus instituciones se da la separación entre los capitalistas y los medios de coacción y se realiza una mediación entre Estado y sujetos sociales, dando como resultado una conjunción contradictoria, pues las relaciones capitalistas de producción infieren que la clase dominante no posee los recursos de coacción, pero el Estado con sus instituciones, en primera instancia, es coactivo cuando trata de mediar la relación capitalista–trabajador.
A consecuencia de la función que desempeñan las instituciones estatales en la sociedad, en un primer momento no se ubica la imposición que ejerce el Estado; asimismo, cuando las relaciones sociales capitalistas surgen ajenas al proceso impositivo, es complicado vislumbrar su apariencia principal coactiva: el Estado; ejemplo de ello son las relaciones de dominación que el plano económico saltan al político y después, o al mismo tiempo, al ideológico.
Las diferencias entre lo privado y lo público o estatal son aparentes porque política y socialmente están interrelacionados. Ello lo podemos ver en el hecho de que si el Estado establece la función de la sociedad capitalista es debido a que hay un entendimiento estructural, y como es parte de las relaciones de producción capitalista, por este hecho, el Estado es también capitalista.
En estas condiciones, las instituciones estatales se desarrollan como administración burocrática y llevan a cabo actividades rutinarias organizando a la sociedad y dando alternativas en épocas de crisis, pero sin salirse del marco capitalista. Esto lo podemos ver cuando el trabajador tiene necesidad de ejercer un derecho laboral,
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