La Ciencia Geografica

La ciencia geográfica

En busca de una construcción o re- construcción de la disciplina de la geografía y como producto de una preocupación o incertidumbre acerca de su mismo futuro Valcárcel, muestra el estado de la disciplina; sus tareas y deberes, para algunos “llamada a desaparecer” por su incapacidad de tener tanto un marco teórico como conceptual generalizado; situación que a su vez otros geógrafos asumen como una apuesta a la esperanza, es decir, una “nueva fundación” que lleve a la nueva geografía a pensarse y repensarse el Espacio como su objeto de estudio, tenido en cuenta de manera crítica y sustentada epistemológicamente alejada del empirismo, la acción que el hombre ejerce sobre el espacio, siendo este o reconociendo en él sus carácter eminentemente social.

Para el autor, el cambio de paradigma que trae consigo pensarse el espacio de una manera distinta, ya no como un objeto dado sino como un objeto socialmente producido; la obliga a plantear y a alejarse de ideas, hábitos y maneras en el hacer, poniendo de manifiesto en primera instancia que no existen dos geografías (física y humana) sino que solo hay una y es social. Rompiendo claramente con ese “binomio geográfico hombre-medio”. En esa dimensión social del espacio Valcárcel da muestras claras de tener una orientación socio-política (marxista) en cuanto al determinar como un individuo con respecto a su condición de clase ocupa un espacio determinado y como las clases sociales son en ultimas las que le dan construcción a la sociedad en todas sus dimensiones pero en espacios determinados.

El pensar el espacio de manera critica significa para la nueva geografía prestar atención a los procesos mas que a las cosa su objetos pues pensar en los procesos significa ver la realidad como un sistema de relaciones, que da lugar a una disciplina sujeta a cambios de acuerdo a los procesos, reivindicando y rescatando los valores de la modernidad como bandera, puesto que las olas posmodernas intentan alejarle su carácter emancipador, riguroso; eso si partiendo de lo que el autor llama una “autocritica racional” permitiendo así que la razón sea una razón critica y una razón autocritica.

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