La Contaminación Psicológica.

Organizar la economía según la justicia y el respeto a la naturaleza y demás, ya no es solo una cuestión ética o ideológica, es algo ya vital que nos exige a todos comenzar a mirar nuestra realidad de manera crítica y vivir de forma responsable en nuestra vida cotidiana, sobre todo, en relación al consumo...

El consumo responsable es un concepto complejo y que en ocasiones varía en cada autor que define el concepto, pero en todas las definiciones se menciona el ajustar nuestro consumo a las necesidades que tengamos, librándonos de algún tipo de provocación publicitaria y, a la hora de comprar, considerar la protección del ambiente, teniendo en cuenta el ciclo de descomposición de los productos que consumimos.

El consumo consciente y responsable nos mueve a preguntarnos fundamentalmente si en verdad necesitamos lo que vamos a consumir. Y la publicidad tiene una respuesta afirmativa, pues según su forma de pensar, la satisfacción de los “deseos y necesidades”, ilimitada y siempre cambiante, es la más alta prioridad en la vida de las personas. ¿Podemos alcanzar la felicidad a través del materialismo y el consumo? Claro qué no…

La capacidad de producción puede ser ilimitada pero los recursos naturales siguen siendo finitos con esto nos referimos a que se acaban, por lo que continuar promoviendo un consumismo salvaje, irreflexivo, con una estimulación de los deseos mediante la publicidad, podría llevar a destruir más el ambiente. Para nosotros la publicidad es el principal aliado de las empresas para promocionar modos de consumo que afecten a la ecología.

Nuestra ciudad está saturada de mensajes comerciales al igual que nuestra cabeza. Por los medios se da un discurso consumista en el que no se menciona la posibilidad de otra forma de vida en relación al consumo. De la manera que peleamos para conservar nuestro planeta de una destrucción del ambiente debemos pelear igual por la liberación de discursos publicitarios, hagamos el esfuerzo de reciclar nuestro espacio mental.

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