La Etapa Vocacional De La Enfermería

La enfermería es una práctica tan antigua como la vida misma. Tiene su propia historia, arraigada desde el inicio de las Civilizaciones, y varía según la época y las circunstancias.

Inicio del mundo cristiano

En esta etapa denominada Fase Primitiva o Evangélica comienzan los cuidados, mínimos o incluso inexistentes en las etapas y culturas anteriores, pasando éstos a considerarse un deber sagrado y adquiriendo un enfoque humanitario, el cual a la vez también dificultó su progreso convirtiéndose para los siglos posteriores en un modo de vida.

Durante los primeros siglos, los más necesitados eran favorecidos por la caridad cristiana y el cristiano expresaba su amor a Dios a través del cuidado a los pobres y entre ellos a los enfermos. Las personas que comenzaron a dedicarse a la tarea de cuidar fueron educadas para ello de tal manera que se despreciaban a sí mismas. Se comenzó a obedecer las decisiones de los sacerdotes o médicos dejándose a un lado la responsabilidad de las propias cuidadoras a la hora de cuidar de los enfermos.

Interpretación de la enfermedad

En los comienzos los cristianos consideraban la buena salud como indicadora de la persona que vive acorde a lo dispuesto por dios por lo que la enfermedad era el castigo de Dios por haber pecado pero, posteriormente, fue concebida como una gracia de Dios y una forma de identificarse con el sufrimiento de la pasión que sentían, lo que les llevaba a obligarse a sí mismos a ayudar al enfermo como había hecho Jesús.

Los cuidados de la salud

“Cualquier ciudad que entraréis y os recibieren, curad a los enfermos que en ella hubiere”

Su filosofía les llevaba a considerar que el ayudar al enfermo les daría el cielo por ello llego un momento en que las personas dejaron de preocuparse en ellos mismos y únicamente centrarse en el cuidado a los demás. De esta forma se dio lugar al cuidado de los enfermos como una

obra de misericordia, es decir, una forma de compadecerse de las miserias ajenas.

Primeras cuidadoras

Comenzaron a aparecer cofradías dedicadas al cuidado de los enfermos. Las primeras personas que las formaban fueron mujeres destacando como más importantes:

1. Diaconisas : (diakonos-servicio)

Éstas eran mujeres maduras, con experiencia en el cuidado de otros, eran muy respetadas y consagradas y situadas en una posición social

elevada. Atendían a los enfermos o personas desatendidas en sus propios

hogares además de su principal función que era el bautismo a través

de la inmersión. Febe fue considerada la primera diaconisa, visitaba y

cuidaba a pobres, desvalidos y enfermos, proporcionándoles cuidados

físicos y espirituales. También destaca Olimpia.

2. Viudas :

Fueron un gran grupo de mujeres dedicado a la asistencia a los enfermos y los pobres. Su nombre no hace referencia a que los maridos de todas ellas

hubieran muerto sino que hacía referencia también a la elevada edad de éstas. Más tarde, fueron una parte esencial en la aparición de los primeros hospitales.

3. Vírgenes :

Este grupo de mujeres podrían considerarse como las precursoras de las actuales monjas. Se distinguían por sus atuendos blancos que simbolizaban su virginidad. Éstas se dedicaron más a realizar tareas relacionadas con la caridad.

4. Matronas romanas :

Las nobles matronas romanas, alcanzaron un gran prestigio tras su conversión al cristianismo.

Destacan entre ellas tres:

Marcela, convirtió su palacio en un monasterio, que luego se transformó en un convento. Gracias a esto más tarde surgieron las Casas de Marcela. Se le conoce como la madre de las monjas y su misión era el cuidado de los más pobres y desvalidos e igualmente se dedicó también al estudio de las escrituras.

Fabiola, fue una de las más conocidas ya que convirtió su palacio en un hospital público que fue el primer hospital cristiano en Europa y que los cuales fueron conocidos más tarde como nosocomios. Destaca, sobre todo, su gran y buena actividad en las curas de los heridos.

Paula, construyó numerosos hospitales en el camino de Belén y concibió la enfermería como un arte, diferenciándola del servicio a los pobres y resaltando la caridad como la base fundamental del cuidado.

TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD

En esta etapa los cristianos tenían la misión de ayudar a todo el que lo necesitara (pobres, hambrientos, etc ) y la relación con los enfermos se basaba en visitarlos, asistirlos y cuidarlos pero no se hacia referencia a curarlos.

Debido a este pensamiento los enfermos no eran atendidos con procedimientos médico-técnicos, contribuyendo a esto la distribución social de las comunidades cristianas en las que predominaban los esclavos y los pobres que no podían acceder a la asistencia médica, de la que solo disfrutaban los nobles y los ricos.

El pensamiento en el cuidado de enfermos en la época evangélica del cristianismo se puede resumir en: no había asistencia médico-técnica, cuidar a los enfermos era un mandato divino que permitía a los cristianos imitar la vida de Jesús y la asistencia al enfermo se divide en dos aspectos, el humano basado en la ayuda a enfermo y el cristiano, pensado como una oportunidad de redención para el enfermo y para el cuidador

INSTITUCIONES PARA EL CUIDADO DEL ENFERMO

En esta etapa la iglesia propugno que los enfermos debían ser cuidados y atendidos debido al mensaje de Cristo, yendo esto en contra de anteriores creencias que pensaban que las enfermedades eran maldiciones. A causa de esta mentalidad se empezaron a crear numerosas instituciones para el cuidado de enfermos, basándose en los hospitales de campaña romanos, pero a diferencia de estos cuya misión era que los enfermos se curasen cuanto antes para que volviesen al campo de batalla, se basaban en cuidados prolongados, normalmente ejercidos por mujeres de buena familia que se limitaban a realizar cuidados sencillos, con escasa técnica.

PRIMEROS HOSPITALES CRISTIANOS

Con al apogeo del cristianismo la iglesia comenzó a ampliar sus servicios sociales, creando lugares donde acoger a los desvalidos y los enfermos, estas instituciones fueron nombradas como xenodoquios y en ellas se incluían posadas, hospitales, orfanatos, leproserías, manicomios y geriátricos.

Debido a esto en el concilio I de Nicea se decidió que cada obispo crearía un xenodoquio en su diócesis que sería atendido en su mayoría por diaconisas ayudadas por viudas, aunque hay que tener en cuenta que estos “hospitales” aún de preocupaban más por el alma que por el dolor físico.

Entre estos

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