La Genetica
Enviado por sayuri14 • 9 de Noviembre de 2013 • 1.752 Palabras (8 Páginas) • 217 Visitas
Se ha dicho que cuando un organismo se reproduce asexualmente, da origen a otro ser que hereda todas las características de él, pues es el único progenitor.
Pero, cuando hay reproducción sexual, el ser que se origina tiene la mitad del aporte genético de la madre y la mitad del aporte genético del padre.
La genética es la ciencia que estudia todos los fenómenos hereditarios y las leyes que rigen esta herencia.
Factores que se trasmiten por vía genética
Debido a la herencia, se lleva a cabo la trasmisión de ciertos caracteres. Los hijos tienen parecido fisonómico con los padres y aun con los abuelos y bisabuelos. También se presentan cualidades anatómicas y síquicas semejantes a los progenitores, como ciertas manifestaciones de la inteligencia; las aptitudes para la música, el arte, los deportes, etcétera.
Sin embargo, algunos defectos físicos, enfermedades y degeneraciones también se pueden heredar; por esa razón debemos conocer el mecanismo hereditario, para no aumentar o propagar esos defectos.
A veces aparecen características en los hijos que no tenían los padres; esto se explica por un fenómeno conocido como atavismo, que consiste en la aparición de algún carácter físico que fue dominante varias generaciones atrás y que aparentemente había desaparecido.
La herencia puede ser general, que es la que determina los caracteres del grupo taxonómico al que el organismo pertenece. Ejemplo: todos los cachorros de león son parecidos a los de su especie, todas las plantas dan origen a otras muy parecidas.
También existe el tipo de herencia especial, que condiciona las pequeñas variaciones de los animales y plantas en el plano individual.
Por ejemplo: la raza humana tiene dos ojos (herencia general); los ojos del hombre pueden ser castaños, negros, azules; con pliegue, sin pliegue; grandes, normales, pequeños; con vista normal, con daltonismo, etcétera (herencia especial).
Características no trasmitidas por vía genética
En realidad la herencia no sólo consiste en la trasmisión de ciertos caracteres, sino también en la transferencia de un material genético que potenciará una norma de reacción frente al ambiente.
El ambiente puede ser propicio para el desarrollo de algunas características y puede no favorecer la aparición de otras.
Por mencionar un ejemplo, el límite superior de la capacidad mental de una persona está determinado genéticamente, pero la medida de esta capacidad hereditaria queda supeditada a la influencia del ambiente: enseñanza, experimentación y educación.
Hay otros factores no hereditarios que pueden influir en la aparición de determinados caracteres de las especies, como la nutrición o tipo de alimentación, factores geográficos, factores climáticos, etcétera.
Material genético y su modificación
En 1903, Sutton formuló su teoría de que los genes o partículas responsables de la herencia residen en los cromosomas. Poco después, con los avances en los estudios sobre la composición química de los cromosomas, surgió el problema de conocer si la herencia reside en las proteínas o en el ADN (ácido desoxirribonucleico), o en ambos.
Después de muchos experimentos, hoy se sabe que el material genético está constituido por los ácidos nucleicos.
Morgan afirma que los genes se encuentran localizados siempre en una misma posición dentro de los cromosomas, además la estructura de los ácidos nucleicos puede modificarse por la acción de varios factores químicos o físicos.
Esta modificación de la estructura trae cambios morfológicos o funcionales en el individuo que los sufre. A estas alteraciones se les conoce con el nombre de mutaciones, y éstas persisten en los descendientes de los individuos, lo cual quiere decir que se trasmiten de generación en generación.
Entre los principales factores físicos que provocan mutaciones se encuentran las radiaciones gamma, los rayos X, las radiaciones ultravioleta, los rayos catódicos y cósmicos. Esto explica por qué una mujer embarazada no debe someterse a exámenes radiológicos.
Los productos químicos que pueden provocar mutaciones son numerosos; entre los más importantes están: el gas mostaza, metano, formol, fenol, etcétera.
Algunos metales pesados, como el plomo (Pb), el mercurio (Hg) y el arsénico (As), cuando se encuentran en exceso en el ambiente también pueden causar mutaciones en los hijos de madres que tienen mucho contacto con estos elementos, al respirar aire altamente contaminado con plomo o ingerir alimentos con residuos de mercurio y arsénico (principalmente pescados que viven en ríos o lagos donde se vierten desechos industriales).
Los residuos que arrojan las industrias atómicas son, por tanto, un especial peligro para la raza humana. Basta recordar el accidente de la planta nuclear de Chernobyl, en Ucrania, o las explosiones atómicas en Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial, donde se observaron numerosas malformaciones en los niños que nacieron después de que sus madres fueron expuestas a la radiación.
Aunque casi todas las mutaciones son degenerativas, las hay también favorables que, por mejor adaptación, pueden lograr la supervivencia
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