La Geosfera

La geosfera

es la parte estructural de la Tierra que se extiende desde la superficie hasta el interior del planeta Esta capa se caracteriza por tener una estructura rocosa que sirve de soporte al resto de los otros sistemas terrestres, como la biosfera y la atmósfera, situados estos sobre la parte más superficial. Está compuesta principalmente de Hierro (Fe) en un 35%, Oxígeno (O) en 25% y Silicio (Si) en 18%.

La Geosfera se divide en tres capas, que son de la más externa a la más interna: Corteza, Manto y Núcleo.

• Corteza terrestre: Es la parte más superficial de la Tierra. Las rocas que la forman están compuestas principalmente de oxígeno, silicio, aluminio y hierro. Se pueden distinguir dos tipos de corteza:

- La corteza continental: Tiene un espesor de unos setenta kilómetros aproximadamente y su roca más abundante es el granito.

- La corteza oceánica: Tiene un espesor de unos diez kilómetros aproximadamente y su roca más abundante es el basalto.

• El manto. Es la capa que está situada debajo de la corteza. Las rocas que la constituyen son ricas en oxígeno, magnesio, silicio y hierro. Se encuentra a temperaturas situadas entre los mil quinientos y los tres mil grados centígrados.

• Núcleo. Ocupa el centro de la Tierra. Las rocas que lo constituyen fundamentalmente son de hierro y níquel. La temperatura puede llegar cerca de unos cinco mil grados centígrados.

Zona geoastronómica

Se denomina zona geoastronómica a cada una de las zonas en las que los paralelos notables o principales dividen a la superficie terrestre. Dichas zonas son_

• Zona intertropical: comprendida ente el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio.

• Zonas templadas: las dos zonas comprendidas entre los trópicos y los círculos polares de ambos hemisferios.

• Zonas polares: las zonas comprendidas entre los círculos polares y los polos en ambos hemisferios

Balance energético de la Tierra

La Tierra recibe la energía solar principalmente en la forma de radiación visible. Parte de esta energía se refleja al espacio como luz visible y el resto es procesado en varias formas por la superficie terrestre, la atmósfera y el océano y radiada de nuevo al espacio exterior como radiación infrarroja (IR). De hecho, la composición de la atmósfera del planeta y las características de su superficie controlan la distribución de temperatura en la superficie terrestre y de esta forma los movimientos y procesos de su atmósfera. Este proceso, conocido como balance energético de la Tierra, es el que controla la temperatura terrestre energía y, por tanto, el que determina las condiciones del clima del planeta. Es decir, toda la energía de la Tierra proviene del Sol y una cantidad de energía igual a esta debe devolverse al espacio o de lo contrario, la temperatura terrestre puede cambiar.

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