La Imortaliada

Desde que el hombre conoce el término de la palabra “mortal” ha buscado el modo de evitar a la muerte y encontrar la inmortalidad para poder así burlar a la muerte. Uno de los ejemplos más claros da la historia es la “alquimia”, la cual buscaba la forma de crear una sustancia que fuera capaz de dar la inmortalidad y fue así como nació la leyenda de la piedra filosofal, la piedra filosofal es una sustancia que, según los alquimistas, está dotada de propiedades extraordinarias, como la capacidad de transmutar los metales vulgares en oro. También servía para crear una provisión de un elixir de “larga vida” a tal grado de conferir inmortalidad y la dotación de omnisciencia: conocimiento absoluto del pasado y del futuro, del bien y del mal, lo cual explicaría también el adjetivo filosofal.

Pero eso fue hace siglos y no fue más que una leyenda, hoy las nuevas ciencias plantean las novedosas teorías de cómo alcanzar la inmortalidad. Una de las teorías que más me ha llamado la atención es la del empresario ruso Dmitry Itskov, quien intenta conseguir la inmortalidad del hombre a través de la construcción de androides llamados “avatares”, su plan consiste en cuatro fases. La primera: construir androides con la capacidad de ser manejados a distancia, la segunda: pasar la materia gris muerta de algún humano y trasplantarse a un robot, la tercera: crear un androide con un cerebro artificial, con los recuerdos de alguna persona en específico y la cuarta transmitir la mente de alguien a un “avatar” holográfico. Todo esto con la intención de construir una sociedad donde las personas sean capaces de vivir en la abundancia y durante mucho tiempo, no solo en nuestro planeta natal.

Los avances de la ciencia que aunque son muchos los esfuerzos, solo nos pueden proporcionar un alargamiento de la vida, no creo que alcancemos descubrir como burlar a la muerte, y si algún día lo logramos ya nos habremos dado cuenta de lo catastrófico que es. En lo personal esta teoría, me parece muy poco realista y se parece más a algo sacado de una película de ciencia ficción, y aunque fuera posible, muy pocas personas podrían gozar de la inmortalidad ya que no todos tendrían los recursos suficientes para pagar esto. La inmortalidad es ajena al hombre y no le corresponde la condición de un ser inmortal ya que no solo deja a tras su mortalidad sino también se atrevería a comparar con Dios mismo. También se ve obligado a dejar atrás a todo aquel ser amado que no se capaz de alcanzar esta “nueva naturaleza” condenándose por sí mismo a la soledad.

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