La Nutrición Del Equino: Una Relación De Requerimientos, Funcionamiento Y Producción Equilibrada Para Evitar Trastornos Digestivos.

La nutrición del equino: una relación de requerimientos, funcionamiento y producción equilibrada para evitar trastornos digestivos.

El caballo hace millones de años fue domesticado por el hombre para la ayuda de sus tareas diarias en el campo y en la guerra, desde ese entonces el hombre adquiere la responsabilidad de cubrir todas sus necesidades como alojamiento, personal idóneo, higiene, ejercicio, compañía, salud y principalmente su requerimiento, nutrición y adecuada condición corporal.

El equino es un animal herbívoro ya que principalmente se alimenta de hierbas, y puede pastorear hasta aunque en la actualidad su dieta contenga otros suplementos, dado que este animal posee un sistema digestivo y hábitos alimenticios diferente a todas las especies cualquier cambio, alteración o practica que para otros animales es normal, en esta especie pueden causar grandes trastornos digestivos y hasta la muerte en algunos casos.

Es por esto que la alimentación del animal va ligada principalmente a su nutrición supliendo todos sus requerimientos sin excederse ni quedarse cortos ya que una apropiada nutrición del caballo es necesaria para su crecimiento, mantenimiento, reproducción y desenvolvimiento adecuado en cada una de sus tareas diarias.

Los rendimientos de un caballo están condicionado por muchos factores: genéticos, sanitarios, de manejo y nutricionales. Por esto es importante tener en cuenta que la alimentación del equino varía dependiendo su tipo de uso o el momento de vida en que se encuentre ya que un potro no tendrá los mismos requerimientos de un caballo adulto usado para la reproducción o un atleta.

Es opinión generalizada entre los expertos que los caballos deben ser alimentados

En forma individual, respetando la etapa de desarrollo o condición fisiológica en que se encuentre, pues no es lo mismo alimentar a un potro de 12 meses que a una yegua amamantando o a un garañón. Estas diferencias fisiológicas marcan las necesidades específicas a cada estado.

La alimentación durante el período de crecimiento es vital para obtener el máximo rendimiento del animal. Una buena crianza permite un adecuado desarrollo del potro, evitando faltas que luego determinarán su capacidad a desarrollar las actividades que se le tengan propuestas. En este período de su vida también se debe ser muy precavido con la sobrealimentación, pues puede llevar a un sobrepeso del animal que, al no haber completado su crecimiento, esto se verá repercutido en su esqueleto y resistencia al esfuerzo.

Por lo general, para saber la capacidad de ingestión de los animales, es necesario evidenciar el peso vivo que estos poseen además de diversos factores, como el estado fisiológico en el que se encuentre como crecimiento, gestación, lactación, etc., las características del animal y de los alimentos a nivel bucal es decir palatabilidad y buena condición de la cavidad oral, digestivo o metabólico, al igual que características del medio ambiente en el que se encuentre el animal, dado que dependiendo la disponibilidad de comida, el clima o el nivel de parasitismo que se presente el animal va a consumir más o menos dependiendo las condiciones.

Los requerimientos de una dieta equina básica incluyen no sólo energía sino también fibra, proteína, vitaminas y minerales, los cuales son determinantes a la hora de aprovechar al máximo toda la capacidad del ejemplar, porque si no se encuentra en óptimas condiciones el caballo no va a cumplir son sus funciones.

Fibra. Un componente esencial, aunque a menudo descuidado, de un plan nutricional correcto es la fibra, que es la porción indigestible de la ración alimenticia del caballo que asegura el adecuado funcionamiento del tracto intestinal. La capacidad de digerir y procesar muchos de los nutrientes que ingiere depende de una estructura llamada Ciego, una especie de “cámara de fermentación” en la cual los microorganismos dedican muchas horas a deshacer la fibra vegetal en materia útil.

Para asegurar que su caballo recibe la fibra adecuada, la porción concentrada (=grano) de su ración no debe exceder el 50% (según el peso) de su dieta. Lo ideal sería que el 70% de la dieta fuera forraje La fibra es un componente muy importante en la dieta ya que de esta depende el correcto funcionamiento del ciego pues el equino hace la fermentación en el ciego, para lo que es necesario utilizar la celulosa que extrae de la fibra como principal fuente de energía y la síntesis de sustancias que mantienen el equilibrio corporal impidiendo que se presenten enfermedades como la laminitis y el cólico, problemas que aquejan a amenudeo la producción equina.

Es vital también tener en cuenta que entre más fibra larga en la dieta más agua bebe el caballo por lo que es indispensable suministrarle la cantidad requerida.

Un caballo consume en promedio entre 27 a 54 litros de agua por día, pero este consumo puede verse incrementado bajo condiciones de clima caliente y seco o bajo ejercicio fuerte. Es necesario que el caballo tenga acceso a una fuente de agua fresca y limpia todo el día y principalmente antes de ser alimentado, dado que supone el 60% de su peso corporal y además la utiliza para su digestión.

Proteína. Las proteínas son compuestos orgánicos que contienen elementos como carbón, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y sulfuro que son, a su vez, los componentes más importantes de las células. La mayor parte de las necesidades proteínicas de los caballos se alcanza a través de la ración diaria de grano y

forraje. Un caballo sano y maduro necesita una dieta de aproximadamente 10-12% de proteína. La calidad de la proteína que se da es más importante que la cantidad. El aminoácido lisina es necesario para el normal funcionamiento del cuerpo

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