La Radioactividad
Enviado por miguel96ac • 18 de Mayo de 2015 • 3.657 Palabras (15 Páginas) • 184 Visitas
Reactores nucleares: beneficios y riesgos
Los momentos críticos que vive Japón, debidos a la falla de los sistemas de enfriamiento de los reactores nucleares de Fukushima, no debe hacernos olvidar los servicios que nos brindan esas máquinas basadas en el fenómeno de la fisión, descubierta hace más de 70 años.
En diciembre de 1938, los científicos alemanes Otto Hahn y Friedrich Strassmann descubrieron que un núcleo de uranio 235 se parte en dos fragmentos cuando absorbe un neutrón (un núcleo de uranio 235 está constituido por 92 peatones y 143 neutrones). Los fragmentos, que salen expulsados a gran velocidad, son radiactivos.
En marzo de 1939, el físico francés Frédéric Joliot y sus colaboradores descubrieron que los fragmentos emiten neutrones, los que fisionan núcleos vecinos de uranio 235, dando lugar a la reacción en cadena, la que, controlada brinda una enorme cantidad de energía. Pero los productos de esa fisión son sustancias radiactivas, que quedan como desechos.
En la naturaleza, el uranio, 235 se encuentra en un 0.7% mezclado con el uranio 238 (99.3%). El enriquecimiento necesario para obtener mayor proporción de uranio 235 es un proceso complejo. La dificultad reside en que ambos isótopos (igual número de protones pero diferente número de neutrones) tienen el mismo comportamiento químico.
El principio que más se ha usado hasta ahora, para el enriquecimiento de uranio 235, es la difusión a través de filtros, de ambos isótopos. La diferencia de masas favorece la difusión al uranio 235. El método de difusión requiere de gigantescas plantas enriquecimiento.
Actualmente se usa también el principio de la centrifugación que aprovecha la diferencia de masas para separar los isótopos de uranio que giran en una centrifugadora a gran velocidad. Este método requiere plantas más pequeñas que las plantas de difusión.
A nivel experimental se tiene ahora el método de rayos láser que explota las pequeñas diferencias entre las disposiciones electrones en torno a los núcleos de uranio 235 y 238.
La radiactividad (o radioactividad) ioniza el medio que atraviesa. Una excepción lo constituye el neutrón, que no posee carga, pero ioniza la materia en forma indirecta. En las desintegraciones radiactivas se tienen varios tipos de radiación: alfa, beta, gamma y neutrones.
La radiactividad puede considerarse un fenómeno físico natural por el cual algunos cuerpos o elementos químicos, llamados radiactivos, emiten radiaciones que tienen la propiedad de impresionar placas fotográficas, ionizar gases, producir fluorescencia, atravesar cuerpos opacos a la luz ordinaria, etc. Debido a esa capacidad, se les suele denominar radiaciones ionizantes (en contraste con las no ionizantes). Las radiaciones emitidas pueden ser electromagnéticas, en forma de rayos X o rayos gamma, o bien corpusculares, como pueden ser núcleos de helio, electrones o positrones, protones u otras. En resumen, es un fenómeno que ocurre en los núcleos de ciertos elementos, que son capaces de transformarse en núcleos de átomos de otros elementos.
La radiactividad es una propiedad de los isótopos que son "inestables", es decir, que se mantienen en un estado excitado en sus capas electrónicas o nucleares, con lo que, para alcanzar su estado fundamental, deben perder energía. Lo hacen en emisiones electromagnéticas o en emisiones de partículas con una determinada energía cinética. Esto se produce variando la energía de sus electrones (emitiendo rayos X) o de sus nucleones (rayo gamma) o variando el isótopo (al emitir desde el núcleo electrones, positrones, neutrones, protones o partículas más pesadas), y en varios pasos sucesivos, con lo que un isótopo pesado puede terminar convirtiéndose en uno mucho más ligero, como el uranio que, con el transcurrir de los siglos, acaba convirtiéndose en plomo.
La radiactividad se aprovecha para la obtención de energía nuclear, se usa en medicina (radioterapia y radiodiagnóstico) y en aplicaciones industriales (medidas de espesores y densidades, entre otras).
La radiactividad puede ser:
• Natural: manifestada por los isótopos que se encuentran en la naturaleza.
• Artificial o inducida: manifestada por los radioisótopos producidos en transformaciones artificiales.
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Radiactividad natural
En 1896 Henri Becquerel descubrió que ciertas sales de uranio emiten radiaciones espontáneamente, al observar que velaban las placas fotográficas envueltas en papel negro. Hizo ensayos con el mineral en caliente, en frío, pulverizado, disuelto en ácidos y la intensidad de la misteriosa radiación era siempre la misma. Por tanto, esta nueva propiedad de la materia, que recibió el nombre de radiactividad, no dependía de la forma física o química en la que se encontraban los átomos del cuerpo radiactivo, sino que era una propiedad que radicaba en el interior mismo del átomo.
El estudio del nuevo fenómeno y su desarrollo posterior se debe casi exclusivamente al matrimonio de Marie y Pierre Curie, quienes encontraron otras sustancias radiactivas: el torio, el polonio y el radio. La intensidad de la radiación emitida era proporcional a la cantidad de uranio presente, por lo que Marie Curie dedujo que la radiactividad es una propiedad atómica. El fenómeno de la radiactividad se origina exclusivamente en el núcleo de los átomos radiactivos. Se cree que se origina debido a la interacción neutrón-protón. Al estudiar la radiación emitida por el radio, se comprobó que era compleja, pues al aplicarle un campo magnético parte de ella se desviaba de su trayectoria y otra parte no.
Pronto se vio que todas estas reacciones provienen del núcleo atómico que describió Ernest Rutherford en 1911, quien también demostró que las radiaciones emitidas por las sales de uranio pueden ionizar el aire y producir la descarga de cuerpos cargados eléctricamente.
Con el uso del neutrino, partícula descrita en 1930 por Wolfgang Pauli pero no medida sino hasta 1956 por Clyde Cowan y sus colaboradores, consiguió describirse la radiación beta.
En 1932 James Chadwick descubrió la existencia del neutrón que Pauli había predicho en 1930, e inmediatamente después Enrico Fermi descubrió que ciertas radiaciones emitidas en fenómenos no muy comunes de desintegración son en realidad neutrones.
Radiactividad artificial
La radiactividad artificial, también llamada radiactividad inducida, se produce cuando se bombardean ciertos núcleos estables con partículas apropiadas. Si la energía de estas partículas tiene un valor adecuado, penetran el núcleo bombardeado y forman un nuevo núcleo que, en caso de ser inestable, se desintegra después radiactivamente. Fue descubierta por los esposos Jean Frédéric Joliot-Curie e Irène
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