La Realidad De La Vida Cotidiana

1. LA REALIDAD DE LA VIDA COTIDIANA

Para entender la realidad de la vida cotidiana debemos tener en cuenta su carácter intrínseco antes de proceder al análisis sociológico. La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente. El mundo de la vida cotidiana no solo se da por establecido como realidad por los miembros ordinarios de la sociedad; es un mundo que se origina en sus pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por estos.

La conciencia es siempre intencional. Cada persona tiene una realidad diferente a otra. Cosas que nos suceden repercuten en cada uno de nosotros de diferente manera. Es así como la conciencia aparece como un sueño haciendo que sintamos diferentes cosas en distintas situaciones. La realidad por excelencia es la de la vida cotidiana. Su ubicación privilegiada le da derecho a que se llame suprema realidad. La tensión de la conciencia llega a su apogeo en la vida cotidiana en estado de plena vigilia. Es normal aprehender la realidad de la vida cotidiana y es una actitud normal. Aprehendo la realidad de la vida cotidiana como una realidad ordenada.

La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del “aquí” de mi cuerpo y del “ahora” de mi presente. Lo más próximo a mí es la zona de vida cotidiana directamente accesible a mi manipulación corporal. Esa zona contiene el mundo que está mi alcance, el mundo en el que actúo a fin de modificar su realidad, o el mundo en el que trabajo. Mi atención a este mundo está determinada principalmente por lo que hago, lo que ya he hecho o lo que pienso hacer en el. Uno se interesa por el mundo que interviene en la vida diaria; si soy maestro me interesa la escuela si soy policía la seguridad de todos me interesa. Pueden interesarnos otras cosas pero eso ya es por gusto de cada quien y de su tiempo libre. Estamos solos en el mundo de nuestros sueños, pero sabemos que en la vida cotidiana es tan real para otros como para mí. No podemos existir en la vida cotidiana si interactuar y comunicarme continuamente con otros

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