La conciencia de un murciélago

La conciencia de un murciélago

¡Lo lamento! Yo no quería hacerlo. No era mi intención que esto pasara.

Era un día por mañana mi familia y yo estábamos apunto de dormir en los grandes, viejos y frondosos árboles no muy lejos de Wuhan una pequeña ciudad en China después de una gran jornada de polinización la cual no entiendo cómo es que las abejas se llevan todo el crédito, nosotros también hacemos mucho. Pero ese no es el punto.

Todo marchaba como de costumbre, mi madre nos gritaba a mí y a mis hermanos que entráramos al árbol, yo aún no terminaba mi fruta así que me quede otro rato. Yo estaba muy concentrado comiendo y cuando menos me lo espero detrás de mí estaban muchos hombres eran ¡HUMANOS!  Querían cazarme, mi padre me había advertido que no me acercara a ellos ya que son una raza demasiado peligrosa, sin piedad ni corazón que solo piensa en ellos y no les importa nada más.

Rápidamente reaccione y salí volando lo más rápido que pude me dirigí hacia el árbol donde vivía con mi familia, fue un error, un gran error, ellos me siguieron lo único que logre fue llevarlos a mi familia. Nos atraparon a todos.

Estábamos en una camioneta en bolsas, bolsas de plástico negras demasiado pequeñas, a todos nos faltaba el oxígeno, era algo insoportable, una gran impotencia. Mi hermana menor murió antes de llegar por la falta de aire, lo que estuvo bien así ella no tuvo que observar lo que yo.

Luego de un tiempo llegamos a un lugar espantoso era un “mercado” o eso decían los humanos, pero para mí era algo inexplicable simplemente horrible, había animales muertos de toda clase, había sangre por todas partes mezclándose.

Mi familia y yo estábamos en uno de los puestos, nuestra sangre corría igual que la de los demás animales. Llego un humano al puesto y pidió medio kilo de murciélago el humano encargado nos quitó las alas de un cuchillazo y arrojo nuestro pequeño cuerpo a una bolsa de plástico, enseguida de pesarnos en una báscula le entrego la bolsa a el otro hombre, su voz se oía tan tranquila. Todo aquello no importaba éramos “animales” quede desconcertado no sabía que la raza humana podía llegar tan lejos.

Paso un largo rato, el humano llego a su casa y le entrego la bolsa en la que estaba mi cuerpo a una mujer la cual puso toda mi carne en una olla con agua hirviendo y unas cuantas verduras, más tarde la mujer sirvió un gran plato de ese caldo y el hombre le dio un gran sorbo estuvo a punto de terminarse todo lo que estaba en el plato cuando comenzó a sentirse mal, primero fue gripa después la garganta, lo tuvieron que llevar al hospital donde luego de unos días murió pero antes ya había contagiado a toda su familia y ellos a sus amigo y así una gran cadena mundial.

He escuchado que gracias a mí se creó un nuevo virus y de cierta forma me siento culpable, los murciélagos siempre hemos tenido una gran cantidad de infecciones y virus dentro de nosotros como el ébola y la rabia. Y no me gusta ver que alguien sufra aún que sean tan crueles.

Pero también me siento como un héroe ¡todo el mundo se está volviendo loco! ya ni un humano sale de sus casas están como animales en el zoológico solo que está vez los animales son libres, la naturaleza está recuperando lo que es suyo

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