La definición del objeto de estudio de la antropología

Entendemos al hombre como un ser racional y consciente de sí mismo, con identidad propia, dotado de sensibilidad, inteligencia y voluntad. Conformado por aspectos físicos como psíquicos que lo hacen único. Esta definición del hombre se la adjuntamos a la antropología, que como toda obra del hombre, tiene un origen, que presenta un proceso de maduración y nace en un contexto histórico que le imprime unas características, un funcionamiento y una finalidad determinada. Repasamos la historia de cómo la antropología fue surgiendo en un contexto histórico determinado que le permitió nacer.

En la baja edad media (s. XIII Y XIV) el intercambio comercial en búsqueda de materias primas y nuevas mercancías motivo a comerciantes, funcionarios, misioneros y otros grupos europeos a que se fueran estableciendo en países desconocidos del mundo, lo que hizo posible el conocimiento de nuevas formas de vida. Las principales bases para la antropología de tipo científico aparecen con los descubrimientos geográficos que implicaron el conocimiento empírico de la existencia de otros pueblos con cultura diferente.

Son pensadores del siglo XVI quienes empiezan a observar el problema de los “otros” y, en consecuencia, de sí mismos, de sus propias instituciones y valores. Levi-Strauss escribe, “en adelante Europa supo que existían otras formas económicas, otros regímenes políticos, otros usos morales y otras creencias que las que hasta aquel entonces se creían radicadas en un derecho y revelación de origen divino”. A partir de ahí, todo pudo ser puesto en duda.

La concepción de una lenta y gradual evolución de todo lo viviente, incluido hombres y culturas llevo a una visión más coherente del desarrollo de las sociedades. Había nacido la antropología como ciencia. Pero ¿Por qué se desarrolló la antropología durante el siglo XIX y entro en un franco proceso de consolidación? Sencillo, como dijimos anteriormente las ideas, especialmente de tipo científico, no se dan en condiciones que las legitimen socialmente, no crecen solas. Ellas nacen, maduran y se desarrollan en un contexto socio-histórico determinado y reciben de él su significado y aval.

Para determinar el objeto de estudio de la antropología nos remontamos a su significado etimológico “ciencia del hombre”. La antropología es, en consecuencia la ciencia más compresiva de las disciplinas que buscan explicar al ser humano, tanto en sus aspectos físico-biológicos como en sus rasgos socioculturales. Se puede afirmar que la antropología tiene un objeto real: el hombre social e históricamente considerado. Este objeto está atravesado por su realidad biológica-histórica-social y cultural, y, en consecuencia, se nos presenta lo que ha llevado a una lógica especialización que se expresa en las diversas ramas de la que se ha dividido. Hay que destacar tres cosas fundamentales: el hombre como una realidad física y palpable, descubierto

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