La educación para el crecimiento
Enviado por Jesus Abel Rivadeneira • 2 de Mayo de 2018 • Informe • 411 Palabras (2 Páginas) • 87 Visitas
La educación para el crecimiento
La educación es uno de los aspectos más relevantes para el Estado pero es el mismo Estado el que no se da cuenta de que la calidad de nuestra educación no es la correcta por así decirlo. Tanto los padres de familia, profesores y personal administrativo cumplen un rol importante en la educación, apoyada por el aspecto económico del Estado claro está. Pues está claro que una verdadera educación permite formar varones y mujeres útiles para el futuro, preparándonos (los) para el futuro, siendo dignos profesionales de éxito, con los mismos derechos y sin ninguna clase de discriminación.
Pero la calidad de nuestra educación en todos sus niveles es uno de los principales problemas que tiene el país. De hecho, tanto en el caso de la educación escolar, como en el de la superior, abundan los indicadores que nos colocan de lleno en el Tercer Mundo. Demás está decir que este problema aminora anualmente, de mil y un maneras, nuestro crecimiento y, por tanto, la generación de las oportunidades con las que se disminuye la pobreza. Es evidente que esta situación tiene un alto costo a nivel de las oportunidades que el sistema pueda generar con la mayor independencia posible del origen socioeconómico de cada cual. Las posibilidades de agregar valor a la cadena productiva que tienen los jóvenes que salen del colegio sin poder comprender lo que leen o realizar operaciones básicas de matemática están limitadas de arranque. Es preocupante que el Gobierno esté generando y manteniendo una serie de normas que dificultan y desincentivan la inversión privada en educación y, por lo tanto, las posibilidades de que la competencia vaya empujando por mejores calidades en los diferentes nichos de precios del mercado educativo. Sobre todo, habida cuenta de que a la fecha el mismo Gobierno no muestra resultados en el intento por lograr que la educación estatal de cualquier tipo tenga un mejor nivel que el de las instituciones privadas.
En fin, por lo menos contradictorio que un Gobierno que ha tenido el tino de confiar en el poder de la libertad y el emprendimiento individual a fin de mantener creciendo, para bien de todos, el edificio de la economía, esté yendo en una dirección tan opuesta a la hora de ocuparse de que este no acabe encontrando en el problema de nuestra educación su cruel tope y frustración.
“La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo…”
...