La filosofía en la práxis de enfermería

Nombre del alumno:

Munir Eljure Bates

Grupo:

9201

Asesor: 

María Estela Vázquez González

Fecha:

28 de febrero de 2017

6

Escribe una breve composición en la que expreses, con tus propias palabras, cómo puedes encontrar sentido ante una práctica de enfermería que a veces es rutinaria y llena de sobrecarga de trabajo.

Toma en cuenta lo siguiente:

El significado del trabajo que las enfermeras con un buen autoconcepto le atribuyen.

La motivación personal, los valores (como el amor incondicional) y el afrontamiento del sufrimiento con dignidad.

“Vocación de Enfermería”

Vivirla con pasión

Vivir la compasión

Tengo guardia 3 veces a la semana, trabajo en turno nocturno y todos los días pienso que tengo una gran oportunidad ante mi, antes de irme a trabajar realizo una especie de ritual, pretendo sintonizar mi energía y alegría con el tiempo que pasare fuera de casa, en el hospital.

Imagino que voy a una fiesta y no porque minimice o le reste importancia o seriedad a las situaciones que compartiremos juntos las dos personas a las que cuidare si no mas bien es porque se que les llevo un gran obsequio que les irá dando minuto a minuto durante mi estancia en su espacio, en el sitio que ahora se encuentran y que es muy difícil para ellos transitar.

Pienso que tal vez me encuentre frente a la muerte como tantas veces ha pasado pero no sin antes luchar con todo mi conocimiento, fuerzas y deseo de ayudar a mi prójimo, al que esta próximo a mi, incluyendo a mis compañeros de trabajo.

La compasión entendida en el buen termino de la palabra es mi motor, creo entender por el momento tan difícil que atraviesan, ellos y sus familiares, aunque soy hombre soy muy sensible y cuidadoso, hablo con suavidad y mi tacto es delicado. Evito el ruido y el escandalo para no perturbar el ambiente que nos rodea, mas allá de creer que así esta dado, creo que hay que crear ese ambiente terapéutico, cálido y confiable.

La higiene de mi persona la considero muy importante, disfruto ir alineado y bien uniformado, que se note que soy un enfermero y no me confundan con cualquier otra profesión del hospital, cuando algún familiar me llama doctor, le digo con una sonrisa que no lo soy, que soy enfermero, que cuidare a su familiar durante la guardia y que lo hare con la misma devoción que si lo hiciera por alguien de mi familia. Observo que les da paz escuchar eso, además lo llevo a cabo.

Creo fielmente que con pasión estoy sembrando bendiciones para mí y mi familia, con pasión realizo cada actividad dentro de mi jornada, intensidad en mis acciones, pongo toda mi atención en el estar y ser, soy muy celoso de mi deber.

Se que lo que yo hago durante mis horas de trabajo lo hago con una entrega total. Ya habrá tiempo para el Facebook, para mandar un mensaje o hacer una llamada, para preocuparme en como terminara mi serie favorita, de pensar en mis amigos o familiares.

Cada cosa tiene su momento, la organización de todos los aspectos de mi vida me permite poder disfrutar cada cosa en su lugar. No me gusta banalizar ni participo de ello, para muchas personas soy muy serio en apariencia, estricto. No me gustaría estar en alguna de esas camas de la UCIA y que haya un escandalo de fiesta y alboroto, sentiría que no hay seriedad y que lo que me esta pasando a nadie le importa realmente. Pienso en ello y me pongo en el lugar de los pacientes y sus familiares, a veces con las cosas mas simples en apariencia podemos aportar tantas cosas valiosas.

Tema

Película

Síntesis en apoyo al tema

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Metrópolis (Fritz Lang, 1927)

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Ubicando a la enfermera como el puente que existe entre la tecnología dirigida al cuidado de la salud y el cuidado humano es en el momento donde debemos reconocer y valorar la esencia del cuidado enfermero, hay que imprimirle el sentido y sentimiento a nuestro deseo de cuidar, pues de ahí debe surgir el querer dedicarnos a cuidar a los demás, de un deseo propio y personal con fines altruistas.

En el reconocimiento de, quienes somos como personal de la salud y específicamente como enfermeras no podemos olvidar que antes que la tecnología esta la humanidad, una es el medio la otra es el fin, ¿cómo podemos recorrer el camino sin perdernos?.

La tecnología es nuestra herramienta, una enfermera profesional esta ligada íntimamente a su uso, conocimiento y explotación, pero podemos perder la brújula y convertirnos en los esclavos, los explotados y en gran parte dependerá de la falta de interés y compromiso con nuestra profesión, con la vocación que de ser cierta nos requiere actualizarnos, ir a la vanguardia, crecer y evolucionar y eso no quiere decir que no podamos cuestionar si tal o cual tecnología va a favor o en contra de nuestra misión, si en vez de sumar va a demeritar nuestra razón de ser convirtiéndonos en entes autómatas que solo reconocen alarmas, parámetros, tiempos y cálculos y nos olvidamos de las palabras, el contacto, la escucha al otro y el servicio como producto que elaboramos con nuestra mente dosificamos con nuestro corazón y entregamos con nuestras manos y demás sentidos.

La interacción nos remite a dar y recibir, en la búsqueda de un sentido o una dirección cuando estamos cuidando a alguien estamos dando, atención, cuidado, tiempo, pensamiento, conocimiento, acciones etc., pero indudablemente también recibimos, ¿qué es lo que recibe uno como enfermero? la paradoja es que recibimos sin que nos den, así como se lee parecería que es una contradicción pero quien habla nuestro idioma como enfermeras entiende muy bien de lo que se habla.

Nuestra mayor alegría y recompensa viene de ayudar al otro, el darle algo tan valioso y delicado como lo es un cuidado, ya sea con fines terapéuticos o de confort.

En la sociedad de cierto modo todos aprendemos a darnos a los demás, a recibir cuidados y también a darlos, pero lo que vuelve diferente el cuidado de enfermería a los demás tipos de cuidados que puede dar el ser humano es ese sincretismo entre la ciencia, el arte y la profesión y que al llevarlo a su mas grande manifestación se convertiría en un estilo de vida.

El cuidado se relaciona profundamente con lo femenino, con lo maternal y en nuestro inconsciente colectivo se encuentra establecido y arraigado como un pilar  inquebrantable. La tecnología es el hombre, el hombre por encima de todo, lo masculino como fuerza que violenta su entorno, energía desbordada que no conoce la moderación, es solo mente, no sentimientos, no tacto, es la fuerza impuesta por su ley.

La enfermería no es tampoco la madre sobreprotectora ni la otra cara de la moneda, en esencia seria la comunión entre la mente y el corazón para dar como resultado el desarrollo de todas las potencialidades de los que cuida para ayudarles a encontrar el camino hacia la independencia y el bienestar. Es de ese modo que la enfermera se auto realiza porque lo hace cerca del paciente, sin romper contacto con el ni ponderar por encima de esta relación la que tiene con la tecnología.

En la película metrópolis se tocan puntos neurálgicos sobre el tema del cuidado generalizado que existe en el ser humano como parte del instinto de supervivencia, se basa en el amor y deseo de cuidar al desprotegido, sentimiento de solidaridad con lo otros, con “nuestros hermanos” de especie. La mirada apocalíptica que se despliega ante nuestros ojos y que la desata la tecnología fincando su imperio por sobre los seres humanos se da al fin y al cabo instruida o dictada por una mente humana, una fría personificación de lo inhumano, de lo carente de sentimientos y sentido por la vida, pues como resultado final nos llevaría al caos y la destrucción.

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Persona (Ingmar Bergman, 1966)

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La inteligencia emocional es un factor de suma importancia en los seres humanos, nos ayuda a mantener un equilibrio en nuestra vida ya que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones y con esto a identificar y diferenciar entre lo que es y lo que sentimos que es; (Goleman, 1995) nos dice que el amor racional, es un amor que relaciona íntimamente a una persona con otra y al mismo tiempo preserva su independencia e integridad.

La persona que ha encontrado el sentido y la razón de ser como enfermera entiende ese amor racional descrito anteriormente, debe poseer cualidades que le permitan llegar a ese fin, entre ellos el comprender los sentimientos de los demás, adoptar una actitud empática y social que le brindará mayores posibilidades de desarrollo personal y participar, deliberar y convivir con todos desde un ambiente armónico y de paz.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, la enfermera debe tolerar las presiones y frustraciones en el trabajo y ya que la enfermería no es una ciencia aplicada, sino una práctica que es apoyada por la ciencia, indiscutiblemente debe poseer conocimientos científicos y tecnológicos en los que base sus acciones.

Cada enfermera existe como una unidad de desarrollo consciente, y como tal, la interacción con cada persona cuidada llega a ser parte de la totalidad de la identidad unitaria de cada enfermera, impactando su proceso de llegar a ser persona.

En la película persona podemos observar claramente esta aseveración, la enfermera cuida a una persona, convive con ella y se involucra mas allá de lo éticamente permitido. Uno no debe olvidar que aunque desplegamos lazos afectivos con nuestros pacientes y que es parte natural de la relación enfermera-paciente la conciencia y el autocontrol deben de imperar por el bien de nuestros pacientes y el propio. Si fuéramos maquinas seria improbable ese vinculo mas no imposible pero esta práctica es ante todo humanista, pues parte de la toma de conciencia reflexiva sobre las propias acciones hacia la persona, acciones que son intencionales.

La práctica de enfermería es una actividad consciente e intencional de una comunidad disciplinar, que comparte una cultura propia, tiene ciertas características representativas de una práctica experta y tiene también un significado cultural en la profesión.

No cualquiera puede cuidar, se exige un entrenamiento, destrezas y cualidades propias de la profesión y la modernidad pone en contra esta idea porqué todo se ha cosificado, minimizado y fragmentado, esto no puede aplicar a la enfermería; si a la persona no la debemos de dividir si no mas bien abarcarla y entenderla como un todo, un ser holístico igual debe aplicar para la ciencia enfermera, verla como un todo y aceptarla como tal, si solamente buscamos su reconocimiento por su faceta científica la estaremos desvirtualizando, razón por la cual no cualquiera puede ser enfermera pero cualquier enfermera con verdadera vocación debe de poseer todas las cualidades de la enfermera.

Collière (1984) nos habla de 327 cualidades que la enfermera posee, la misión por cumplir es su prioridad mas allá de su propio ser y necesidades.  

La practica de enfermería tiene características representativas estas son conocer al paciente, la práctica reflexiva, la toma de riesgos, el conocimiento intuitivo y la habilidad en el saber hacer, entonces con todo esto queda establecido que una enfermera es una persona dotada de cualidades especificas que la ubican en un alto grado de desarrollo y compromiso social a su vez la obligan en cierto modo a conocer mas allá de lo que se refiere a salud, ciencia y profesionalismo, una enfermera debe ser participe de su entorno sociocultural basándose en la perspectiva que se tiene de la enfermería en si misma, una enfermera debiera ocuparse de aprender muchas cosas, arte, filosofía, realizar ejercicio, fomentar el autocuidado etc., en principio consigo misma y posteriormente compartirlo como algo que ya viene incluido en su propio ser.