La forma Estado Max Weber
Enviado por julian15351 • 1 de Octubre de 2013 • 1.287 Palabras (6 Páginas) • 267 Visitas
La forma Estado
Max Weber es considerado un clásico de la filosofía política y dentro de ella, pertenece a la tradición realista o maquiavélica según afirma Bobbio, a quien sigo en esta parte de la clase. El realismo político se caracteriza, por pensar a la política como un espacio de enfrentamiento y lucha entre distintos actores, como por ejemplo: lucha de clases, enfrentamiento de razas y naciones, partidos, Estados o personas. Weber considera que ese enfrentamiento no tiene fin, en tanto constituyen la razón misma de la existencia de la política. Piensa, que el objetivo de la lucha política es el poder y mientras se mantenga la lucha por el poder habrá política. El poder es concebido por Weber en sus dos formas; a saber: el poder de hecho y el poder de derecho o legítimo. Así entonces, una postura realista frente a la política implica que esta no puede ser juzgada de manera moralista, sobre la base de criterios preestablecidos, sino sobre la base de los resultados, lo que significa que desde un punto de vista metodológico y epistemológico, solo una actitud desencantada, escéptica y que valorice centralmente al componente de la fuerza, hacen posible una postura que al respecto, se precie de científica.
Weber desarrolla en su sociología política tres aspectos; el primero es la definición del Estado, otro es lo que se conoce como los tipos ideales de dominación legítima y el tercero es el desarrollo de una legitimidad en particular, esto es: la dominación legal racional y burocrática. El Estado, se define como "el monopolio del uso legitimo de la
"En última instancia puede definirse sociológicamente al Estado a partir de un medio específico que lo mismo que toda asociación política pertenece al estado; a saber, el de la fuerza física".
El Estado puede renunciar al derecho de ejercer el monopolio sobre diferentes esferas, como la ideología o la economía, sin dejar de ser Estado. Por ejemplo, renunció con la separación de la Iglesia y el Estado a ejercer el monopolio de la ideología y con la economía de mercado en el capitalismo, al control sobre la economía. Pero aquello a lo que no puede renunciar sin dejar de ser lo que es, es al ejercicio del monopolio legítimo del uso de la fuerza física.
El Estado entonces, puede tener distintas actitudes frente a la economía o a la ideología pero no puede renunciar al monopolio de la fuerza porque si esto se quiebra, se quiebra el Estado. Es decir, que si renuncia al monopolio del poder coactivo deja el Estado de ser tal. Por lo tanto, es en este sentido que puede decirse que lo contrario del Estado es la anarquía, tomando este último concepto en sentido negativo, en tanto y en cuanto existan distintos grupos de poder que luchan entre sí por imponer su voluntad sobre el resto, momento en el que la violencia esta dispersa, no hay concentración de la fuerza, no hay Estado. Pero, aún si se toma a la anarquía en sentido positivo, como un orden en el cual, el uso de la coacción es prescindible, en esta acepción también, anarquía es el versus del Estado, o dicho de otro modo, si en dicha metáfora de orden no hace falta coartar la voluntad de nadie, tampoco es necesaria la presencia del Estado.
Pero además del tema del monopolio de la fuerza, Weber nos hace ingresar al problema de la legitimidad, al problema de la habitualidad de la obediencia y es aquí, donde comienza la explicación sociológica de Weber; quien, al advertir que la mera concentración de la fuerza no garantiza la continuidad de la obediencia, procura buscar una explicación subjetiva acerca de la legitimidad. Dicho esto sin perjuicio de recordar que las ideas acerca de la continuidad y la habitualidad de la obediencia, al fin de la legitimidad, remiten a un viejo problema de la filosofía política; a saber: los orígenes y fundamentos del poder político.
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