La inmunología es una rama de la Biología que se ocupa especialmente de estudiar el sistema inmunitario
Enviado por Adrian Gómez • 21 de Julio de 2016 • Documentos de Investigación • 3.886 Palabras (16 Páginas) • 277 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1]
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA BOLIVARIANA
T.S.U. EN ENFERMERIA
NÚCLEO GUÁRICO - EXTENSIÓN EL SOCORRO
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PROFESOR: INTEGRANTES:
Eleana Márquez
Melvis Gutiérrez
El Socorro, Abril de 2.016
INMUNOLOGÍA
La inmunología es una rama de la Biología que se ocupa especialmente de estudiar el sistema inmunitario. Cabe destacarse que el sistema inmunitario consiste en una serie de estructuras, órganos, células, tejidos y procesos biológicos correspondientes al interior de un organismo y que son capaces de proteger al mismo de enfermedades y afecciones, matando a los agentes patógenos que correspondan, es decir, brindan una respuesta inmunitaria a estos.
En efecto, este sistema es capaz de detectar desde un virus hasta parásitos en el intestino, y mayormente está compuesto por leucocitos, linfocitos, anticuerpos, células y neutrófilos, entre otros. (Definiciónabc.com; s.f.).
En otras palabras, se tiene que el concepto actual define a la inmunología como la resistencia en el sentido de rechazo que ofrece un organismo a cualquier otro agente externo que se haya organizado aunque en algunos casos no lo esté y que altere seriamente la integridad inmunológica del individuo inicial.
Por lo que, actualmente el término inmunología engloba no solo el carácter invulnerable sobre cualquier enfermedad infecciosa, sino que también engloba otros fenómenos como sería la hipersensibilidad, la hemoaglutinación, e incluso rechazo a trasplante. Se diferencia de una simple resistencia a la enfermedad en que esta última es inespecífica mientras que la inmunidad además de ser específica perdura unos días en el propio animal. (Jiménez, C.; s.f.).
Cabe señalar, que el microbiólogo Paul Ehrlich (1854-1915) fue el primero en valorar que la inmunidad implica discriminar lo propio de lo extraño. Por otro lado, se tiene que hay mecanismos que evitan que la respuesta inmunitaria actúe sobre los tejidos propios (tolerancia inmunológica), aunque a veces fallan, originándose las enfermedades de autoinmunidad. (Nakai, N., 2010).
CLASIFICACIÓN DE LA INMUNOLOGÍA
La inmunidad es el conjunto de respuestas mediante las cuales el organismo se opone a determinadas sustancias, reconocidas como extrañas, que reciben el nombre general de antígenos. La clasificación de la inmunología es presentada en la Fig. N01.
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Fig. N01. Clasificación de la Inmunología. Fuente: Nakai, N., 2010.
La inmunidad de un organismo respecto a un determinado antígeno (inmunidad específica) puede ser pasiva o activa, y cada una de ellas puede deberse a un proceso natural o artificial.
INMUNIDAD PASIVA: La inmunidad que posee el organismo le ha sido transferida a partir de otro organismo.
Ejemplos de inmunidad pasiva natural los tenemos en la inmunidad que la madre proporciona al feto y al lactante. Todos los niños reciben cierta protección antes de nacer. Durante la gestación, el organismo materno envía a través de la placenta sustancias defensivas que circulan por la sangre del niño durante semanas, e incluso meses, después del nacimiento. Además, el niño amamantado goza de una protección añadida: recibe una variedad de sustancias y de células que lo defienden de los microbios que pudieran invadirlo. Esta inmunización pasiva es muy importante ya que la plenitud inmunitaria del niño se alcanza aproximadamente a los cinco años de edad. (Nakai, N., 2010).
Como ejemplos de inmunidad pasiva artificial tenemos los casos donde a un individuo que sufre una infección aguda se le inyectan defensas provenientes de un individuo inmune que puede no ser de su misma especie. Esto proporciona una protección inmediata, aunque breve, pero existe el riesgo (mayor, si las defensas provienen de otra especie) de complicaciones patológicas (respuestas inmunitarias adversas del receptor contra las defensas inyectadas). (Nakai, N., 2010).
INMUNIDAD ACTIVA: La inmunidad que posee el organismo se debe a la respuesta inmunitaria producida por él mismo. Esta inmunidad es más duradera que la de tipo pasivo.
Tras superar la infección causada por un patógeno, el organismo queda protegido de una ulterior invasión de ese mismo patógeno. Estos casos corresponden a lo que se llama inmunidad activa natural. Por ejemplo, después de pasar el sarampión, enfermedad causada por un virus, el individuo queda inmunizado de forma permanente, es decir, para toda la vida. (Nakai, N., 2010).
La inmunidad activa artificial se consigue mediante la llamada vacunación. Consiste ésta en provocar una infección benigna que hace que el organismo desarrolle una respuesta inmunitaria y quede protegido frente a un determinado patógeno. Para provocar la infección benigna se inoculan microbios activos atenuados (es decir, sin virulencia) o muertos (por calor, agentes químicos o radiaciones UV). El uso de microbios activos atenuados tiene ciertos riesgos y está algo restringido. Modernamente se elaboran vacunas, no con microbios "completos" sino con fragmentos de los mismos, por ejemplo, componentes purificados de la pared celular de las bacterias o proteínas víricas purificadas. (Nakai, N., 2010).
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