La investigación Científica. Su estrategia y su filosofía

Informe de lectura:

La investigación científica

Mario Bunge

Bunge, Mario

La investigación Científica. Su estrategia y su filosofía.

Buenos Aires, Argentina, Editorial siglo XXl

3° edición, 2004

Parte l. Enfoque y herramientas, pág. 3-19

Podemos decir que la ciencia nace como solución a lo desconocido, a lo que no comprendemos y a lo que queremos saber. Es así como en este primer capítulo Mario Bunge busca como idea central explicar la preponderancia que da a la metodología de investigación científica como elemento esencial para poder hablar de ciencia y así poder encontrar respuestas sólidas y fidedignas. Para esto el autor describe una gran variedad de conceptos que procederemos a analizar.

En primer lugar, nos habla del conocimiento ordinario, como los saberes obtenidos a través de la experiencia y los juicios generados por el sentido común. Como dice el autor es el “conocimiento no especializado” (Bunge, 2004, p3). En simples palabras, es el conocimiento adquirido en nuestra vida diaria de forma inconsciente, sin que se busque o se siga un método. Este está ligado a la percepción, pues se aprende por medio de los sentidos y a la repetición de acciones, generando y acumulando información no vinculante entre sí.  Este conocimiento, es la base de la ciencia, pues es necesario contar con algún tipo de información base para poder generar dudas y cuestionamientos, las cuales, al momento que el conocimiento ordinario no puedes contestar, da cabida a la investigación científica y como resultado, el conocimiento científico. El conocimiento científico, a diferencia del ordinario, busca justificar sus saberes a través de razonamientos y no por sensaciones. Es capaz de emitir teorías, ideas, juicios y conceptos, teniendo como fin el poder generar leyes universales, organizando la información en sistemas de ideas, la cuales pueden y deben ser cuestionadas. Este conocimiento se basa, además de la razón, en la objetividad, por lo cual sus postulados deben poder ser demostrables y no dejar espacio a interpretaciones, teniendo concordancia con lo que se plantea y la realidad. “La ciencia, en resolución, crece a partir del conocimiento común y le rebasa con su crecimiento” (Bunge, 2004, p.3).

Desde la distinción inicial entre el conocimientos ordinario y científico se puede abordar, a nivel más específico, la diferencia entre las opiniones surgidas desde la ciencia y las opiniones que se relacionan al sentido común. Las opiniones científicas son, según el texto, mucho más racionales y objetivas que las de sentido común. Y debido procedimiento con que se trabaja el ‘objeto’ (sustancia o tema de estudio), lo que le otorga un valor distintivo, y no el objeto propiamente tal. Esa ‘forma’ de trabajar que caracteriza a la ciencia es conocida como método científico. No obstante, hay un par de elementos que sí son excluyentes y caracterizan a la ciencia, entendidos como planteamiento científico, el cual se constituye por el método científico y el objetivo de la ciencia. El método científico es “un procedimiento que se aplica al ciclo entero de la investigación en el marco de cada problema del conocimiento”. (Bunge, 2004, p.7) Es, además un rasgo esencial y característico de la ciencia; si no hay aplicación del método científico no hay ciencia, por lo que el autor plantea que cada clase de problemas tiene un respectivo conjunto de técnicas propias para su resolución, los cuales se entienden como métodos o técnicas especiales (específicos para algún estadio de la investigación científica), y que se distinguen del método general de la ciencia. Éste último concierne a todo el ciclo investigativo independientemente de la temática en estudio. Para describir y propiciar una mejor comprensión del método científico, el autor da a conocer los estadios principales del camino de la investigación científica; o sea, los principales pasos al momento de aplicar el método investigativo de las ciencias. Esa serie de operaciones enunciadas por Mario Bunge (2004), son las siguientes:

“1. “Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas; 2. “Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia, para contestar a las preguntas”; 3. Derivar consecuencias lógicas para las preguntas; 4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación; 5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y la fe que merecen;  6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados; 7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas ; 8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y formular los nuevos problemas originados por la investigación” (Bunge,2004, p.8 )

...