La mente de Albert Einstein

Los anatomistas del siglo XVll comparaban al cerebro con un tazón de cuajada, por su apariencia física se le atribuían utilidades insignificantes. En ese entonces esa masa blanda y grasosa no parecía ser la base del intelecto. Posteriormente la ciencia y la tecnología tuvieron-y continúan con- un avance impresionante; fue a finales del XVII que a esa concha viscosa se le atribuyeron por primera vez funciones cognitivas específicas.

El cerebro es irrefutablemente una máquina impresionante y en humanos su capacidad es lo que en primera instancia nos distingue de todos los demás seres, pero aún más sorprendente ha sido el análisis del cerebro de Albert Einstein, uno de los grandes científicos del último siglo; con una gran racionalidad y sobre todo sabiduría puesto que fue capaz de comprender y demostrar teorías que hoy le dan razón a la vida.

Cómo se mencionó en un principio los anatomistas e incluso filósofos no le tomaban tanta importancia al cerebro, Según Aristóteles, el cerebro era un simple termostato que se encargaba de que el corazón (en donde él suponía que radicaba la inteligencia humana) no se sobrecalentara, puesto que de tanto trabajar producía demasiada energía. (Uruchurtu, 2012)

En el año de 1664, Thomas Willis es el primer científico y filósofo en atribuir funciones cognitivas especificas a las estructuras cerebrales. Con ello se puso fin al tabú que los filósofos naturalistas arrastraban desde 300 años antes de nuestra era. A partir de ahí comenzó un análisis profundo para el entendimiento de la estructura-función de nuestra maravillosa máquina. (Goldberg, 2006)

Albert Einstein nace en 1879, fue un físico Alemán que llego al mundo a descubrir grandes paradigmas principalmente en el campo de la física. En el año de 1921 recibió el premio Nobel de Física.

Desde edad muy temprana desarrolló un gusto inculcado por un tío suyo, las matemáticas; gracias al interés que le generó el funcionamiento de una brújula comenzó a desarrollar un interés particular por la física; sin embargo, muchos historiadores afirman que Albert Einstein no fue lo que en el argot popular se considera un buen estudiante, [por el contrario], fue un estudiante subvalorado: no le gustaba el estudio de las lenguas, las ciencias naturales ni [mucho menos] la historia; a pesar de esto, comenzó a destacarse en matemáticas y desarrolló un gusto por la música [y] en especial por el violín. (Sala, 2017:13)

No es que Albert Einstein haya nacido súper dotado solo porque sí, su natural e incomparable truco se encontraba es las circunvoluciones de su cerebro, eso no se supo hasta que fue analizado y comparado por primera vez en el año del 2003 por los investigadores de la Mc Masters University, quienes anunciaron haber encontrado en las estructuras del de Albert Einstein la posible explicación de su genio creativo. (Lassaref, 2005)

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